Capítulo 5: "Descalza"

204 29 7
                                    

El sol estaba bajando, mientras Elena y Henry caminaban hacia la playa, en silencio. Elena estaba emocionada por decirle a Henry su noticia. Henry estaba sudando frío.

- ¿Le podré dar un beso hoy?, ¿Yo le gustaré?, ¿Por qué va tan callada?

La mente de Henry daba vueltas como un remolino. A la distancia de sus pensamientos, escuchó:

- ¡Él último en llegar es un perdedor! – Gritó Elena mientras se sacaba de un tirón sus botas, y salió corriendo descalza.

Henry no alcanzó a procesar a tiempo lo que le había dicho Elena, vio cómo la muchacha con su elegante vestido corría por la playa para meter sus pies en las frías aguas de invierno. Henry se quitó sus zapatos, mientras veía como Elena lo esperaba en el agua. La ropa de Henry era de la mejor calidad, la sal podría dañar las caras telas de sus pantalones bordados a mano, además el clima no era el indicado como para mojarse los pies.

Elena lo miraba a la distancia, un poco decepcionada, de verdad esperaba que el compitiera con ella y se empaparan la ropa juntos en el mar.

- Al parecer esta no es su zona de confort – Pensó Elena.

Henry se mantuvo en la orilla mientras observaba como la belleza naranja empapaba sus pies y la parte baja de su hermoso vestido verde

- Ven, entra al agua conmigo – Lo invitó Elena

- No gracias, te veré desde aquí – Le dijo Henry

- No es divertido cuando lo hago solo yo, te aburrirás ahí – Le dijo la muchacha mientras se acercaba a él.

- Créeme cuando te digo que me divierte mucho observarte – Dijo el joven

- ¿Eso crees? – Le preguntó Elena, mientras se acercaba a él lentamente

- En el buen sentido – Dijo el joven un poco nervioso por la cercanía de la muchacha

- Ven, sentémonos por allí – Le invitó Elena

Ya sentados, Elena tomó un puñado de arena y la puso sobre el pie descalzo de Henry, este hizo lo mismo, los dos rieron recordando su primera vez en la playa.

- ¿No es hermosa la playa? – Preguntó Elena

- Me encanta, pero en verano es mejor – Dijo Henry

- Estoy en desacuerdo – Dijo la mujer estirándose para recostase de espaldas sobre la arena

- ¿Por qué? – Preguntó Henry

- En verano toda la gente viene a la playa, pero en invierno nadie viene, el mar se debe sentir muy solo en invierno, por eso me gusta visitarlo. Cuando pongo mis pies en el agua estoy saludando al mar – Dijo Elena

- ¿Quién te dijo esa estupidez? – Dijo Henry en un tono burlesco

- Mi abuelo, me lo dijo cuando era niña. Él venía todos los veranos y en los inviernos yo tenía el compromiso de visitar al mar, ya crecí y aún lo sigo haciendo – Dijo Elena reacomodándose para ver el mar de frente

- Entiendo – Dijo Henry

- Me encantaría conocer un bosque – Dijo Elena mientras dibujaba un árbol en la arena – Quiero trepar un árbol, llegar hasta la copa y mirar los alrededores, respirar el aire purificado que filtran los árboles.

Henry estaba muy impaciente respecto al tema central de la salida a la playa. Elena estaba inspirada hablándole sobre sus sueños, pero este la interrumpió:

- Elena, respecto a lo que me dijiste en casa, ¿Qué querías hablar conmigo? – Dijo Henry en un tono varonil y decidido

- Oh... Está bien – Dijo Elena un poco decepcionada, ella de verdad quería hablar de sus sentimientos con Henry, al parecer él no está dispuesto a escucharla.

- Mi abuelo desapareció hace unos meses, recibimos una carta del pueblo en el que él vive, la carta decía que cuando tuvieran noticias de él nos informarían. Ya han pasado 3 meses y aún no tenemos respuesta, mi abuelo al parecer falleció y aún no encuentran su cuerpo – Dijo Elena mientras dibujaba pequeños círculos en la arena.

- Lo lamento – Dijo Henry poniendo su mano en el hombro de Elena – Pero, ¿Eso que tiene que ver conmigo? – Preguntó

- La carta que llegó no estaba sola, también venía el testamento de mi abuelo, en donde me heredaba todos sus bienes. Siempre quise conocer el pueblo en donde vivía mi abuelo, me mudaré allá – Levantó la cabeza sonriente. – Podré vivir mi vida a mi manera.

Henry estaba decepcionado, entendía perfectamente la situación en la que se encontraba Elena, pero de verdad pensó que tenía oportunidad de estar con ella.

- Y... ¿Ese pueblo queda muy lejos? – Preguntó Henry

- Si, debo ir en barco y después llegar el pueblo en carreta – Dijo Elena mientras dibujaba un barco en la arena

- ¿No podré ir a visitarte? – Dijo Henry dibujando un corazón en la arena

Elena entendió totalmente el mensaje.

- Henry, eres un buen chico, pero te estoy avisando esto, porque siento que no mereces perder tu tiempo yendo a mi casa, cuando yo ya me haya mudado – Dijo Elena

- Entiendo – Dijo Henry apretando arena en su mano

- No te conozco Henry, eres un muchacho muy guapo, pero necesito conocerte para corresponder el interés que tienes en mí.

Henry agachó la cabeza y mantuvo silencio.

- Lo siento – Dijo Elena

- No es tu culpa, entiendo – Respondió el joven

Los dos permanecieron en silencio

- La conversación que tuvimos ayer – Dijo Elena mirándolo – Gracias por el consejo, "Nunca es tarde" – Repitió la muchacha.

Se levantó de la arena, recogió sus botas.

- Adiós Henry, gracias por tu agradable compañía

Elena se alejó, Henry volteó y vio cómo su oportunidad de tener esposa se alejaba lentamente. Descalza y con las botas en las manos.

Ya no me queda nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora