Capítulo 7

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En lo profundo de aquel bosque, cuando el manto de la noche recién caía sobre el lugar, un par de jóvenes discutían sin sentido en una cabaña escondida entre los árboles.

-¡Entiende que debo revisar tu herida!- la joven alzó la voz.

-¡Te digo que no tengo nada!, es sólo un poco de dolor- el chico trataba de apartar las manos de la chica quien sólo trataba de llegar a la parte trasera de su cabeza para ver el daño causado por ella.

-¡No digas tonterias, es claro que estas sangrando!- logro tomar la cabeza del chico, y se acercó para mirar mejor, Chat resignado dejó de resistir, su cabeza se encontraba justamente recostada en el pecho de la joven, la cual no parecía estar consiente de la posición en la que se encontraban, pues estaba más concentrada en buscar la herida.
El sonrojo invadió su rostro y no supo como reaccionar, hace mucho tiempo que no experimentaba  aquella sensación y se sentía... ¿bien?, podía sentir la respiración calmada a través del contacto de sus cuerpos, y por un momento la idea de no querer separarse de la calidez le llegó a la mente, ¿como podía pensar en eso si la acababa de conocer?, la verdad es que no podía negar  que la chica trasmitia un aura de paz, y decidió callarse para disfrutar de aquel momento.

-¡La encontré!-sonó triunfante al mismo instante en que daba un pequeño salto, sin ser consiente del efecto provocado.
Se separó para ir en busca de agua y Chat sintió una corriente de frío al ser separado del calor corporal de la chica.

-Sabes,  aquí no puedo encontrar algunas cosas para curarte del todo, pero hay un poco de agua y unos pedazos de tela que pueden ayudar-

-¡Auch!- soltó en un pequeño grito al momento en que la chica empezaba a palpar la herida para limpiarla.

-No te quejes, eso te ganas por entrar sin avisar-

-Pensé que la casa estaría sola- replicó en su defensa.

-Pues yo pensé lo mismo, Alya me permitió quedarme aquí por que estaba segura de que nadie vendría hoy-

-Pero Alya administra una casona podrías haberte quedado en una de sus habitaciónes-

-Todas las habitaciones están ocupadas y ella dijo que aquí podría estar bien-

-Si, pero da la casualidad que yo duermo aqui-

-¿Alya sabe eso?- interrogó la azabache.

-No...- suspiró derrotado, ahora sus amigos se enterarían de ello y pensarían que no tiene hogar.

-Ya veo, no tienes otro lugar donde dormir-

-Te equi...- no pudo terminar cuando fue interrumpido por la propuesta de la joven.

-Esta bien, no le diré nada a Alya para no perjudicarte, pero tenemos que ver como le hacemos para dormir bajo el mismo techo sin problemas-
Terminó de limpiar la herida y pudo vendarla de improviso con un trapo algo largo.

-¡Listo! Ya está bien- se alejó para dejar sobre la mesa el cuenco con agua y tirar los retazos de tela ensuciados de la sangre del héroe.
Se volteó para mirarla, aquella chica era extraña y no lo decía por que viniese del futuro, si no, por que desprendía una chispa que ni el mismo podía entender o ignorar. 

-yo puedo dormir en la pequeña habitación del fondo, y tu podrías ocupar la recamara principal, después de todo estoy acostumbrado a dormir en esa- mintió el chico, ya que era consiente que no todos los dias llegaba a dormir en aquella cabaña.

- A partir de mañana tengo que presentarme en el bar a trabajar,  solo sera por unas cuantas horas por lo que regresare antes del atardecer-mencionó Mari.

-¿¡Trabajaras en el bar!?- pregunto sin pensar el chico.

-¡Claro! Después de todo tengo que vivir de algo mientras este aquí -

Por la forma en que Marinett hablaba Chat podía entender que sin duda la chica no se quedaría de brazos cruzados, buscaría una forma de volver a su tiempo, pero de lo mientras tendría que ganarse la vida como todos los demás.

Tras unos minutos de silencio se limitó a decir:
-Sé que Alya es buena manejando los problemas en el bar, aún así cuidate cuando estés trabajando, ese lugar puede llegar a ser un nido de lacras- y el lo sabia mejor que nadie.

La joven le miro extrañada, no esperaba tal preocupación de su parte, tal vez porque  que sus primeros encuentros no habían sido la mejor manera de conocerse, sin embargo algo en su interior le decía que aquel chico era bueno, después de todo por algo se suponía que era un héroe ¿no?.

-Gracias, lo tendré presente - respondió con gran amabilidad.

Aquella noche no dijeron nada más,  cada uno se estableció en su habitación, por su parte ella hace mucho que no lloraba desde la muerte de sus padres, pero ahora al sentirse una vez más perdida y sola, sin saber que pasaría con ella, no evito soltarse en llanto, sin ser consiente de que un gato le escuchaba desde el otro lado de la cabaña.

Con el paso del tiempo, tras un día agotador ambos se dejaron llevar por el sueño, sin saber que a partir de ese día la vida de ambos cambiaría.

Perdida en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora