Primer libro #1.
Harry Potter está destinado a ser el rey, a hacer grandes cosas, a obtener un gran poder; que aunque no lo quiera, lo necesita para su supervivencia y la de sus seres queridos.
Los personajes y el ambiente pertenecen a J. K. Rowling...
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—No la puedo aceptar, Harry —negó Ginny.
—Vamos, Ginny, acéptala —pidió el ojiesmeralda.
—Es que esto es muy caro, debe costar una fortuna —replicó la chica.
—Oye, no te preocupes. Ya no soy parte del equipo, y ahora tú eres la buscadora de Gryffindor. Necesitas una buena escoba.
Ginny estaba dubitativa, y miraba la escoba directamente.
—Pero fue un regalo de tu padrino, Harry. No puedo aceptarla.
Harry estrechó a la niña contra la pared, mientras la escoba se mantenía elevada en el aire junto a ellos. El azabache acercó su cara hasta estar a centímetros de la contraria. Ginny jadeó al sentir la respiración de Harry mezclándose con la suya.
—La aceptarás. Es un regalo mío para tí... Y sin réplicas... —susurró Harry en la oreja de la niña—. Ahora todo lo mío es tuyo, así que es como si aún fuera mío, y como yo no la necesito pues la usarás tú... Además, si la llegará a requerir en algún momento estoy seguro de que estarías dispuesta a prestármela.
—Está bien —respondió la chica irritada—. Ahora solo cállate y bésame.
Y así lo hizo Harry.
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Ginny despegó del suelo y la Saeta de Fuego se levantó más rápido que ninguna otra escoba. Planeó por el estadio y empezó a buscar la snitch, escuchando todo el tiempo los comentarios de Lee Jordan, el amigo de los gemelos Fred y George:
—Han empezado a jugar y el objeto de expectación en este partido es la Saeta de Fuego que monta Ginny Weasley, del equipo de Gryffindor; un generoso regalo de nuestro príncipe Harry. Según la revista El mundo de la escoba, la Saeta es la escoba elegida por los equipos nacionales para el campeonato mundial de este año.
—Jordan, ¿te importaría explicar lo que ocurre en el partido? —interrumpió la voz de la profesora McGonagall.
—Tiene razón, profesora. Sólo daba algo de información complementaria. La Saeta de Fuego, por cierto, está dotada de frenos automáticos y...
