Una Tarde en el Café

Capítulo 23: La chica del parque

Brandon:

El suicidio es tema muy delicado, al pasar de los años, se ha convertido en una de las mayores causas de muerte, no solo en Inglaterra, sino que, en todo el mundo, un fenómeno que no distingue clases sociales, razas, religiones e ideologías, algo que cada día crece con más fuerza. Es comprobado que miles y miles de personas se quitan la vida a diario.
Personas que ya no encuentran la famosa luz al final del túnel, toman la decisión de acabar con los más valioso que es la vida misma.

Muchos dicen que todo tiene solución.
¿Pero qué hacemos cuando esa solución nunca aparece? ¿Cuándo buscamos y buscamos, pero nada? ¿Qué hacemos entonces?
Y es ahí cuando nos hacemos esas preguntas es que entendemos el actuar de las personas o el por qué llegaron a actuar de esa forma. Por una milésima de segundo lo entendemos todo.

Cuando era niño recuerdo que escuchaba algunas veces en las noticias; los casos de suicidios, le preguntaba a mi padre ¿porque la gente hacia eso, si la vida era genial?, entonces él sonreía y me contestaba: es complicado hijo, en la vida nos encontramos con muchas situaciones, más cuando somos jóvenes. Bien curioso yo preguntaba que era esas situaciones y él me decía; son como pruebas, superas eso y vienen más, todo se trata de eso.

Una semana después tuvimos un caso de suicidio en nuestro barrio, una joven de dieciséis años, solía ver a la muchacha leer libros en las bancas del parque con sus audífonos puestos en sus oídos escuchando alguna canción; por eso la denomine con el nombre de “la chica del parque”. Solía verla casi todas las tardes mientras jugaba futbol con mis amigos, nunca hable con ella, era un niño de diez años y ella toda una señorita. Algo que no olvide fue cuando mi balón fue a parar cerca de sus pies, fui para recogerlo y ella mi miro, me observo por unos segundos para después regalarme una sonrisa. Todo estaba bien, o al menos eso creía.
Otra tarde particular, no habíamos planeado ir a jugar después de la escuela con mis amigos como lo hacíamos casi todos los días, pero de todos modos fui al parque con mi balón en mis manos, no tenía nada que hacer ya que mis amigos no fueron, pero yo estaba allí, al igual que ella, leyendo un libro, me acerque a ella, me quede mirando contemplando a aquella chica, cuando ella se dio cuenta de que estaba allí, simplemente me miro y me regalo una sonrisa, no me dijo nada, regreso su vista al libro para continuar leyendo

Cuando supe que fue ella quien se había quitado la vida me invadió una tristeza, no sé porque, pero no verla más sentada en las bancas leyendo su libro, fue algo que me peso, o sea ni siquiera la conocía, pero fue extraño. Hasta se me cayó una lagrima una noche por ella.

Me pregunté una y mil veces que había pasado, por que hizo eso, siempre quise saber eso.

Volví a hablar con mi padre sobre el tema, aquella vez le pregunté ¿Por qué hizo eso, si ella estaba bien papa? ¿Qué paso?El apenado me contesto: mira hijo, es difícil de comprender el porqué de su actuar, muchas veces vemos una sonrisa, pero no vemos lo que hay más allá de esa sonrisa sé que si tú supieses lo que le pasaba a ella la ibas a ayudar, porque te conozco y tú lo harías sin importar que la conozcas o no. Tal vez ella estaba sola y no tenía a nadie, cada persona es un mundo.

Y desde ese día, comprendí que este tema acarrea más cosas de lo que uno piensa, son muchos factores, algunas personas sobrellevan una depresión por muchos años, hasta terminar acabando con su vida.

Volviendo al presente, mi amiga Emma estuvo a punto de acabar con su vida, la noticia de su hermana fue un golpe terrible, toda su fortaleza mental fue, sintió tanta culpa que pensó que ya no tenía sentido vivir si desconectaban a su hermana. No podía dejar que ella haga eso, tenía que hacer algo, esta vez sí podía ayudar a una persona, aquella vez no tuve la misma posibilidad.

Afortunadamente lo pude evitar, aunque Emma este destrozada ahora, ella va a estar bien, yo sé que sí, no la voy a dejar sola, nunca.

—Sé que en algún lugar estas feliz de que haya evitado esta tragedia—digo mientras recuesto mi cabeza por el auto de Justin.

Me siento raro, no sé qué rayos me está pasando, si Emma saltaba no me lo perdonaría nunca, suspiro apresuradamente mientras intento digerir todo lo que ha pasado, la adrenalina en el momento fue tanto que ahora estoy sintiendo las consecuencias, como si estuviese entrando en un shock.

Laura se ha quedado con Emma mientras la revisan los paramédicos, por lo que tengo entendido tiene la presión arterial muy alterada.

Mi celular empieza a sonar indicándome que hay una llamada entrante, reviso y es Justin, contesto sin esperar un segundo más.

—¿Qué paso amigo? ¿la encontraron? —es el primero en hablar.

—Sí, está con nosotros ahora—escucho a mi amigo soltar un suspiro de alivio desde el otro lado—¿y que paso con tu padre? ¿lograron algo?

—Afortunadamente si, hemos conseguido aplazar la desconexión de Nataly—me dice y esta el que suspira aliviado soy yo—mi padre me ha dicho que en este tiempo abrirá una investigación sobre esta ley de eutanasia.

—Me parece bien, los veré en el departamento.

—Claro.

Cuando giro hacia donde están atendiendo a mi amiga veo que ella ya está viniendo hacia mí con Laura, ambas vienen abrazadas hasta llegar al auto.

Emma tiene los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, cuando me mira me da una pequeña sonrisa de boca cerrada.