Capítulo 17

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La noche empezó a caer cuando un aroma dulce inundó la cabaña dando aviso de que él postre estaba listo.

La joven terminaba de revisar una de las tartas mientras su compañero sacaba el resto del horno.

-Entonces, ¿Qué tal?- pregunto el héroe admirandolas.

-Bueno, solo hay una forma de saberlo, hay que probarlas- Cortó en seis rebanadas la que llevaba más tiempo fuera y le ofreció una parte al chico.

Marinette notó un buen sabor aún cuando era la primera vez que hacía toda la receta sola y sin la supervisión de uno de sus padres.

-¡Oh por Dios! Esto debe ser lo más delicioso que haya probado en toda mi vida- la voz del chico la saco de sus pensamientos.

Lo miró, el rubio tenía los ojos cerrados y su boca reflejaba con una gran sonrisa su deleite.

-Sabe bien pero no es para tanto- respondió crítica ante su propio sazón.

-¿Qué no lo es? ¡Oh vamos! Podría vivir solo comiendo esta delicia - volvió a morder el resto de su rebanada.

- No lo creo, hubieras probado el galette que preparaba mi padre y el abuelo para el día de reyes, hacían demasiados para vender pero aún así siempre se agotaban muy rápido e incluso había quienes peleaban fuera de la panadería por conseguir al menos un trozo,  era una suerte ser parte de la familia porque así cada año tenía más de una rebanada solo para mi- Contó la chica inmersa en sus recuerdos.

Mientras tanto Chat disfrutaba de la historia como de la tarta, e internamente se cuestionaba la posibilidad de comprar todas solo para él.

Marinette sirvió dos vasos de leche, ofreciendo otra rebanada al héroe, quien gustoso acepto.

-Bien si son 8 tartas para vender, las divido en 6 rebanadas y las ofrezco en ¿15? Sous- realizó la cuenta en voz alta.

-Me da un total de 720 sous que serían 36 libras ¿Cierto?-  busco la aprobación del chico con la mirada.

- Correcto, y con eso tienes un Luis de oro y te quedan 12 libras, veo que has mejorado en cuanto al manejo de la moneda, ¿No te has vuelto a equivocar en la taberna?- preguntó sin dejar de comer.

- No, creo...- el joven la miró de manera interrogatoria.

-Bueno, tal vez, Juleka siempre revisa mis cuentas por si acaso, pero... Es que es tan difícil esto, extraño pagar solo con tarjeta y en euros, si no fuera por las chicas y por ti, no sobreviviría en este lugar-

-¿Tan diferente es tu época?- preguntó inocentemente.

-¡Mucho! No sabes lo difícil que es levantarme por las mañanas sin la ayuda de un despertador, o tener que ir al pozo varias veces y esperar horas solo para poder tener un baño caliente, me he perdido en varias ocasiones solo porque no reconozco la mayor parte de la ciudad, a veces me es difícil entender el francés coloquial, no puedo relacionarme con nadie más por temor a que mencioné alguna cosa que aún no existe y me tome de a loca, paso gran parte de mi día sin mucho que hacer, ni siquiera he encontrado alguna pista sobre cómo llegue aquí o del como volver y eso me desespera- había hablado demasiado alto y rápido.

-Lo siento- No sabía que decir al respecto, de un momento a otro el ambiente había cambiado.

-No, tú disculpame, no debí exaltarme, esto no es tu culpa, es solo que a veces me siento demasiado perdida e incluso he llegado a pensar que en verdad podría estar loca, ¿Viajar en el tiempo? Vaya estupidez, es más probable que me haya golpeado la cabeza  y me inventase todo esto, ¿no?- Su voz era cada vez más débil, tenía las manos en la cabeza, intentando buscar una razón lógica del porque estaba ahí, por qué justamente ella, tan solo quería volver a ser una chica normal, trabajar en la tienda de antigüedades junto al señor Fu, terminar el colegio y dedicarse a la moda, no quería estar en un lugar desconocido...

Unas manos se posaron sobre ella sorprendiendola, era Chat quien la abrazaba de manera gentil.

-Calma, todo estará bien, no estás sola, estoy aquí, contigo-  sus palabras sonaron tan dulces y sinceras que Marinette no dudo en responder el abrazo.

Se mantuvieron así por unos minutos más, en silencio, poco a poco la chica volvió a sentirse bien y más calmada, recibir un abrazo después de mucho tiempo la hacía sentir confortada.

Por su parte el chico no la soltó hasta que ella se mostró más calmada, para cuándo eso paso ambos se separaron tímidamente, dando paso a la vergüenza, pues abrazarla podría haber hecho que se sintiera más incómoda, no lo había pensado bien, simplemente que verla así de triste lo había impulsado a hacer lo posible para que no lo estuviera.

-Gracias, en verdad necesitaba un abrazo- La voz de la peli-azul lo saco de la duda.

-Para eso están los amigos- respondió con una sonrisa.

"Amigos" esa palabra le dió esperanzas a la joven, pues tenía razón, aunque estuviera perdida en el tiempo no estaba del todo sola.

**********

-Lo digo en serio, estás tartas son deliciosas, sin duda puedes venderlas dónde quieras- Ya habían terminado de cenar, pero su plática no cesaba.

-Estaba pensando en hacer algunas para llevar y vender en la "feria" de la próxima semana-

-Cierto, Alya me comentó algo en la mañana, tu idea de pasar desapercibidos entre tanta gente me parece perfecta, sin duda se me habría ocurrido a mi sí no fuera porque estaba muy ocupado- comento divertido el chico.

-Claro, la vida de un héroe es muy ocupada- comento la chica recordando su ausencia de la última semana.
- Por cierto, ¿estarás en la reunión?-

-¿Por qué? ¿Quieres verme en acción? - preguntó coqueto.

-Tonto, lo digo porque tendría que hacer una tarta solo para ti, por lo que veo- dijo señalando su plato vacío-  serás mi mejor cliente- sonrió para si misma.

-No tengas duda de que lo seré, pero lamentablemente no podré presentarme ese día-

-¿Por?- la pregunta salió de una manera tan natural y rápida que al chico le dió ternura.

-No olvides que el lugar estará plagado de guardias, listos para actuar ante cualquier movimiento sospechoso, y no está de más recordarte que desde hace tiempo mi cabeza tiene precio- respondió como si nada.

-Tienes razón, la vida de un héroe no solo es ocupada, si no difícil- está vez lo dijo sin ninguna pizca de ironía.

Perdida en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora