12._Embarazo

287 57 17
                                    


El pomo de la puerta giro y Ángel dejo el libro de lado para recibir a su visitante. La desilusión se apoderó de los ojos del muchacho,cuando descubrió quien era.

-Lamento decepcionarte-le dijo Dai-¿Comerás en la cama o la harás en la mesa?

-En la cama-respondió Ángel sin animo-¿Margaret no vendrá hoy? 

-Desperto algo decaída.Esta descanzando.

-Últimamente la noto extraña-comento el muchacho-Su ternura,su luminosa sonrisa esta opaca. Como lo es la luz de luna tras las nubes. Algo le sucede,pero no me atrevo a preguntar. Me mira como a un niño.Me trata como a un niño y eso me molesta. No quiero que me vea de esa forma. ¿Será que estoy enamorado de ella? 

Dai lo miro con paciencia.

-Estas...encantado con ella-le dijo-Es muy bonita,amorosa e inteligente. Es la única mujer joven que has visto y...

-Si-exclamo Ángel-Pero a veces tengo sueños en los que la llevo al mar ¿Sabias que no lo conoce?

-No,no lo sabia.

-Yo tampoco lo conozco. Me gustaría hacerlo con ella-le dijo y con la bandeja con el almuerzo en las piernas,comenzó comer.

Dai se cuestionaba si era o no buena idea que Ángel siguiera viendo a Margaret.El estado de la muchacha tampoco paso desapercibido para él.  Llevaba una semana viendo a Margaret, algo más lánguida de lo normal.

Hace dos semanas que Margaret sabia lo de Whiss con "la mujer callada" y pese a eso siguió actuando con normalidad,pero desde hace unos días ella venia sintiéndose fatigada. A veces su cuerpos no respondía como ella queria.Eso no era extraño.Ademas su animo no era de los mejores y eso siempre afectaba su salud. Su marido era un completo extraño para ella. Eso no podía negatrselo por más bien que fingiera para él y los demas.Un abismo se abrió entre los dos sin que Whiss lo notara siquiera.Con frecuencia se preguntaba si valía la pena seguir viviendo así. Tal vez, pensaba Margaret,era mejor dejar este mundo y terminar con todo. Seguramente le harian un funeral pomposo,su esposo doliente lloraría en su tumba y tendría un ramo de flores anual por compasión. No tenia motivo para vivir y soportar la tortura de un matrimonio de fachada. Con la mano en ese crucifijo de oro a ratos oraba pidiendo fuerzas.

-Esta es la cruz que me diste a cargar Whiss.Es demasiado pesada para mi y lo sabias. Como un buitre aguardas mi muerte prematura ¿Qué crimen  cometi para pasar por esto?-se dijo una vez a solas en su habitación.

Vados con casi seis meses de embarazo,miraba su vientre con una leve esperanza de conservar ese bebe, así no fuera de Whiss,porque no lo era. Ella lo sabia. También sabia que detrás del tapete,al final del corredor,en casa de su padre había una puerta y tras ella un horror. Ese niño deforme no podía haber nacido de su vientre ¿Por qué castigarian asi al fruto de su amor por su hermano? Su amor no era menos que el de otros. Tenia los mismos deseos e inquietudes que los de cualquiera. De no ser por la sangre ¡La maldita sangre! Nadie repararia en ellos.Pero uno no escoge de quien,como o cuando enamorarse.Ella amaba a Whiss, siempre amo a Whiss y quería con él haber podido vivir,mas nunca tomo el valor para tal cosa. Dejar la cómoda casa familiar y aventurarse a la incertidumbre del futuro la asustaba. Ademas después de que Whiss volvió del internado lo noto diferente. Fue como si la lejanía hubiera menguado el amor que antes le profesaba a ella, pero ahí seguía siempre.Siempre con ella. Nunca otra mujer robo su atención,mas sentía a  Margaret como una amenaza y la odiaba. Era una pobre tonta que espera muriera pronto.

Hubo un muerto esa mañana fría y lo descubrió cuando levanto las sabanas. Su grito ronco,alto y con una nota tan dolorosa que quienes escucharon sintieron la muerte,fue el epitafio para el alma inocente que no logro aferrarse a la vida. El sexto hijo de Vados dejaba en este mundo,como única huella material,una tumba en el jardín y sabanas ensangrentadas.

Lo peor vino después cuando el medico le dijo que a raíz del aborto y otras cosas no podría ser madre ya nunca. De la charla,Vados no escucho absolutamente nada.Estaba en otra parte añorando los brazos de Whiss para sentir algo,mas sabia él no podia llegar a rescatarla del dolor y lloro. Lloro con sollozos,con secreción nasal con rabieta;lloro patética. Lloro así porque tenia que de algún modo sacar eso de ella que sentía la volvía loca.

Por esos dias Whiss, se entero de lo que paso con Vados,mas prefirió no ir a verla. Si su padre se enteraba de que fue solo, se metería en problemas y el esposo de ella estaba en casa. Ademas tenia sus propios asuntos. Una tarde fue a visitar a Korn,con la excusa de conocer a sus sobrinos. Su hermano le cerro la puerta en la cara, pero insistió. Korn no lo dejo ver a sus hijos,mas le concedió unos minutos.

-¿Qué quieres? Se breve que tengo que hacer-le dijo al hacerlo pasar a su estudio.

-Quería hacerte una pregunta. Korn ¿Recuerdas a nuestra madre?

Los ojos de su hermano se abrieron un poco más y apretó el puño derecho con todas sus fuerzas.

-¿Por qué me preguntas eso?

-Porque yo no la recuerdo.

-Eras muy pequeño-murmuró Korn.

-¿Cómo murió?  Nuestro padre nunca habla de eso. Quito todos sus retratos,ni siquiera va a verla al cementerio.

-Se bebió un veneno y murió en medios de terribles dolores. Estaba loca y por eso lo hizo. Largate.Tengo cosas que hacer-le dijo Korn de pie, mirando el escritorio.

Whiss volvió a casa ese dia pensativo. Por ese entonces su padre estaba en el extranjero buscando la forma de no acabar en la quiebra y ellos estaban solos con su madre. Recordaba que ella tenia una predilección por Korn y que este no disfrutaba de eso. Recordaba que,a veces,su madre los sacaba al bosque y pasaban allí el dia entero jugando entre ellos,sin comer. Su madre era extraña. Los pocos recuerdos que tenia de ella eran de esta mujer bailando en la sala o  llorando en la cama.

Cuando llego a la mansión vio el carruaje del esposo de Vados en el patio y el caballo del doctor. Tuvo un mal presentimiento y entro a prisa. Se entero que su esposa se había desmayado y se acerco a verla. Descansaba en el sofa. Se hincó junto a ella,le tomo la mano.Esta fría.

-¿Qué le sucede?-le pregunto al medico.

-Nada serio,pero en su caso es de mucho cuidado. Felicidades señor Whiss,su esposa esta embarazada-le dijo el doctor y le tendió la mano.

La bandeja cayó de manos de Vados y el juego de té se hizo pedazos. Un platillo salio rodando y fue a estrellarse en los pies de Whiss y ahí quedo balanceándose hasta  detenerse. Margaret oyó la noticia y apretó el crucifijo.Estaba desconcertada antes de oir aquello, pues los pasos y el perfume de aquella mujer...Eran los mismos que los de Vados.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora