6._Funeral

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Era temprano y la empleada escuchaba los gemidos de la señora, desde el corredor,pero como siempre, la vieja mucama,continuo sus tareas sin inmiscuirse en los asuntos de la patrona. Era obvio que ese,al que la señora Vados llamaba tan melosamente no era el señor de la casa,pues este había salido al puerto la tarde anterior y volvería en tres días.

Tendida cuan larga era,Vados reposaba boca abajo sobre esa cama deshecha y sobre ella recuperando el aliento robado por la larga noche, permanecía su hermano jugando con esos cabellos largos y blancos que se fusionaban con las sabanas. Se aparto bruscamente después de un rato y se dejo caer de cara al techo, al costado de ella,que ni siquiera volteo a verlo.

-¿Qué te sucede?-le pregunto Whiss, poniendo una almohada bajo su cabeza.

-¿Por qué lo pregunta?

-Estas...diferente-le respondió su hermano.

Años de intimidad con Vados,le permitían saber a el primer contacto,cuando algo no estaba bien. Fue osada,voraz y complaciente como siempre;pero había algo en ella que lo hacia sentir incomodo.

-Me preguntaba ¿Cómo le hiciste el amor a esa muchachiCó, la noche de bodas?-le dijo Vados y giro su rostro hacia él.

Whis la miro con paciencia,un instante,antes de mirar al techo y medio pensando decir:

-No fue nada especial.Es una chiquilla en todos los aspectos...

-Entonces era virgen ¡ja! Como lo habrás disfrutado entonces.

-Yo no dije eso.

-¡No tienes que decirlo!-exclamó Vados-Se nota que te dejo marcado con su inocente candor.

Whiss no respondió y miro por la ventana.

No,no fue eso. Recordó el momento en que la conoció. Leía un libro de historias de amor,en el jardín de la casa de su padre. Él sólo había salido a tomar aire y se encontro con ella. Le pregunto si le gustaba el autor del libro,para hacer conversación. Estaba aburrido.

-Sus historias son buenas,pero sus personajes son algo ingenuos-le respondió.

-¿Por qué lo dice?-le pregunto él, parandose frente a ella con una sonrisa cordial.

Los ojos verdes de la muchacha tenían la ternura de los brotes primaverales,aun estando detrás de esos lentes redondos.

-Cualquiera muere por amor-le dijo ella-El protagonista, de estos poemas, esta enamorado de su tía y le dice que moriría por ella,mas la mujer le responde : "Eso es fácil,pero dime ¿Tomarías mi mano y enfrentarías al mundo que nos condenaría por esta pérfida relación? ¿Recibirás junto a mi las pedradas de la recta moral? ¿Soportaria junto a mi,este destino maldecido? Porque si me amas me besarias a mi y no a la muerte"

Él callo y contemplo a esa mujer, que tocio pesadamente mientras se cubría la boca con un pañuelo.

-Sólo la tome porque es mi esposa.Ella no se compara contigo,Vados-le respondió pensativo,una vez dejo sus recuerdos.

-Estoy embarazada-le dijo ella súbitamente y él la miro sin asombro-No es tuyo esta vez.

-¿Estas segura?

-Si,siempre llevo bien las cuentas de eso.

-¿Qué harás?-le pregunto tras unos minutos.

-¿Qué puedo hacer? Él lo sabe-le dijo y se sentó sobre las caderas de él para quedarsele viendo-¿Así que ella no puede reemplazarme y no se compara conmigo? Desde luego que no.

Habian pasado dos semanas desde que se caso con Margaret. Le había costado trabajo escapar a la cama de su hermana,pero apenas tuvo la oportunidad la aprovecho. Ahora volvia a la casa de su padre,donde debía estar, hasta que la suya estuviera lista. Le construían un chale junto al lago,en la otra cara de la propiedad.

Esos días fueron para Whis,una experiencia muy singular. Lo ultimo que veía cada noche,era el rostro de esa mujer y en las mañana era ella también lo primero en ver. Sentía su calor en el lecho y su olor inundando la habitación. Lo recibía amorosa y gentil, con una caricia que le recordaba algo. Una memoria casi al borde de la extinción que esos dedos pálidos agitaban,le exaltaban y no podia poner en palabras que era eso que se retorcía allá,en la fosa de sus recuerdos.

Se suponía que había ido al pueblo vecino en la mañana del día anterior, pero se paso él dia y la noche entre las piernas de su hermana. La necesitaba y estaba ansioso de verla, pero pensaba en "eso", mientras volvía a casa caminando con los zapatos llenos de polvo y la chaqueta en la mano. Hacia calor. Al entrar en la propiedad siempre miraba hacia esa ventana. Sabia que él, estaba ahí,pero preferia ignorarlo. Era mejor así.No estaba dispuesto a recibir las pedradas de la recta moral y ella tampoco. Nunca lo estuvieron,por eso era mejor asi para ese niño. Estaba a salvo del mundo allí.

"Nadie entenderá este amor. Por eso debemos callarlo. Es un secreto"

Eso le dijo Vados la primera vez y la segunda y la tercera y tantas veces que perdió el sentido. Se escondían. Siempre se escondían y los escondían.
Nada,nunca estaban bien. Whiss no sabia que era una relación amorosa realmente. Él sabia lo que era esconderse,dormir con su hermana en clandestina habitacion,salir sin ser visto y vivir su vida sólo fingiendo todo estaba bien.

Se sacudió los zapatos en el pórtico y al abrir la puerta sintió una atmósfera algo densa. Su esposa estaba llorando en la sala,acompañada por su padre y una empleada. Temprano,esa mañana,llego un joven con la noticia de que el padre de la muchacha había fallecido mientras dormía. Margaret estaba deshecha.

La muchacha derramo su llanto sobre Whiss. Un llanto abundante y doloroso,pero callado;digno que él, mitigo con tacto y afecto,pero que en verdad no lo impresiono en nada.

Los funerales se hicieron al dia siguiente. Margaret sepultana a su único pariente. Heredaba una gran fortuna,pero se quedaba sola. La consolaba tener a Whiss a su lado, pero eso no borraba su tristeza y aferrada a ese crucifijo.Oraba por el alma del hombre que la crío;su padre, aunque no tuvo con él ningún vinculo de sangre. Estaba muy viejo y sufría del corazón. Murió en paz,sabiendo que ella no quedaba sola.

Vados estaba ahi también y Korn. Asistieron al funeral por ser un familiar. Vados no le quitaba los ojos de encima a Margaret. La hería verla en los brazos de Whiss y que este la mirara tranquilo,gentil mientraa le peinaba los castaños cabellos. Korn  veia a su hermano con desprecio y  se aporto mientras el pastor daba su sermón. Camino hacia una tumba en el extremo del campo santo. Allí había una lapida con flores secas a la que miro con enojo.

-Todo fue culpa tuya,madre-le dijo a la lapida.

Anis. Amorosa madre y esposa
R.I.P

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora