Para que sirve decir lo que fuimos, si ya no somos.
Ruinas de: Mario Benedetti
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♡ León Pov ♡
- ¡ Loma !
- Princesa ¡¿ Cómo estás ?!
- Te extañé - miro como Roma sonríe.
- Yo también princesa ¿ Quieres ir a ver los patos?- ¡ Patos ! ¿ Puedo papi?
- Claro princesa.
Toma a Love pero su mano roza con la mía, nos miramos pero retira la mirada tomando a Love.
- Roma ...
- No León, cuando te metas en tu cabeza que yo no soy ella y seas capaz de confíar en mi, me buscas, porque de desconfianzas ya me cansé - da media vuelta y se va - Blanca mira a esta niña que preciosa es.
Esto no será fácil.
Recuerda lo que te dijeron los chicos: nunca subestimes la capacidad de Roma de hacer como si nunca te hubiese conocido.
Voy hacia la piscina y me siento en la tumbona mientras los chicos y Love juegan en la piscina con un salvavidas de pato.
* sonido de notificación
Abro mi móvil y son dos frases del bloc One day:
Si no dejas de fingir, nunca dejará de doler y nunca te podrás curar.
Si no curas tus heridas, sangrarás sobre personas que jamás te hirieron.
A veces siento que la escritora de ese Bloc me lee la mente.
- Eh Bro, Aidan y yo vamos a traer bebidas ¿ Quieres algo ?
- No - se van dentro de la casa.
-¡ Ahh! - grita alguien y me asusto.
Miro a la piscina.
¿ Dónde cojones está Roma?
Voy hacia la piscina y mierda, Roma se está ahogando.
Me tiro de clavado en la piscina y la saco inconciente, empiezo a realizar las reanimaciones pero no responde, uno, dos, uno, dos, le realizó respiración boca a boca y nada.
- Mierda Roma, despierta - uno, dos, uno, dos - mierda que despiertes - le doy con el puño en el pecho y reacciona botando el agua.
- ¡¿ Que pasó?!
- Aidan saca a Love de la piscina, yo llevaré a Roma a la habitación.
- No necesito tu ayuda, puedo llegar sola a mi habitación.
- Roma no voy a discutir sobre tu salud - la cargo en brazos - ¿ Cuál es tu habitación?
- La de la puerta rosada - me contesta de mala gana.
Abro la puerta y la dejo en la cama buscando las toallas en el baño y cuando salgo, Roma está desnuda, joder.
- Podrías dejar de mirarme y darme la toalla - se la extiendo, se seca y va hacia el armario colocándose un vestido.
Dios dame la fuerza que no tengo para no ir, quitarle ese vestido y hacerla mía en el puto escritorio, amén.
- Gracias por rescatarme, ya te puedes ir.