20._Hermanos

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-No.No esta bien-le dijo la muchacha e intento levantarse,mas él la sujeto por la muñeca-¡Ángel!

-Cada día de mi vida es un milagro. Tres años, cuando mucho,dijeron viviría,pero supere esa expectativas, mas siempre temo morir. Sin embargo,a veces, deseo la muerte y ser libre ya de dolor,soledad y miseria.Pero como todos temo a la hora de entregarme a ella-le dijo-Puede que esta nueva medicina me ayude o puede que no y sino...

Margaret volvió a sentarse sintiendo la añoranza de Ángel. Había en esa petición algo intenso,profundo y que le provoco una sensación conmovedora como tambien nostálgica. Algúna vez, Margaret, pensó que nunca se iba a enamorar y aquello le causaba una enorme tristeza. Era una niña que desconocia lo terrible y oscuro que puede ser el amor. No sabia de como ese sentimiento se puede ensuciar y torcer al punto de dejar de ser algo bello y pacifico, para volverse un huracán capaz de destruir todo. Ángel aun tenia esa inocencia en que el primer beso, se asemeja más a un caramelo difícil de comprar que a aun acto de amor salpicado de deseo y lujuria,al menos así le parecía a Margaret.

-Esta bien-le dijo tras su breve reflexión-Sólo un beso.

Las manos de la muchacha se apoyaron a los lados de las piernas de Ángel y se inclino hacia delante lentamente.Tanto como pudo para luego quedarse allí. El corazón de Ángel se agito violento y por un instante se arrepintió de haber pedido algo como eso.Ahi estaba y sólo debía tomarlo.Se lo estaban dando. Se reclino hacia ella y a centímetros de aquella boca,cuando ella cerro esos parpados,Ángel trago saliba o lo intento. La miro y llevó sus labios a los de ella, con la ligereza de una pluma. Fue un beso breve y superficial, pero Ángel sintió estar ante las puertas de la verdad y tuvo miedo. Desde sus labios una onda de calor se expandió por todo su cuerpo,
como desprendiendo una capa de escarcha de su ser. Sintió el impulso de tocarla e indagar más allá. Casi sin darse cuenta llevo una mano a la espalda de Margaret,quien retrocedió un poco,sin lograr escapar de un segundo beso que la hizo abrir los ojos,en un anhelo de ver aquel rostro y hayando oscuridad.

-Gracias-le dijo Ángel,mientras apartaba su mano de ella.

Más tarde cuando Margaret iba por el pasillo a su habitación, se detuvo a medio camino y llevó su mano a sus labios. Ese beso le causo algo muy distinto a cualquiera de los besos de Whiss,que era la única persona que habia besado. Ni siquiera el primer beso con su esposo le provoco esa agitación en la espera y ese calor en las mejillas. Claro que ahora sabia Whiss no lo amo jamas y por tanto ese beso,como todos los demás, estaban desprovistos de sentimientos. Ángel, en cambio,le había tomado cariño y ella a él. Se hacían compañía el uno al otro y eran cómplices.

Lo habían acordado,aunque Ángel prefería quedarse atrás según lo que Margaret intuía. Sabia que era hijo de Whiss, pero entre más tiempo estaba con él, menos comprendía como un joven con esa madurez y esa sensatez, que se debatía con la ingenuidad propia de la edad,podía ser hijo de un ser tan desagradable como su esposo.Suspiro y continuo abanzando con la mano en la pared. Al llegar a su habitación,el aroma de las flores llamo su atención. El saludo de Whiss también. Sonó más jovial y menos formal.Amoroso incluso.

-Son para tí. Pasas mucho tiempo encerrada aqui.Pensé que alegrarian un poco el ambiente-le dijo su esposo.

Margaret las recibió de buena manera,pero se mostró indiferente a Whiss. Se sentó en la cama,con las flores, entre las manos.Se quedo allí en silencio.

-¿Haces mi cautiverio más agradable?-le pregunto la muchacha-No te esfuerces.No hace falta.

Ambos callaron hasta que Whiss le dijo:

-La deje.Términe todo con Vados.

-Eso no durara. Eres un esclavo de su entrepierna y ahi volverás para no sentirte solo y abandonado.

-No estoy solo...

-¿A quien tienes Whiss? ¿Tu padre? el seguro te tiene cerca como se tiene a un perro enfermo al que se le arroja comida por caridad ¿Tus hermanos? No están aqui. En cuanto a mi,me tuviste,pero ahora me repugnas.Te odio Whiss ¡Te odio más que a nadie en este mundo! Te odio y me da nauseas que me hagas dormir en la misma cama contigo.

-Lo siento-le dijo Whiss, después de oir esas palabras y pegar la espalda al muro-Yo quería...

-Usarme y lo haces-le dijo Margaret-Me usas y no puedo evitarlo.

-Soy desdeñado por todos,dices.Tienes razón-le respondió Whiss-¡Si, tienes razón! Pero todos aquí estan manchados con sangre de algún modo.Sólo tú y este niño que cargas son inocentes en esto.Si acaso ahora llevas una mancha es por mi culpa. Pero,aun si me odias,te pido...No me dejes solo ahora.

Aquella petición borro la respuesta que había pensado Margaret. Sintio como él se hincaba frente a ella y le tomaba las manos.

-Si,por soledad volveré a ella.S
iempre ha sido así.Desde que era un niño.si me dejas solo la buscare y seguiré atrapado en su falda y seguiré adormecido por su perfume que me intoxica y seguiré siendo un amoral...-le dijo con ansiedad-ayudame...no me dejes solo. Cuida de mí por favor y yo cuidare de tí..

Apoyo su cabeza en el regazo de la muchacha y ahí se quedo,abrazado a las piernas de ella,esperando una señal de su esposa. Una mano dudosa se poso en sus cabellos blancos y los acaricio gentil. Se sonrio satisfecho. Quería a esa mujer cerca de él aun que aun no estaba seguro del porque, mas traía una sospecha;casi una certeza y todo eso era nuevo y confuso,pero la tendría con él,así no ella no lo qusiera.Con paciencia era posible que un dia...Aveces se imaginaba cargando al bebe incluso...era muy confuso todo eso, mas se sentía bien.

Margaret no quería problemas. Menos en ese momento. Pensaba huir de esa casa y esa familia junto a Angel,mas si él no se atrevía lo haría sola. Todo estaba ya en marcha. Las cartas fueron entregadas hábilmente por la muchacha. Era sólo cosa de esperar sin levantar sospechas.

-Esta bien-le dijo-Cuidare de tí y tú de mi.Seremos...Como hermanos.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora