6._Final

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Al despertar Ángel se sintió muy diferente. Algo en él era diferente.Ver a Margaret dormida entre sus brazos lo complacio. La apretó contra él, respiro sobre su cabello,la acaricio y de haber podido detener la vida en un instante hubiera sido en ese,pero el tiempo avanza inclemente y debía volver a la realidad. Una realidad que de pronto se le hizo más cruel. Porque esa, que fue su mujer esa noche,
volvería a los brazos de otro y no de un sujeto cualquiera. No podía tolerar imaginar a Margaret entre las manos de Whiss.

-Huya conmigo-le dijo cuando notó que ella despertaba-Vayamonos juntos de este inmundo lugar...

Los días retomaron su curso. Nadie podía imaginar que sucedía en esa habitación tras el tapete. Sus encuentros en la cama no eran seguidos,pero continuaron sucediendo al amparo de meriendas que se enfriaban sobre la mesa. Es que se necesitaban desesperadamente. El uno sin el otro era como un cuerpo al que le arrancaron brazo,una pierna y un ojo. Mientras que juntos eran monstruosos. Juntos lo eran todo.      

Whiss no tardo nada en notar el cambio de actitud en su esposa. Si antes era reacia a estar con él, despues de esa noche Margaret sencillamente no soportaba que la tocara. Pero él lo hacia de todas formas,esperando un quiebre en esa pared que se habia convertido la piel de su espoda. A veces lograba optener un gemido,un suspiro y una caricia,pero ya no le cabían dudas.Ella tenia una aventura. Un día le tendió una trampa. Salio temprano,como siempre,pero se escondió en la habitación de al lado y espero a que ella dejara su habitación con intención de seguirla. A media tarde en lugar de dejar la casa, Margaret camino con una charola hasta el final del pasillo. Whiss palideció al verla entrar allí. No dudo en ingresar en el lugar,tan impasible como siempre y los miró sentados en la cama,el uno frente al otro,tomados de la mano.

Los ojos de Ángel se abrieron a más no poder al ver allí a ese hombre. Su corazón pareció crujir cuando una mezcla homogénea entre enojo,
tristeza y sorpresa lo sacudió violentamente. La primera vez que lo vio no sabia quien era,pero en ese momento,Ángel sabia que ese individuo era su padre.

-Buenas tardes-dijo Whiss-No sabia que conocías a este joven,querida.

No sabían que decirle. Se quedaron quietos mientras Whiss iba hacia ellos. Eso ocasiono que Margaret,se pusiera de pie delante de Ángel. Por alguna razón temió que su esposo le hiciera algo malo al muchacho,que rápidamente cambio de lugar con ella, para dejarla a su espalda.

-Te pido que te retires. Esta es mi habitación-le dijo Ángel.

-Desde luego. Margaret,acompañame por favor-le pidió Whiss y ella avanzo hacia él,con timidez,pero se desvaneció súbitamente cayendo en los brazos de Ángel.

Dai subía la escalera cuando vio a Whiss bajando y cargando a Margaret. Ángel iba tras ellos,pero Dai lo tomó del brazo para preguntarle que había pasado a lo que el muchacho,no respondió. Sus piernas se doblaron, su mano derecha fue a su pecho y dio un ronco grito de dolor.

Cuando el joven despertó,su abuelo estaba de pie frente a la ventana,con las manos en la espalda y una gélida mirada. De inmediato el chico le preguntó por Margaret a lo que Dai le dijo que ella estaba bien,pero que no podía volver a visitarlo.

-Esta embarazada-le explico Dai con calma-Debe tener unos dos meses-agrego y miro fijamente a su nieto.

-Dos meses-repitió sintiendo un escalofrío.

-Dime una cosa Ángel ¿A qué tipo de pasatiempos se entregan tú y Margaret,a solas en esta habitación?

Lo sabia. Su abuelo lo sabia todo. Ángel conocia lo bueno que era Dai, para recabar información con mínimos vestigios.        

-Sólo pasó...Unas veces-dijo en voz baja-Ella...Yo...

-Ya eres un hombre. Entiendo.

-Ese bebe...-musito Ángel,aun conmocionado,pero con una sonrisa.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora