Maddison...
—Deja de preocuparte, te aseguro que Tris cuidara bien de él.
—Lo sé —confiaba en Tris, en más de una ocasión había cuidado de Noah como si fuese su padre y realmente agradecía lo bien que trataba a mi hijo. Pero de algún modo aun sentía miedo cuando se alejaba de mí, la psicóloga dijo que era algo en lo que debía trabajar y que todo era un poco a poco.
—Entonces quita esa cara y daté prisa, que es hora de divertirnos —fruncí el ceño.
—¿Disculpa? —desde el momento en que la vi revolotear en su maleta para sacar un mini vestido, debí imaginar que algo tramaba. Me recargue en el marco de la puerta, cruzada de brazos, esperando a que respondiera.
—Oh vamos, no me mires de esa forma —lanzo una blusa la cual apenas y tuve tiempo de agarrar —Mejor ponte esto.
—No he dicho que... —fui interrumpida por fuertes toques en la puerta.
—Cámbiate, iré a abrir.
Me quede observando la blusa.
—Espero ya estén listas, porque este cuerpecito ya quiere bailar.
—¿De verdad? Tú sabias de los planes de Tay —mire a Lola que entraba con un mini vestido color rojo.
—En realidad la idea fue mía. No pensabas quedarte aquí, mientras mi futuro esposo va a divertirse con tu hijo.
—¿Tu futuro qué? —pregunto Tay, riendo a carcajadas.
—Sshh. El aún no lo sabe, pero pronto serás mi cuñada asique vete acostumbrando.
—Ja, ja, ja... eres un caso aparte Lola.
—Tu deja de vernos como si fuésemos un par de marcianos y mejor date prisa.
No serviría de nada discutir con ese par, así que di vuelta.
Una hora más tarde nos encontrábamos en la entrada de un bar, el nombre era bastante extraño y más para alguien que no hablaba ese idioma. Observe a Lola que llevaba una enorme sonrisa dibujada en su cara, era el primer viaje que hacía y sin duda se la estaba pasando increíble desde que el avión aterrizo. Por otro lado, Tay sonreía, aunque estaba segura que esa sonrisa no era cien por ciento sincera, aun así, estaba dispuesta a divertirse.
—Hora de entrar en acción —grito Lola. No creí que pudiese caminar con esos tacones, pero tenía que admitir que lucía espectacular en aquel vestido rojo.
—Claro que si —afirmo Tay. Acomodo los tirantes de su vestido negro, que al igual que el de Lola era lo bastante corto.
—Seré la conductora designada —ambas me miraron como si tuviese monos en la cara.
Entramos al bar, completamente abarrotado, pero de alguna manera, Lola se las había ingeniado para conseguir una mesa.
—Vuelvo enseguida —dijo Lola, alejándose de nosotras.
—Hey. Intenta divertirte ¿sí? —me pidió Tay, con un leve puchero.
—Bien —intente hacer de lado el hecho de que mi hijo se encontraba en la pelea de Dimitri.
—Hora de la acción —Lola coloco las bebidas en la mesa, de inmediato negué.
—Conductora designada ¿recuerdas?
—Número uno, no traemos vehículo. Número dos, tres y cuatro, bebes o bebes —amenazo Tay.
Me dije a mi misma que solo sería uno.
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Lejos de la Bestia (Parte2)
عاطفية-No estaba segura si Alexander me estaba buscando, si así fuese quizás ya me hubiese encontrado, trataba de no pensar tanto en ello, me concentraba en vivir cada día de manera tranquila, a pesar de no poder olvidarme de lo ocurrido, trataba de recor...