17._Zapatitos

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Sentado detrás de ese escritorio,en ese estudio desde donde dominaba todo, Dai contemplaba la panorámica
 familiar.

No era ningún tonto como para no darse cuenta de lo que pasaba. Detrás de su porcelamico rostro,esa sonrisa gentil y esa postura que marcaba distancia bailaban las sombras de sus culpas y errores. Mucho de lo que sucedió,tiempo atrás,era directa responsabilidad suya o así lo veía él, que como pilar de la familia,debió evitar esos acontecimientos de los que veia las consecuencias en muchas cosas. Él no era un imbécil,que no se diera cuenta de lo que estaba pasando,que lo ignorará era otra cosa.

Dai supo de inmediato que  conmocionó a Margaret. Le mintió a Whiss,para que no fastidiará y reprendió a Ángel,por decir quien era,pero bueno...Estaba hecho. La muchacha sabia todo. La aceptó en la familia, porque nunca le pareció la mujer frágil que le pintaban. Podía estar enferma,pero era inteligente y resistente. Esa mujer sabría como imponerse a Whiss,pero lamentablemente su enfermedad avanzó muy rápido. Ahora estando embarazada  las cosas se complicaban más.

Dai sabia también que ocasionalmente Whiss y Vados,se encontraban. Esa relación enferma estaba tan sólidamente afianzada que romperla no había logrado. Como le dijo Korn,le habían faltado las fuerzas para realmente hacer algo,pero ¿Qué podía hacer? Whiss no estaba lo suficientemente mal de la cabeza, para quedarse internado en un sanatorio. Vados nunca hubiera sido aceptada en un convento. La casó y eso alejo los problemas,pero seguían ahi. Ellos seguian copulando y de sólo recordar lo que vio en el establo, se le revolvía el estomago. Era asqueroso,le repugnaba saber que dos de sus hijos se apareaban clandestinamente.Le hervia la sangre y perdía la compostura.

Se levantó sacando el revolver del cajón y con el fue hasta la ventana. Era de noche y veía nítidamentente su reflejo en en el cristal. Se miro un momento allí,tan "gran señor",tan perfecto,tan correcto e incapaz de poner fin a lo que pasaba en sus narices. Pero es que ya una vez había puesto fin a una acto semejante,en la familia.Le costó muy caro.Pero aquello debió ser peor para Korn. Mucho peor. Dai sabia que dilapido el primer capital apostando,pero se lo dejo pasar. Seguramente las apuestas distraían su mente de esos horribles recuerdos.

Anis,su esposa,era una mujer muy bella y de temple dulce. Vivieron felices varios años,pero a raiz de los problemas económicos,él debió partir al extranjero. Entonces Korn tenia catorce años y Whiis sólo cuatro. El mayor de estos dos,siempre fue apegado a su madre. Tenian gustos parecidos,pero cuando él volvió,del primer viaje,notó un cambio de actitud en Korn. Evitaba a su madre y comía muy poco. Siempre fue un joven reservado,pero por ese entonces apenas hablaba. Lo ignoró esa vez en pos del bienestar mayor. Lo ignoro la siguiente vez y la que siguió. Hasta que una noche,al volver a casa despues de un viaje rápido a la nación vecina,escucho gemidos femeninos en una de las alcobas reservadas a la servidumbre. Pensó que podía ser uno de sus hijos mayores,con alguna meretriz y a paso firme camino hasta allá para poner fin a lo que sucedia. Jamás imagino encontrar a su esposa sobre su hijo.

Ella estaba desnuda,él a medio vestir y medio inconsciente. Ni siquiera mostraba preocupación por la amenaza de las tijeras sobre él.

-No me ama-fue la declaración dolorosa de esa mujer,antes de que él, la silenciara para siempre con un disparo.

La sepultó en secreto e invento que estaba en un sanatorio.Convenció a Korn de que todo lo que vivió fueron sueños.De que su madre, en su locura, se quito la vida unos años después, en el hogar de reposo. Fue fácil ya que la mujer lo medio dormía con los medicamentos que ella debía tomarse. Los recuerdos de Korn eran muy borrosos,pero estaban ahí. 

Whiss volvió a casa y subió a su habitación. Margaret dormía. Debía guardar reposo y alterarse lo menos posible. Estaba acostada a lo ancho de la cama, así que tuvo que cargarla en brazos para hacer espacio para él. Ella ni se entero. Dormía profundamente y Whiss aprovecho para mirarla nada más. Se veía muy pacifica, acostada allí. Tal vez debió casarse con ella en la ciudad natal de Margatet. Hubiera trabajado en la hacienda de su suegro y Margaret,hubiera estado feliz a su lado. Una vida tranquila en una casa con buena comida y calor. Alguna vez pensó que él y Vados,podian tener eso,pero entonces era un joven iluso y enamorado.Estaba enamorado de ella, de una forma que caía en la devoción,
pero eso fue hasta que salio al internado, cuando tenia 16 años. Al volver sufrió un desencanto,mas siguió ahi. Aferrado a la persona que le daba amor incondicional,sin darse cuenta de que estaba siendo realmente e ignorando la moral. 

Miro otra vez a la muchacha dormida y vio que llevaba ese crucifijo que él, le dio. Un símbolo de sus sombrías intenciones que ahora le molestaba, ella llevara puesto. Le hizo una caricia y eMargaret murmuró algo. Se levantó y salio al pasillo. Miró hacia el tapete,un breve instante,para luego avanzar a grandes pasos hacia allá. Se metió bajo aquella tela y pusó la mano en el pomo. Se detuvo. Hace unos seis años vio por ultima vez a ese niño y hace unos días,apenas si lo miró. No ¿Para qué? Mejor así,penso.Fue un impulso solamente. Un mandato de ese instinto que retornaba de su adormecido ser. Se dio la vuelta y se fue.

-Abuelo,Quiero esa nueva medicina de la que hablo el doctor la ultima vez-le dijo Ángel mientras comía,esa tarde.

-¿Estas seguro que la tomaras?

-Si,quiero ver el mundo-le dijo-O al menos poderla defernder-pensó mientras miraba el libro en la mesa de noche.

Dai lo miró. No,tampoco lo engañaba su nieto. Él sabia que planeaba realmente,pero también que no contemplaba hacer daño,sin embargo, una confrontracion semejante podía desatar una tragedia. Así mismos si Ángel mejoraba dejaría esa habitación y él, tendría que dar una explicación de su origen. Suspiro y miró por la ventana.

-Será lo que será-murmuró mirando al cielo   

En su sala,junto a la chimenea,Vados tejía unos zapatitos de bebe cuando su esposo llego.

-Qué lindos ¿Para quien son?

-Para mi sobrino,querido-le respondió animosa-El hijo de Whiss...

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