Primer libro #1.
Harry Potter está destinado a ser el rey, a hacer grandes cosas, a obtener un gran poder; que aunque no lo quiera, lo necesita para su supervivencia y la de sus seres queridos.
Los personajes y el ambiente pertenecen a J. K. Rowling...
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El mago traidor se encontraba encerrado en una celda, temblando por lo que le depararía el futuro. Estaba seguro de que se pudriría en Azkaban.
Una bola de niebla negra se adentró en la celda y el animago sintió algo de alivio. Esa era la manera en que los Mortífagos y su mismo señor se transportaban.
Pero cuando las brumas se hicieron sólidas, su cuerpo comenzó a tiritar de nuevo por el nerviosismo. La persona que había ahora a su lado no era ningún Mortífagos, ni mucho menos su señor. El mago a su lado era el mismísimo Niño Que Vivió.
—Hola Peter.
El prisionero sintió escalofríos por el tono tenebroso del chico.
—H-harry, po-por favor, tienes que... tienes que cr-creerme —Tartamudeaba la rata animago—. Yo no quería, él me obligó...
—Sí, sí, sí... —dijo el azabache con suspenso—. Eso lo averiguaré yo mismo...
Pettigrew no entendió como Harry haría eso, mostrándolo en su expresión de confusión, la cuál cambió repentinamente cuando el ojiesmeralda lo apuntó con su varita, causándole temor.
—»Legeremens.
Harry se adentró en la totalidad de la mente del animago, dando un paseo por todos sus recuerdos y memorias. Su sonrisa se hacía cada vez más grande mientras iba descubriendo cosas.
Finalmente Harry salió de la mente de Pettigrew, y borrando de sus recuerdos su breve encuentro, su cuerpo se envolvió en brumas y desapareció de la celda.
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—¿Es totalmente necesario? —Cuestionó Harry hacia Amelia Bones y Madame Marchbanks.
—Está especificado en los códigos de vestimenta hechos por el mismo Merlín, Señor Potter. Debe ir conforme su posición dicta: el de príncipe de nuestra nación —dijo Madame Marchbanks.
—¡¿Nación?! —exclamó Harry sorprendido.
—Necesita saber muchas cosas, Señor Potter —dijo Amelia—. Poco después de la sesión donde usted fue declarado príncipe del Wizengamot, aparecieron una serie de escrituras del propio Merlín explicando muchas cosas en referente a usted y la nación.
