Capítulo 12

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Adrien se encontraba en la mansión Agreste, sentado en el comedor principal junto a Chloé y los padres de ambos, Gabriel y André hablaban de política y negocios como habían hecho desde que los Bourgeois llegaron de visita, de vez en cuando pedían la opinión del joven Agreste respecto a los temas de interés, pese a estar poco interesado en lo que se hablaba solía contestar de manera firme con los argumentos que sin duda su educación le permitia hacer para parecer políticamente correcto.

Estaba a punto de disculparse y pedir permiso para retirarse cuando un tema llamo su atención.

-Justo como te decía Agreste, últimamente ha habido algunos ataques de parte de rebeldes en el norte de la ciudad, pero por lo que mi compañero de trabajo me contó lo más probable es que en unos días se lleve a cabo una reunión donde se discutirá información sobre los posibles puntos donde se reúnen esos salvajes, así se podría parar de una vez con ese pequeño pero molesto tema, ¿no lo crees amigo?- André hablaba sin mucha importancia.

-Tienes razón, lo mejor es apagar esa pequeña llama antes de que se propague, no queremos que nuestro querido rey Luis se vea afectado por grupos como esos- contesto Gabriel cerrando la conversación.

El joven quería preguntar más sobre el tema, pero sabía que no podría hacerlo después de que su padre le restará importancia, entonces debía preguntar directamente al duque André en otro momento, y preferiblemente a solas.

Al terminar la comida estaba dispuesto a marcharse a hacer su ronda por la ciudad, cuando su padre lo detuvo.

-Adrien, necesito hablar contigo, vamos a mi oficina- dijo para empezar a caminar con su hijo siguiendo sus pasos.

- ¿Qué sucede padre?- preguntó tan pronto llegaron a su destino.

-Eso mismo quisiera saber hijo, ¿qué sucede contigo? Hace más de un mes que los Bourgeois llegaron de visita, pero en ningún momento has pasado tiempo con la señorita Chloé, he incluso me atrevería a decir que no has cruzado palabra con ella más allá de las formalidades, pensé que eran amigos ¿O es qué tienes algún problema con ella?- las palabras de Gabriel lo desconcertarón, no creia que su padre le prestará la atención necesaria como para saber de su distanciamiento con Chloé, ¿o quizás era demasiado obvio?, era verdad que durante su estancia no había ni siquiera paseado con ella por el jardín como lo hacía cuando eran niños, pero el asunto de Chat Noir consumía parte de su tarde y su nueva costumbre de cenar con Marinette consumía sus noches, pero debía aceptar que no había pensado en ello.

-No tengo ningún problema con ella, es solo que he estado tan concentrado en mis clases, tratando de mejorar en muchos aspectos, e incluso sabes que por las noches vuelvo tan cansado que ni siquiera tengo ánimos para acompañarlos durante la cena, además no es como que Chloé haya tratado de acercarse a mi... - el tener que mentir a su padre se había vuelto algo escencial, pese a que no le gustaba hacerlo no tenía opción si quería conservar su libertad como Chat.

- Entiendo, sé que lo haces para convertirte en un gran hombre, pero al menos deberías considerar que quizás ella se sienta rechazada por ti, hace mucho que no pasan tiempo juntos, ¿por qué no intentas acercarte un poco hoy?-

-Pero tengo que ir a mi clase de...- no pudo terminar cuando su padre le interrumpió.

- Ningún pero, he hablado con Nathalie para que se encargue de eso, tienes el resto de la semana libre para tomarte un descanso y para pasar más tiempo con la jóven Bourgeois, empezando por hoy-

-Padre- Adrien trató de buscar algún pretexto pero no se le ocurrió nada.

-No digas nada, será mejor que te vayas a preparar, porque hoy la llevarás a cenar- Gabriel habló con voz autoritaria para recalcar que no aceptaría un no por respuesta.

El jóven no tuvo más remedio que asentir con la cabeza y retirarse a su habitación.

La idea de salir a cenar no le hacía mucha gracia, no por la compañía, sino porque tendría que mantener la apariencia del chico perfecto frente a la gente que a pesar de todo buscaría algún defecto en él.

Al llegar un pequeño ser salió de su saco directamente a la cama.

- wow al parecer alguien tiene una cita - menciono el pequeño kwami con tono de burla.

-No es una cita Plagg, solo es una cena con Chloé, comeremos y nos pondremos al día, además, si su actitud no ha cambiado, ten por seguro que no tendré que hablar demasiado- respondió con un tono de voz cansado antes de empezar a prepararse.

Al llegar la hora de la cena se presentó en la puerta principal para esperar a su acompañante, al parecer su padre se había encargado de todo lo demás, desde hacer llegar la invitación a Chloé, hasta escoger el restaurante al que asistirían, pronto la jóven apareció con uno de sus mejores vestidos, Adrien debía aceptar que su vieja amiga había cambiado demasiado desde la última vez que salieron juntos, ya no era la pequeña niña que le seguía a todos lados dándole "órdenes" para hacer travesuras, ahora parecía toda una noble dama.

-Buenas noches Chloé, ¿Nos vamos?- saludo ofreciendo su brazo como agarré.

-Como siempre tan caballeroso, Agreste, está bien, vamos - contesto la jóven tomando del brazo a su acompañante.

El viaje en carruaje fue silencioso, ninguno de los dos sabía cómo empezar la conversación, haciendo que el ambiente empezará a volverse incómodo.

Adrien quería romper el hielo pero no encontraba las palabras, ¿debería hacerle algún cumplido? ¿Podría preguntar si sabía a dónde irían? No, no debería, porque entonces se daría cuenta de que la iniciativa no fue de su parte y podría hacerla ¿sentir mal?, fue entonces cuando Chloé interrumpió sus pensamientos.

- Sabes, realmente esperaba que me invitarás a salir, extrañaba pasar tiempo con mi mejor amigo- dijo mostrándole una pequeña sonrisa.

- Disculpa si no lo hice antes pero las actividades extracurriculares me tienen ocupado y agotado hasta no más poder-

- Deberías tomar un pequeño descanso, hacer muchas cosas a la vez no es bueno para la salud-

-Lo sé-

- No creo que por faltar algunos días olvides lo que has hecho toda la vida, además, no es por ofender pero a veces pareces más zombie que humano caminando por la mansión, jajajaja-

-jajajaja, tienes razón- Adrien se relajo con la pequeña comparación de su amiga.

La charla se volvió más amena conforme pasaba la noche, sin duda Chloé siempre encontraba un tema de conversación, lo que le hizo pensar que la noche no sería tan mala.

Perdida en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora