5._Ángel

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-Hoy tengo tiempo ¿Quieres hacer algo especial? Tu cumpleaños lo pasaste dormido-le dijo Dai,con una sonrisa más gentil de la que solía tener siempre adherida al rostro porcelamico que tenia.  

El muchacho lo miro.

Acababa de cumplir catorce años. Era de la estatura de Dai,pero mucho más delgado y lánguido. Su piel azulada era más clara,su rostro desprovisto de simetría era extraño,pero no para considerarlo un monstruo,como se decía que eran los deformados que nacian de las relaciones incestuosas. Él era el primer hijo de Vados y Whiss, nacido un 13 de noviembre.

Cuando Marcarita le mostró a su padre,el niño que ella rescato de la tina,este no respiraba o eso parecio. Estaba quieto e indolente. Dai lo envolvió en su chaqueta y entro a la casa a exigir una explicación a su hija,pero esta estaba tan alterada que no tuvo corazón para enfrentarla,al menos no esa noche. Había dejado el bebe en el sofá junto al fuego y con una pala en la mano fue por él para sepultarlo en el jardín. Cabo una fosa pequeña y con cuidado lo puso dentro,le echo tierra encima y entonces...Entonces el bebe rompió a llorar. De la estupefacción,Dai no se movió. Bajo la mirada incrédulo y lo vio agitar las manitas como un meñequito a cuerda. Ese bebe lloraba. Trémulo lo levanto en sus brazos y en su carruaje partió a en busca de un doctor. Milagro. Ese niño era un milagro. Salio del vientre de su madre a los seis meses,con una malformación facial,trataron de ahogarlo,casi lo sepultan vivo y aun así,se aferro a la vida con tal desespero que logro prevalecer.

Una vez el niño se estabilizo,Dai se lo llevo a Vados,para que lo alimentara,
pero estaba tan ciega y sorda en el dolor de no parir un niño normal,que no lo acepto jamas.

-Esa cosa no es mi hijo.Mi hijo murió-le dijo llorando, perdida en alguna parte.

Por suerte una empleada habia dado a luz hace dos meses y ella le hizo de modriza,aunque en su ignorancia de mujer de campo analfabeta y supersticiosa,pensaba al niño un monstruo.Pero nada tan aberrante como para no alimentarlo por una generosa recompensa. Creció prendido al pecho de una mujer que lo veia con desprecio y escondido del resto de los habitantes de esa casa. Cuando estuviera lo suficientemente fuerte,Dai pensaba enviarlo a un horfanato. Era un bastardo que traería vergüenza a la familia,pero enterarse de que este niño tenia un problema cardíaco cambio las cosas.

-No vivirá mucho-le dijo el doctor-Sera un milagro si llega a los tres años.

Pero ahi estaba. Con catorce años convertido en un joven. Fueron los cuidados de su abuelo los que lo mantuvieron vivo todo ese tiempo, pues su madre no quiso saber nada de él jamas,tampoco revelo el nombre del supuesto soldado y no fue hasta cuando,Dai los encontró en el establo,
que lo descubrió. La verdad es que fue un ciego,pues el parecido de ese joven con Whiss era asombroso. De no ser por esa asimétria estaría ante la versión adolescente de su hijo. Dai lo llamo Ángel y Ángel,creció bajo su tutela por lo que a su corta edad era un chico muy culto y educado. Le gustaba mucho leer. La habitación contigua era su patio de recreación y estaba repleta de libros más que de otra cosa. Pero a raíz de su mal al corazón no se movía mucho. Se cansaba rápido y sus piernas no eran muy fuertes.
 
Alguna vez Whiss tanbién lo vio,pero al igual que Vados renegó de él y lo olvido. Dai le oculto su origen hasta los doce años,cuando las preguntas por su madre y su padre ya no fueron posibles de eludir. Calló. Ese niño calló,por semanas  despues de conocer su despreciable origen y luego,como si nada,volvió a su habitual animo. 

-Quisiera poder ver por la ventana-le respondió el joven, después de terminar de comer el pastel-Me ha gustado mucho,abuelo ¿Cómo estuvo la fiesta?

-Bien ¿Quieres que te ayude?

-Si,por favor...

Dai aparto las mantas y lo sujeto del brazo para ponerlo de pie. Luego paso aquella extremidad por detrás de su cuello y tomándolo por la cintura, lo ayudó a caminar hasta la ventana. Desde allí la panorámica era buena y todo la propiedad podía verse. Era una mañana fría de primavera. La brisa fresca pareció dar fuerzas al joven,que se sonrió al ver el cielo azul. Bajo la mirada y vio a una mujer joven, sentarse al anparo de un árbol en flor y ponerse a leer. No la había visto antes y él conocía a todos allí, hasta a sus tíos cuando iban a la casa, aunque ellos no a él.

-Ella es la esposa de mi padre ¿Verdad?-le pregunto Ángel,sin quitar los ojos de la muchacha.

-Asi es.Su nombre es Margaret-le dijo Dai.

-¿Le hablaras de mi?

-No creo que sea pertinente-le respondio Dai.

-No,no lo es-exclamo Ángel con cierto disgusto-¿Qué pensaría ella, al saber que el hombre que ama dormia con su hermana y me trajeron a este mundo para luego renegar de mi, como de un monstruo que los ofende con su existencia? 

-No eres un monstruo,Ángel...

-Para ellos si ¿Qué se puedes esperar del mundo cuando tus padres te han despreciado? Cuando el amor,
primordial e incondicional de tus padre no existe hacia ti ¿Puedes esperar del mundo un trato mejor?-le dijo a Dai mirándolo a los ojos-Yo, prisionero de este cuerpo débil y enfermo,sólo puedo esperar dos cosas: el desprecio y las limosnas de afecto, que por caridad, una alma gentil me de.No tengo las fuerzas para pelearle al mundo otra cosa.

En su habitación Vados se vestía después de una noche con su esposo, cuando cayo al suelo inconsciente. Despertó tendida en la cama con el medico a su costado. Después de las preguntas del caso y las escuetas declaraciones de todos,aquel viejo medico le dijo:

-Esta usted en cinta.

Vados dio una leve sonrisa y aparto la vista resignada...sin esperanza.

-Deberá cuidarse mucho,señora. Usted ya no esta en la edad mejor para dar a luz.

Su esposo tomo la palabra y siguieron la charla en el pasillo.

 

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