Capítulo 25

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La canción termino dando paso a los pedidos de los clientes nuevamente, aunque en esta ocasión fueron Alya y Nino quienes se hicieron cargo, ella tendría que ocuparse de la barra mientras Juleka tocará.

Servía los tragos a todos los que se sentaban, pero su mirada se desviaba de vez en cuando hacía el chico de la guitarra.
No podía negar que era atractivo además la combinación de sus ojos con sus mechones azules lo hacian resaltar, era raro ver a personas con el cabello teñido en ese tiempo, Juleka no la había sorprendido demasiado, después de todo cuando la conoció el color de su cabello fue lo de menos tras haber llegado al pasado.

Giro la vista en dirección de la chica, quien aún con los ojos cerrados tocaba con gracia el instrumento en sus manos, ahora que lo pensaba mejor Juleka era también todo un enigma, uno que quizás no tendría sentido descubrir si regresaba pronto a su propio tiempo.

Cierto, nada de lo que hiciera o conociera en aquel lugar tenía sentido si al volver a su época nadie le creería, con el tiempo se olvidaría de esas personas, las consideraría parte de un sueño muy vivido, pero no las volvería a ver, ni ha saber de ellas, ¿Qué sentido tenía conocerlas de más? Claro que estaba agradecida con Alya, Nino, Juleka, Mylen, Alix... Chat Noir, sobretodo con Chat pero sentía que una barrera muy grande la separaba del grupo.

Sus pensamientos iban divagando cada vez más mientras seguía sirviendo tragos sin notar cuando cierto chico se sentó frente a ella observándola con curiosidad.

-Parece que tienes serios problemas- la voz la trajo de vuelta, dispersando su hilo mental.

El guitarrista estaba ahí, en algún momento había dejado de tocar mientras Rose seguía cantando acompañada únicamente de Juleka, Marinette se sorprendió por su presencia y comentario que termino derramando uno de los tarros.

- Adiós propinas- susurro para si misma limpiando el desastre.

-Lo lamento, no era mi intención distraerte, por favor dejame pagar por el trago- se ofreció amablemente.

-No, no te preocupes, es mi culpa, no debería divagar durante el trabajo- volvió a servir la bebida, entregándola al cliente de un lado, quien pagó molesto por la tardanza y se retiro, por supuesto sin dejar propina.

-En ese caso déjame invitarte un trago, parece que lo necesitas más que yo- insistió con una linda sonrisa, a la cuál Marinette no se negó.

Sirvió dos tragos, entregando uno al chico y quedándose con el otro brindó con él.

-Por todas las veces que mi torpeza hizo que perdiera una propina, ¡Salud!- chocaron sus tarros y ella bebió cómo si la vida se le fuera en ello, por su parte el chico simplemente tomo un sorbo riendo por el brindis y la actitud de la chica.

-Luka- mencionó tras terminar de reír.

-¿Qué?- Distraída en su bebida no entendió a lo que se refería.

-Mi nombre es Luka Couffaine, un placer conocerla ¿señorita...?- se presentó finalmente alzando la bebida en forma de saludo.

-Ma, Ma, Marinette me llamo- su lengua se había trabado por la bebida y la sorpresa del vago reconocimiento en su apellido.

-Asi que eres Ma, Ma, Marinette, la nueva ¿Cierto? Me han contado un poco sobre ti- le miro con cierta curiosidad.

Si bien recordaba Couffaine era el apellido de Juleka, así que lo más probable es que aquel joven tuviera alguna conexión con ella, por lógica podría ser su esposo.

-Ya veo, Juleka debió mencionarle lo difícil que es enseñarme lo básico ¿Verdad?- la barra seguia llena de gente, ella siguió atendiendo sin perder el interés en la conversación con el ojiazul.

- Puede ser, pero no sé queja, dice que también se entretiene ya que puedes llegar a ser... toda una "novedad" - enfatizó la última palabra, sus ojos mostraban un brillo divertido.

-¿Novedad?-

- Exacto, no conseguí que se explicará mejor, así que decidí venir a averiguarlo por mi propia cuenta- Pese al movimiento continuo de la chica que iba y venía en todas direcciones atendiendo la barra, Luka no le aparto la mirada.

-No se que te habrán contado pero la verdad es que soy de lo más ordinaria- sonrió de forma nerviosa, debía hablar y actuar con cuidado pues no estaba segura sobre si Juleka le había contado su pequeño "secreto".

-No me han contado lo suficiente pero por la forma en la que estabas perdida en tus pensamientos hace un rato puedo asegurar que algo te aflige- puntualizó sonriendo.

-yo...no...no era importante, simplemente estaba distraída - negó con la cabeza más de lo debido.

-esta bien si no quieres hablar sobre eso, no te preocupes, lo mejor sería cambiar el tema a algo más animado- con la cabeza sugirió que ella decidiera está vez.

-La canción que tocaron al inicio, nunca la había escuchado- comento para guiar la conversación hacia otro lado.

-"Destino" fue nuestra primera composición- respondió feliz por el tema.

-¿Ustedes la crearon?- preguntó asombrada.

- Si, de vez en cuando tocamos canciones populares pero preferimos tocar nuestra propia música-

-Y con toda razón, durante todo el tiempo que he estado en la ciudad su canción es la mejor que he escuchado-

-Gracias por el halago, quizás ¿te gustaría estar en nuestra próxima reunión? Las nuevas ideas siempre son bienvenidas - sugirió de buena fé.

Cuando su hermana le contó por primera vez sobre la chica inusual que había llegado a la ciudad, el no presto demasiada atención, conforme los días pasaban las historias de Juleka estaban llenas de aquel nombre "Marinette", "Marinette se equivocó en la cuenta otra vez", "Marinette se tropezó con la bandeja", "Marinette puso en su lugar a un grupo de hombres", "Marinette llegó tardé", "Marinette hizo unas deliciosas tartas" y mucho más, en verdad esperaba el momento de conocerla, ahora que la tenía delante comprobaba por si mismo porque le caía tan bien a su hermana, así que quería conocer más sobre ella.

-Me encantaría, ustedes solo díganme cuando y donde, yo llegaré - acepto gustosa la invitación, quizás un poco de distracción era lo que necesitaba para refrescar sus ideas y encontrar una manera de volver.

-Genial, ya solo le- no pudo terminar la oración cuando alguien se sentó a su lado.

-Chat- la voz de la chica era una mezcla de alegría y asombro, no esperaba verlo de nuevo tan pronto, mucho menos ahí.

-Buenas noches Princesa- saludó a la chica con una sonrisa que la ruborizó, aunque claro que él no lo noto.

-Luka- saludo con un gesto de cabeza al nombrado, quien se encontraba sumamente serio.

-Chat Noir- respondió secamente sin girar a mirarlo.

El ambiente entre ambos era claramente tenso, Marinette lo noto de inmediato por lo que decidió intervenir.

-Si quieres cenar Nino o Alya te atenderán pronto- mencionó al héroe en un intento de que se fuera de la barra en busca de sus amigos.

-Esta bien, puedo esperarte, por ahora un trago suena bien- la miro divertido, no se liberaria tan fácilmente de él.

Ella lo fulminó con la mirada mientras le servía un tarro de cerveza, por su parte Luka fue quien decidió ceder.

-Debo volver con la banda, te mandaré los detalles con Juleka- hablo mientras se levantaba de su asiento.
-Un placer hablar contigo Marinette, nos vemos después- se despidió de ella con una sonrisa y haciendo caso omiso de Chat se retiro de ahí.

Perdida en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora