Maddison...Sonreí al ver como huía de aquellas chicas y si, quizás era lo más estúpido, pero tener ese pequeño ataque de celos hizo que mi corazón de alguna manera regresara a la vida. Mis ojos lo siguieron conforme avanzaba hasta el auto, en cuanto subió cerró la puerta.
—Siento aquello que —corté cualquier cosa que fuese a decir, acercándome todo lo que me permitía el pequeño espacio, puse mi mano en su nuca y lo atraje a mí.
Esta vez era yo la que llevaba el control de la situación, besándolo con tanta intensidad que pude sentir el latir de mi corazón queriendo salir de mi pecho, cada caricia que el me daba ocasionaba pequeñas descargas en parte de mi cuerpo. Lo admitía, me gustaba todo lo que él me provocaba. Puse fin a nuestro beso, mordisqueando ligeramente su labio, lo observé por breves segundos, sus pupilas estaban dilatadas, me sentí orgullosa de lo que provocaba en él.
Satisfecha regrese a mi lugar con una enorme sonrisa dibujada en mi rostro, con algo tenia que ocultar el ardor en todo mi cuerpo.
—Wao —fue lo primero que soltó —Eso estuvo —no termino la oración.
—Deberíamos irnos antes de que decidan seguirte hasta aquí — señale al grupo de chicas que no dejaban de mirar en nuestra dirección. Por alguna razón encontraba divertida la situación.
Solo negó con un movimiento de cabeza, puso sobre mis piernas un par de bolsas que no me había percatado traía en las manos y como me iba a dar cuenta de ello si en cuanto subió al auto me enfoque en devorar sus labios.
Al parecer estaba volviéndome loca.
—¿Esto es? —abrí la bolsa sin esperar respuesta —¡oh por Dios! —me sorprendí en cuanto vi el contenido.
—Ya no tienes pretexto, eso te servirá por algunos días.
—Aguarda. ¿Qué tratas de decir con algunos días?
—Recuerda que te eh secuestrado.
—Estas realmente loco —comencé a negar moviendo la cabeza.
—Si completamente loco. Tu y solo tu eres la culpable —me hizo un guiño coquetamente.
Ya en marcha a donde sea que fuésemos, acomode las bolsas en el asiento trasero para regresar a mi lugar entrelazando su mano a la mía. No estaba segura de mis sentimientos en ese momento, de lo único que estaba absolutamente segura era que él me había regresado a la vida y no quería preocuparme por nada que no fuese estar a su lado.
—¿Esta todo en orden? Has estado muy callada desde que fui atacado por aquel grupo de chicas ¿Estas molesta?
—No —era verdad, no lo estaba —¿Cómo puedes soportar que te persigan de esa manera?
Sin despegar su mirada del camino, contesto mi pregunta —No me molesta, pero debo reconocer que al principio fue difícil, creo que aún lo es, solo que me eh acostumbrado a ello. Tener personas que admiran tu trabajo es bueno, mejor que aquellos que tratan de tomar nota de lo que hago para vender mi vida como si no fuese nada.
—No entiendo.
—Tener que lidiar con periodistas que solo tratan de desacreditar tu carrera es molesto, a veces solo necesito un respiro.
—¿Por eso estas aquí? —asintió.
—Digamos que aquí es menos intenso que en otros lugares en los que eh estado.
—¿Cuánto tiempo llevas boxeando?
—Profesionalmente cuatro años.
—Imagino que tomaste un descanso.
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Lejos de la Bestia (Parte2)
Romance-No estaba segura si Alexander me estaba buscando, si así fuese quizás ya me hubiese encontrado, trataba de no pensar tanto en ello, me concentraba en vivir cada día de manera tranquila, a pesar de no poder olvidarme de lo ocurrido, trataba de recor...