24._Nacimiento

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Pensaba envenenarlo lentamente, pero la suerte la favoreció,aquel hombre murió de un ataque cardíaco. Whiss no fue al funeral como si lo hizo su padre y Korn.

Por esos días era Margaret,su única preocupación y pasaba con ella bastante tiempo. La muchacha estaba lánguida y cansada.Dormía casi todo el día y cuando estaba despierta sólo a Ángel la hacia sonreír. Con él,ella era como cuando Whiss la conoció. Una muchacha dulce y alegre,a la que todo la sorprendía. Ángel le leía o le llevaba fruta fresca que le daba en rebanadas. Verlos era como ver dos enamorados y él;el mal tercio. No le gustaba verlos juntos,no le gustaba que ese,le tocara la pancita y  menos que pegara su oído allí para escuchar al bebe.No le gustaba oirlos reír y en ocasiones sentía ganas de tomarlo por el brazo y sacarlo,pero no se atrevía.

Ángel estaba más fuerte cada dia. La nueva medicina funcionaba y hasta comía más,claro que él jamas podría correr,por ejemplo,pero usaba un bastón para ayudarse a caminar y eso era un progreso. Era la mejoría en la salud de Ángel lo único bueno que Dai, veía en todo lo que pasaba.

Después de la muerte de su esposo, Vados pareció rejuvenecer. Se veía más contenta y ni siquiera llevaba luto o guardo las reservas necesarias por ser una viuda. Busco a Whiss en una ocasión,allá en su hotel,pero no lo encontró. No le dio importancia y siguio con lo suyo: vender las propiedades que heredo de su esposo. Dos casas y una industria textil que liquido a menos del valor que tenia. Compro dos pasajes en barco a otro continente y se registro en la nomina junto a su esposo e hijo.

Korn fue nombrado por Margaret como su representante legal por medio de cartas y documentos que Ángel,consiguió con ayuda indirecta de su abuelo. Dai sospechaba,pero callaba. Si la muchacha quería divorciarse  estaba en su derecho y en cuanto a su nieto,seria fácil quitárselo eso si sobrevivía el parto. Lo único que lamentaba era la suerte de Ángel, estaba perdidamente enamorado de ella.

Un beso que fue muy poco y a la vez demasiado. Ángel la amaba profundamente,por ella quería ser fuerte y vivir para asi protegerla de todos los que la amenazaran,así le tocara enfréntar a sus padres. Pero algo más había surgido en esas semanas;el deseo de huir con ella. Antes no le hubiera molestado quedarse atrás,mas después de verla en peligro estaba decidido a ir con ella y cuidarla esperando que Margaret,un día,lo viera como un hombre. Mientras se conformaba con hacerle compañía tanto como pudiera.

Korn vendió varias propiedades de Margaret y puso el dinero en una cuenta a en el banco nacional, también compro una casa para ella, en su ciudad natal y allí contacto a la que fue la nana de la joven,para que se ocupara de la vivienda mientras ella llegaba. Tenia que prepararlo todo para que la muchacha lograra escapar,una semana después del nacimiento del bebe. La ayudaba porque la considero,desde el principio, una joven incauta que fue a caer en las manos del retorcido de su hermano. Además se le prometio una buena recompensa por su colaboración.

Asi pasaron casi dos meses.

Una tarde,Margaret estaba tendida en la cama temblando de frío. La chimenea casi se apagaba y Whiss apenas llegaba con algo de leña,para alimentar el fuego. La habitación entro en calor,no así la muchacha a quien Whiss le sujeto las manos entre las suyas.

-Estas helada-le dijo y ella sólo lo miro-Hasme un lugar-le señalo y ella, apenas si se movio,por lo que él tuvo que cargarla un instante.

Se recosto junto a Margaret,
abrazandola desde atrás,con cuidado. Su rostro sobre el de ella,sus manos envolviendo las de su esposa;ese frágil cuerpo que no tenia tan próximo  hace semanas,le causo un ligero temblor. Una sensación inquietante y agradable. La muchacha llevo su mano libre a su pecho y extrajo de allí el crucifijo para orar en silencio. Whiss se quedo viendo aquel objeto que él mismo le dio el día del compromiso.

-Creí que habías tirado eso-le comento algo sorprendido.

-Es mi cruz.Tú me la diste-le dijo Margaret-La conservo para orar a dios y pedirle que me de fuerzas para no morir al dar a luz como,tú quieres que suceda.

-No digas eso.No quiero que mueras-le respondió él-No quiero que mi hijo, nazca y se quede sin su madre.Se lo duro que es eso.

Margaret guardo silencio un momento.

-¿Alguna vez me quisiste,Whiss?-le pregunto aun temblando de frío.

-No estoy seguro-le contesto-Pero te vi y algo.Algo se agito dentro de mí.

Margaret se sonrió con desdén. En el ultimo tiempo,en ocasiones le daba la impresión de que Whiss,la miraba con cariño y eso la incomodaba bastante. El corazón de Margaret era habitado por otro y no se sentía orgullosa de eso,pues Ángel era sólo un muchachito. Había cumplido quince años no hace mucho,lo celebraron juntos. Además ella estaba casada y aun si lograba su cometido huyendo él con ella,volver a contraer nupcias con el hijo de su ex-esposo no se le hacia muy decente. Pero sentía por ese muchacho algo realmente fuerte,mas también creía que era producto de las circunstancias. De la soledad,del miedo y el dolor;preferia  callar.

Se cuestionaba también si realmente amo a Whiss o sólo se deslumbro por él. Vivió toda la vida sola,muy pocos hombres había visto en su vida como para estar segura. Ya no importaba, pero,a veces,en alguna breve ocasión esa sensacion que él le transmitía en los inocentes días,volvía. Como en ese instante en que la amparaba,con ternura, del frío. Durmió toda la tarde al abrigo de Whiss,pero al llegar la noche una punzada en el vientre la despertó bruscamente. Un minuto después,su esposo salia corriendo hacia la escalera gritando que fueran por el doctor,que el bebe ya iba a nacer. Dai envio al mayordomo por el medico y las mucamas corrieron a ayudar a la joven señora.

Treinta minutos después Whiss estaba parado fuera de su habitación y por primera vez su semblante estaba algo descompuesto y su postura delataba lo inquieto que estaba. Oía los gritos de Margaret y veía salir a las mucamas con trapos con sangres y más se alteraba.

-¿Siempre tardan tanto?-pregunto Whiss a la nada-Lleva más de una hora ahi dentro.

-Esta dando a luz no horneando galletas. Nunca hay un tiempo exacto. Tú naciste rápido,Mojito tardo horas-le dijo Dai que estaba sentado en una banca junto a la puerta.

Unos minutos después un llanto intenso quebró la noche y Whiss, entro sin más a la habitación,pero las mujeres lo sacaron y no lo dejaron volver a ingresar hasta media hora después.

Desde la puerta miro a Margaret más pálida que de costumbre y fatigada al extremo,aun asi tenia las fuerzas para cargar al bebe en brazos. Estaba envuelto en una manta blanca como el camisón de su madre y las sabanas impecables que tenia la cama. Parecían salidas de un sueño. Se acerco despacio hasta el borde del lecho y se quedo mirando al recién nacido hasta que el medico le dijo:

-Es una niña saludable,felicidades.

-¿Una niña?-dijo a media voz.

-Cargala-le señalo el doctor-A claro es tu primer hijo.No sabes como hacerlo.Te enseñare,no es difícil.

El doctor aparto a la bebe de Margaret y se la puso en los brazos a Whiss, que se quedo tieso como una tabla. La niña dormía. Su piel celeste y su cabello blanco...su halo que parecía de bruma. Era algo tan pequeño y frágil.Era algo tan extraño lo que le agitaba el corazón.

Desde la puerta,Ángel miraba aquella escena. Su padre con su hermana en brazos;nacida de la mujer que amaba.Que desolación sintio. Cuanto, cuanto dolor.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora