Capítulo 20 - Potter Manor

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Los tres se quedaron paralizados, con los ojos totalmente abiertos en estado de estupefacción

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Los tres se quedaron paralizados, con los ojos totalmente abiertos en estado de estupefacción.

Esto era prácticamente un palacio. No era tan grande como uno, pero lo parecía.

Lo primero que Harry se quedó contemplando fueron las magnificas escaleras. Estaban a los dos extremos de la gran habitación, junto a las paredes. El lado opuesto al muro donde se encontraban hechas bajaba en una curva que era delimitada por un hermoso barandal de lo que Harry supuso era plata, haciendo los escalones cada vez más largos hacia los lados, los cuales estaban recubiertos por una impecable y gruesa alfombra de color rubí.

Los barandales de cada escalera subían y se encontraban con cada uno de los extremos de un gran y largo barandaje que delimitaba el largo pasillo del piso superior. Unas veinte personas se podrían parar en ese lugar y observar claramente todo lo que sucedía en el gran salón de abajo.

Todo esto se ubicaba hacia el lado izquierdo de la puerta por la que entraron. En el lado derecho había una inmensa chimenea de piedra oscura que subía hasta tocar el techo (o a lo mejor solo hasta el piso superior). Junto a esta había un juego de muebles de color blanco con borde plateado, y una mesita de té de un brillante y pulcro vidrio sostenido por una madera oscura. Todo esto sobre una alfombra circular del mismo color rojo que el de las escaleras.

Harry supuso que todo esto era solo donde se recibían las visitas. Pero no pudo seguir observando porque un gran plop sonó, haciéndolo sobresaltarse tan solo un poco, para después observar a más o menos unos treinta elfos domésticos que lo reverenciaban felizmente.

—El joven amo Harry por fin ha llegado, por fin ha vuelto a la mansión después de tanto tiempo -profirió entusiasta el elfo que se situaba en el centro, justo frente suyo.

Harry se quedó pasmado por unos cuantos segundos, para después sonreír y luego dirigirse a él.

—Me alegro de estar aquí, ¿Cómo es tu nombre?

—Kreaby, joven amo Harry, para servirle —respondió entusiasta haciendo varias reverencias.

—Espero que no hayan tenido muchos problemas, han pasado mucho tiempo solos —dijo Harry con una sonrisa—. Quiero que cada uno de ustedes me diga su nombre y de qué se encargan.

Todos los acompañantes del chico solo se quedaron allí parados mientras Harry preguntaba a cada uno de los elfos su nombre y de qué se ocupaban en la mansión. Ron veía todo con impresión, mientras los guardianes de Harry no tenían ninguna expresión en particular. Hermione en cambio, veía a Harry con los elfos de una manera escandalizada.

—Harry, debemos seguir, Potter Manor es inmensa y debemos mostrarte todo —Lo apuró John—. Pasaremos Yule aquí y todo el resto de las vacaciones. Tengan todo como debe de ser. Aun no hemos almorzado, estaría bien que prepararan algo —Esta vez se dirigió a los elfos.

Harry Potter: El Príncipe Mago #1 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora