Sangre

4._Buenos dias.

Whiss cambio de posición en la cama y se quedo viendo la limitada panorámica, que ofrecía la ventana de su habitación,con una expresión meditabunda. Solto un largo suspiro y miro a su esposa,durmiendo,a su costado. Fue una noche muy extraña para él.

Titubeo cuando la tuvo en frente. Vados apareció en una figura fantasmagórica que la voz de Margaret desintegró. Volvió en si. La miro con vacilación. Ella esperaba dulce y grácil.Cuando le soltó el cabello se estremeció. Le quito ese vestido blanco  con encajes y bordados a mano.Lo mismo hizo con las enaguas que venían debajo, como quien deshoja una rosa pétalo por pétalo hasta llegar a su centro y ahí:el abismo de un universo completamente nuevo. La miro con renovado a sombro. Esa piel lechosa donde el crusidico de oro relucia lo amedrento.Dudaba.Es que no había mirado a otra mujer asi, jamas.

Desde sus 13 años sólo beso una boca y recorrió una piel.

Desde que recordaba,Vados siempre estuvo ahí. La que lo cuidaba cuando se enfermaba,la que le cocinaba lo que le gustaba o defendía de sus hermanos mayores e incluso de su padre era Vados. Ni siquiera tenia memorias de su madre y muy pocas de de sus otras hermanas. Sólo Vados siempre ahí,con él y para él.

Su primera vez con ella, fue atolondrado. Es que estaba tan aturdido que apenas si era capaz de seguir las instrucciones que su hermana le daba. No estaba seguro de como o cuando empezó a sentir esa atracción por ella. A veces iban a bañarse al rio y lo hacían solos, desnudos. A ella no le gustaba que alguien más los acompañara o que alguien más estuviera cerca de él y a él, pues...Vados le era todo. Pero eso cuando era un niño. Al llegar a la adolescencia las cosas cambiaron un poco. Él se fue a estudiar al mismo internado que Sour y allí,con los otros chicos, un mundo nuevo se le abrió a partir de esos libros prohibidos por los parracos y que era un reto meter en los dormitorios. La instrucción sexual fue amplia y severamente castigada más de una vez. Sus amigos y su hermano metieron los libros bajo su cama,por lo que paso una semana a pan y agua,encerrado en su habitación. Pero no sólo ese conocimiento se amplío.Pronto entendio que lo que tenia con su hermana, era un tabú.  

Pero no era algo tan singular en las familias,según él. A veces oía comentarios como:"mi prima es una mujer bellísima, sino fuera mi sangre..." Sangre.Era eso lo que detenía a sus compañeros se caer en la tentación de tocar a sus primas,tías o hermanas. Desde su punto de vista,la atracción entre miembros de la misma familia era común,pero la moral castigaba aquello con el argumento de la sangre. Él en cambio,no tenia problemas con eso.

Su hermana le gustaba,dormía con ella y eso era todo. Los demás lo hacían con prostitutas o chicas de moral decadente;él lo hacia con su hermana a la que ademas quería mucho,lo conocía bien y todo eso. De adolescente la venero prácticamente, pero con el tiempo ese devoto amor fue mitigandose hasta pasar de ser una ardiente hoguera a unas brasas incandescentes que ella lograba encender en fuego,cuando estaban a solas. Mas el único problema era que Vados se había casi obsesionado con la idea de darle un hijo. Algo que Whiss nunca pidió. De hecho le dijo lo mismo las cinco veces que ella se embarazo. Que fuera con la partera y se hiciera "el remedio". Ellos no podían tener hijos ¿Cómo lo iban a criar? Pero Vados necia en el asunto.

-Somos hermanos,nuestros hijos no prosperaran-le dijo la segunda vez que su hermana se embarazo de él.

Pero Vados no escucho. No supo si le hizo caso o no,mas de ese embarazo no volvio a hablar. Él quería que las cosas siguieran como hasta entonces.No le importaba que Vados durmiera con otro,pues es asi como debía ser.Él podia verla clandestinamente las veces que quisiera. Ahora que él también debía tener una vida normal, para tranquilizar a su padre. Busco una mujer dócil,manejable a la que no sólo llegaria a enamorar sino que se aseguraría de que lo idolatrara. Así podría hacer lo que quisiera y ella seguiría a ahí,pero Margaret...Ella era algo diferente a su idea inicial.

La tomo esa noche y la tomaría otras noches, porque era su esposa y eso debía hacer. Tarde o temprano quedaría embarazada y eso llenaría de alegría a la familia. Con algo de suerte Margaret, moriría durante o después de dar a luz. Quedaría viudo con un hijo,por lo que podía decir que sólo quería dedicarse a su retoño y así no volvería a casarse.Whiss no solía complicarse las cosas. Seria bueno y amoroso con ella, como un acto de caridad y correspondiendo a lo útil que le era la mentira de su matrimonio. Pero probar la textura de otra piel,el sabor de otra mujer,oír los gemidos y suspiros de una voz diferente,lo agito de una forma extraña ¿Sentiría Vados lo mismo al dormir con su esposo? Se pregunto esa mañana. Tal vez, se respondió y tras lo planeado,salio.

Cuando Margaret se despertó,lo hizo cubierta de pétalos de rosa. En la mesa de noche una romántica nota y en su memoria el desconcierto. Ella sabia poco o nada de la conducta de un hombre en la cama. Tontas fabulas de serpientes y cuevas que las monjas le contaban,mas la forma en que él la tomo fue bastante singular. No sabia si fue bueno o malo,si lo que sintió era lo que debía sentir. Estaba confundida, pero se sentía tan feliz de haber encontrado el amor en alguien como Whiss,que sus dudas fueron desapareciendo.

El flamante esposo salio por algo que pensaba darle a Margaret y Dai subió la escalera tan pronto lo vio salir. Llevaba un plato con un trozo de pastel y subio la escalera para caminar,con una mano en la espalda, hasta el tapete al final del corredor. Se metió bajo el y saco un racimo de llaves para meter una en la cerradura y abrir la puerta.

-Buenos días-le dijo a un joven que leía, acostado en la cama.

-Buenos días-les respondio una voz cansina.

-Te traje algo del pastel de bodas. Espero te guste-le dijo Dai mientras el muchacho lo recibía.

-Gracias...

-¿Cómo te sientes hoy?

-Cansado...

-Mi pequeño Ángel,no te esfuerces demasiado-le dijo Dai y le acaricio el cabello mientras él, se llevaba una cucharada de pastel a la boca.