26._Crucifijo.

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Un frío intenso bajo por la espalda de  Margaret, cuando se dio cuenta que  Vados cargaba a Ciel. Se levanto cautelosamente hasta quedar sentada en la cama y con cuidado descubrió sus piernas para levantarse,entonces Vados retrocedió.

-Tiene tus ojos,Margaret-comentó la albina-¡Que desagradable!

-Dame a mi hija-le dijo la muchacha bastante nerviosa.

-¿Tu hija? No es sólo tuya,querida.
También es de Whiss ¡Mí,Whiss! Y tú me lo quitaste ¿Por qué lo hiciste? Él era todo para mi y yo todo para él ¡Hasta que tú llegaste! Pero él no te ama.Nunca lo hizo y aun así le pariste un hijo.Un hijo sano y no moriste en el proceso-agregó con desprecio.

El odio,el resentimiento y una nota de algo que escapaba a la razón, en la voz  de Vados tenían a Margaret aterrada. Se levanto despacio y dio un paso hacia ella con las manos extendidas.

-Por favor...Dame a la niña-Suplicó.

-¡No!..No...Es mía ahora. Tú puedes parir otros,yo no.Con ella,Whiss y yo seremos una familia finalmente.
Felices...Los tres...Al fin.

-No me interesa Whiss,vete con él si quieres,pero dame a mi hija.Vados, te lo ruego-le dijo Margaret suplicante.

-Lo siento mucho-le dijo Vados con desdén,al verla caer de rodillas al piso-Sólo mírate,tú no podrías cuidarla. Estará mejor conmigo. Lo de los ojos se puede arreglar.Tú vives bastante bien para estar ciega.

Aquellas oscuras intenciones inyectaron en Margaret, un golpe eléctrico que le dio la fuerzas para ponerse de pie e intentar recuperar a su hija,pero Vados le dio un golpe fuerte en el costado de la cabeza,a la muchacha,quien cayó como un árbol al piso, azotando la cabeza violentamente.Quedo bastante aturdida,pero lograba oir los pasos de Vados y el llanto de la bebe que fue dejada en la cama.

-Me hiciste mucho daño. Mucho daño realmente y no esta bien que me vaya sin cobrarte el sufrimiento que me causaste.Eres tan buena-le dijo con ironía-Sguro iras al cielo.Ten calma.
Todo terminara pronto, Margaret.

-¡Estas loca!-le dijo la muchacha.

-¿Loca? No estoy loca. La loca era mi madre,yo sólo estoy dispuesta a todo por conseguir lo que quiero. Ya tengo a Whiss,él me esta esperando en el carruaje para partir al puerto ¿No me crees? Llámalo entonces ¡Grita para que venga en tu auxilio! No lo hará-le dijo al tiempo que se inclinaba sobre elLá, para darle una bofetada que se sintió como un puñetazo.

Vados se monto sobre Margaret para seguir golpeándola,sin piedad, sacando ventaja de que ella no estaba en condiciones de defenderse. El llanto de Ciel,aumentaba conforme los golpes de Vados se tornaban más violentos. La nariz de Margaret sangraba y tenia el labio inferior reventado,fueron varios los minutos que aquella tortura se prolongó. La joven ya no sentía nada,era como una muñeca. Las palabras que Vados le decía,ni siquiera las oía.

Era pasado medio día y Ángel iba a ver a Margaret,media hora antes del almuerzo todos los días y ese día tenia algo muy importante que decirle,algo que había estado guardando celosamente. Apoyado en su elegante bastón caminaba por el pasillo y el llanto del bebe fue algo que le llamó la atención.Lo que vio desde la puerta no se lo espero jamás, pero no dudo en actuar y tomar por el cuello a Vados, para quitarsela de encima a la muchacha. Lo logro usando su propio peso para empujar a su madre hacia atras y luego a un costado,mas la fuerza que Vados tenia exaltada, producto de su rabia, le permitió soltarse del agarre de Ángel y apoderarse de su baston para,sin clemencia,azotar aquel objeto en la espalda del muchacho.

Apenas en ese momento,la albina,se dio cuenta de a quien había golpeado y quedo pasmada. El bastón aun lo empuñaba en amenaza,pero no podía moverse.

Margaret no sabia que pasaba,no lograba oír bien,pero estaba segura de que había alguien más ahi. Estaba muy mal. Había dado a luz apenas hace tres días lo que la dejo bastante débil,sumado a los golpes que había recibido,tenia suerte de mantenerse consciente. El instinto la llevó a arrastrarse en busca de su hija,pero en su desorientación termino alcanzando la mano del muchacho que permanecía de bruces en el piso.

-¿Ángel?-murmuró. Sus manos eran inconfundibles.

-Margaret...-le respondió él y se incorporo para ayudarla a lograr arrodillarse.

Ver como ese muchacho trataba a esa mujer le causo una profunda incomodidad a Vados. Se quedo quieta mientras los veia levantarse.

-¿Donde esta Whiss?-le pregunto el joven a la muchacha.

-No lo sé...

-Él esta esperándome fuera para irnos de una vez-le señalo VVadÉ, con triunfo.

-¿Cómo te atreviste a hacerle esto?-le pregunto Ángel al mirar el rostro de Margaret-No eres más que una mujer miserable,Vados. Tu sonricita irónica no es más que una mascara para esconder la miseria de tu ser ¿Te sientes bien por haber golpeado a una mujer que no podía defenderse? ¿Tu envidia esta más tranquila?

-¿Envidia de esta pobre ciega? ¡Que ridícules!-exclamó- Denme a la niña y me iré de inmediato.

-Estas loca si piensas que dejare que te lleves a mi hermana.

-¿Tu hermana? Esa niña no es tu hermana.

-Es hija de Whiss y él es mi padre. Claro que es mi hermana,así como yo soy tu hijo aunque renieges de mí-le dijo Ángel poniendo a Margaret a sus espaldas.

-¡Cállate! ¡Gú no eres mi hijo!-le grito y cual si hubiera sido victima de una flasfemia,se lanzo sobre él,con el bastón con la intención de darle un golpe.

Ángel empujo a Margaret al piso y el logro sujetar el bastón en el aire quedando en una contienda con su madre.

-¡Margaret,corra!-exclamó el joven y la muchacha busco la cama para tomar su bebe y huir.

Al ver las intenciones de ella,Vados empujo a Angel con violencia logrando derribarlo y al verlo en el suelo alzo el bastón para dejarlo caer sobre él.

Su agudo oído,del lado derecho, regreso para suerte de ambos. Escucho el roce de la ropa de Vados y sus pasos así como la caída de Ángel. Fue como si hubiera ocurrido en otro tiempo, uno más lento que le permitió a Margaret darse la vuelta,arrancar el crucifijo de su cuello e incrustar la parte inferior de este en el costado de la albina,haciendo acopio de todas sus fuerzas. Logro atravesarle la ropa y cuando el olor metálico de la sangre inundo el ambiente,Margaret movió el crucifijo hacia un lado agrandando la herida.  

Vados dejo caer el bastón. No grito y si le dio a Margaret un empujón desprovisto de fuerza,pero que logro tirarla al piso.

Por la escalera,aquel individuo subía con el revolver en la mano. Hizo una pausa para limpiarse la sangre que le escurría de la boca y continuo hacia aquella habitación.  

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora