Capítulo 8

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Maddison...

—Aguarda— se levanto de la cama, dio unos pasos, se asomo por la puerta, cerciorándose de que Tris no estuviese cerca —Bien. Ahora sí, necesito t-o-d-o y cuando digo todo es todo, sin excluir ningún detalle— se acomodo nuevamente en la cama y me observo esperando que yo comenzara a relatarle todo lo que ocurrió con Dimitri.

Lo primero que le mencione fue que creí que me había plantado, lo cual la hizo soltar una carcajada, la cual hizo que yo también riera. No podría expresar todo lo que pasaba por mi cabeza en ese momento, era una sensación extraña, pero agradable. Tener a alguien que se preocupara por ti, tener a alguien que escuchara con atención cada palabra que salía de mi boca, estaba feliz de tenerla a ella, mi amiga, mi hermana.

—Ósea que ese idiota arruino su perfecta cita— dijo algo molesta en cuanto mencione lo del fotógrafo.

—Digamos que sí y no— se acostó en la cama, acto que seguí, quedando ambas con la mirada en el techo.

—Debe ser muy asfixiante para Ruso tener que estarse escondiendo. Te puedo asegurar, si desde un inicio hubiese sabido lo que conllevaba ser uno de los mejores boxeadores, hubiese optado por ser un mecánico, chef o cualquier cosa que no tuviese que ver con tener tu vida privada expuesta. En fin, en ocasiones se tiene que sacrificar una cosa por otra.

—Quizás tienes razón— sabia que era reconocido y un gran boxeador, imagine que era frustrante para el no poder salir con tranquilidad, la manera en que actuó al ver aquel fotógrafo ahora tenía sentido.

—Si, pero no desvíes el tema. Dime que paso después de su huida. Estas sonriendo y puedo imaginar la razón.

Continúe con cada detalle, era como si lo estuviese viviendo, cada imagen se reproducía en mi mente, su intensa mirada, la placentera sensación de su piel sobre mi piel, lo acelerado de nuestras reparaciones.

Pero no todo es perfecto.

—¡Que hiciste que! — Tay dio un brinco de la cama, comenzó a caminar de un lado a otro por toda la habitación, una vez que termine mi relato su sonrisa se había esfumado —¿Por qué? — haciendo movimientos con la cabeza, sin dejar de caminar, su sonrisa se había borrado.

—No estoy preparada para tener una relación— solté.

—Maddison dijo con advertencia— deteniendo sus pasos frente a mí.

—Es mejor así— termine por decir.

—Y una mierda— para ser sincera estaba realmente sorprendida por su reacción —No puedes estar toda la vida lamentándote por tu pasado— trate de hablar, pero me hizo callar —Escucha. Se que todo lo que te ocurrió fue algo muy fuerte— se detuvo para tratar de respirar, estaba tratando de calmarse —No puedes estar toda tu vida estancada en lo mismo. Si, perdiste a alguien muy importante, no entiendo ni siento tu dolor, pero estoy segura que lo mejor es seguir adelante, estoy segura que nada de lo que paso fue tu culpa. Te estas negando la felicidad por no dejar ir tu pasado y eso es lo más estúpido que puedes hacer, ¿Sabes por qué? —negué con la cabeza, para ese momento el nudo en la garganta me impidió decir palabra alguna —No puedes cambiar el pasado.

Se sentó junto a mi para abrazarme, fue en ese momento que sin mas comencé a llorar, no lloraba por todo lo que sucedió, mis lagrimas eran porque ella tenía razón.

—Desde el día que llegaste, jamás te había visto sonreír de la manera en que lo hacías mientras me contabas todo lo que ocurrió con Ruso— no dije nada, mi cabeza comenzaba a ser un completo caos —Noah siempre estará aquí— señalo mi pecho, exactamente donde se encontraba mi corazón —Solo permite a tu corazón y daté la oportunidad.

Lejos de la Bestia (Parte2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora