Capítulo 19

114 11 0
                                    

Caminaba en círculos dentro de su habitación, mirando su mano una y otra vez, estaba nervioso, sabía que ese día llegaría tarde o temprano, siempre lo supo, su madre se había encargado de remarcarlo, además, no era una coincidencia que Chloé llegara a los 20 sin contraer matrimonio, para su familia también debió ser claro cual o mejor dicho quién sería su futuro.

-Si sigues así, no llegarás a ningún sitio, aunque bien podrías hacer un hoyo en el piso sin la ayuda del cataclismo- comentó plagg, quien comía queso sobre una repisa.

-No lo entiendes Plagg- habló sin mirarlo.

-Claro que lo entiendo, no eres el primer Chat Noir que se casa- está vez se ganó su atención.

-Cierto, tú ya lo has visto todo ¿Tienes algún consejo sobre cómo hacer esto más fácil?- se acercó a la repisa dejando su cabeza a la altura de la criatura.

-Nunca es fácil muchacho, lo mejor es enfrentar la situación y dar el mal paso cuanto antes- encogió sus pequeños hombros. -Yo solo espero el banquete de bodas- le dió una mordida a su pedazo de Camembert.

El rubio giro los ojos, debió suponer que a Plagg solo le interesaría la comida, aún así tenía un punto a favor, si su destino era casarse con Chloé, ¿para qué seguir aplazándolo?, su padre lo había dicho, era el momento de volverse un hombre, ¿No?.

Se reunió con el señor Bourgeoise y su padre en el estudio.

-Discúlpenme por la interrupción, pero necesito hablar con ustedes-

-No te preocupes, no me falta mucho por arreglar antes de salir mañana, ¿Qué necesitas?-

-Bien- miro a su padre quien conciente de la situación le ofreció su aprobación con la mirada.

-Lo que sucede es que debo pedirle permiso para tomar la mano de su hija en matrimonio- hablo totalmente serio, esperando la reacción del mayor.

Tras unos segundos en silencio el hombre respondió.

-Por supuesto que tienes mi permiso muchacho, sabes que para mí ya eres parte de la familia- lo abrazó inundado por la alegría.

-Gabriel, ¡debemos celebrar esta noche!- soltó al menor retomando su compostura.

-Ya me he encargado de eso, esta noche tendremos un pequeño banquete para celebrar- Adrien lo miró, su padre siempre estaba un paso adelante.

-Perfecto, ya solo queda que se lo pidas formalmente a mi hija- lo miró entusiasmado.

-Claro, lo haré- tras unos segundos más de felicitaciones por parte de los adultos se retiró del estudio.

Gabriel miro a su invitado ofreciéndole algo que tomar.

-Justo como quedamos, amigo mío-

-Ya era hora- aclaró tomando una copa. -no sabes la cantidad de pretendientes que he tenido que rechazar estos años, si no fuera por el arreglo entre Emilie y Audrey, mi hija estaría casada desde hace 3 años-

-La espera valió la pena, pronto nuestras familias se unirán- se sirvió el mismo.

-Mi esposa se pondrá contenta en cuanto le diga-

-Por un futuro prometedor- alzo su bebida el Agreste en señal de brindis.

-Por nuestros hijos- respondió el otro brindando.

*********************

Después de volver a su habitación por el anillo y ver si Plagg quería acompañarlo, cosa que no sucedió, salió en busca de su amiga, preguntando a una de las empleadas supo que por la hora lo más probable es que estuviera en su habitación, así que fue al área de visitas y al llegar tocó la puerta con más fuerza de la que esperaba.

-Adrien, ¿qué sucede?- pocos segundos después la joven salió cerrando la puerta detrás de si.

- Chloé, no te preocupes- respondió apenado -solo quería saber si ¿puedes acompañarme al jardín?-

-Claro, solo dame un momento- hizo ademán de volver a entrar.

-Por supuesto- contesto dando tiempo para que la joven se alistará.

Dentro de la habitación Chloé se acercó de prisa a su escritorio, tomo las cartas que estaban sobre el para ocultarlas entre uno de sus libros, limpió los rastros de tinta hasta que estuvo segura de su acción y salió de nuevo para encontrar a su amigo.

-¿Lista?- preguntó el chico ofreciendo su brazo como soporte.

-Si- respondió tomándolo del brazo.

Juntos caminaron rumbo al jardín.

**********************

Momentos después André y Audrey pasaban en dirección a su alcoba por uno de los pasillos superiores con vista al jardín, cuando visualizarón a la pareja de jóvenes riendo cerca de la fuente central.

-Cariño, ¿No te parecen adorables?- comentó el padre, feliz por la reciente noticia.

-Por supuesto- contesto la mujer sin perderse detalle de la escena.

************************

Disfrutaba del paseo, caminar por el jardín solía tranquilizarla, pero en algún momento llegaron a la fuente y decidieron tomar un descanso, sentados en la banca cercana, su compañía hacía comentarios que solo la hacían reír.

Tras la última broma de un momento al otro su risa cesó al notar que Adrien le miraba serio.

-¿Por qué pones esa expresión? ¿Tengo algo en la cara?- llevo su mano al rostro buscando cualquier imperfección.

-No, no es eso, es solo que estaba pensando- el chico se sorprendió por lo tranquilo que estaba, se supone que esto cambiaria su vida, sin embargo no se sentía diferente, aún así no lo pensó de más.

- Chloé, nos conocemos desde que éramos niños- se arrodilló tomándola de la mano.

-¿Pero qué...- la situación la sorprendió.

- Quizás nos distanciamos un poco en los últimos años, pero recientemente nos hemos vuelto a acercar, sé que mañana regresas a tu hogar, y ambos hemos de pensar en el futuro, por lo que debo preguntar- busco en el bolsillo de su pantalón- ¿Te casarías conmigo?- le mostró el anillo blanco.

-Yo...- no sabía cómo reaccionar, ni que decir, tenía demasiados sentimientos encontrados, su mirada recorrió el lugar nerviosa, y en algún punto su madre hizo contacto visual con ella, su mirada seria le decía todo.

-Si- su respuesta fue casi un susurro.

-¿Disculpa?- su mirada volvió al rubio que tenía enfrente.

-Si, me casare contigo- ofreció su mano izquierda para que el chico colocará el anillo en su dedo anular.

-Gracias por aceptar- la abrazo, y ella correspondió amablemente pues ninguno de los dos creyó apropiado hacer algo más.

-Vamos cariño, dejemos que disfruten el momento a solas,  nosotros aún tenemos que arreglar algunas cosas antes de volver a casa- le ofreció el brazo a su esposa.

-Claro, vamos, ya celebraremos más tarde- tomo el brazo para retirarse del lugar.

Aún sin separarse del abrazo, Chloé los siguió con la mirada hasta perderlos de vista.












Perdida en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora