Capítulo 17:Lecion de Mentira

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Maratón 1/?

- ¡No puedo creer que hayas besado a Emilio ayer y me lo estés contando recién ahora! - se quejó Azul mirándome mal-

- ¿Puedes bajar la voz? -le dije caminando por los pasillos del instituto- lo siento, pero han pasado muchas cosas y...

- Esas son excusas, me lo tendrías que haber contando ayer, me tendrías que haber llamado cuando estabas con Andy y Mateo -exclamó- tendrías que haber roto el beso y llamado en ese instante.

Me reí.

- No seas dramática.. quise llamarte pero luego llamo mi madre obligándome a volver a mi casa para cenar con una amiga suya...resulta que esta amiga tiene un hijo que yo conocía desde que éramos chicos, y lo llame pequeño Lalo y mi madre le conto y...

- Espera, espera... lo llamaste pequeño Lalo ¿refiriéndote a.. su miembro? -susurró-

- ¿¡Qué!? ¡Claro que no! Él se llama Eduardo, y lo llame pequeño porque lo conozco desde que era pequeño.. ¡No me mires así! No se nada sobre su miembro, ni quiero saberlo -protesté subiendo un poco la voz-

Justo en ese momento mi profesora de matemática paso por al lado nuestro y nos escuchó.

- ¡Asi se habla Joaquín! Pero acuérdate no alces tu voz, alza tu espíritu -me dijo guiñándome un ojo-

- ¿Y cómo explicas eso? -me preguntó Azul cuando la profesora Andrade se había alejado-

- Con una simple palabra: Emilio.

Azul negó con la cabeza.

- Bueno.. volviendo al tema del pequeño Lalo.

- ¿Puedes no llamarlo así? Todavía no supero el momento en que mi madre se lo contó.--

- Bueno bueno, Eduardo ¿cómo es?

- Alto, musculoso..

- ¿Hablaban de mi? -preguntó Diego acercándose con una sonrisa-

- Si, en especial por lo de "musculoso" -bromeé-

Diego me miró ofendido.

- Bueno perdóname si no voy corriendo atrás de una pelotita con un palo como Emilio.

No pude evitar reírme. Si había alguien que entendía menos que yo de lacrosse era Diego.

En ese momento sonó el timbre.

- Bueno, nos vemos luego -les dije a punto de caminar para el lado opuesto-

- Adiós -me contestó Diego- Oh.. espera Joa, alguien me dijo que te gusta mucho el helado de menta ¿es verdad? -me preguntó esbozando una sonrisa-

Oh no, iba a matarlos. Primero a Emilio luego a Diego.

- ¡No vale Joaquín! -protestó Azul- ¡Él se enteró antes que yo del beso de menta!

Y a Azul también.

Les sonreí sarcásticamente, les mostré el dedo del medio y me dirigí a literatura.

Emilio ya estaba sentado en nuestro banco cuando llegué.

- Buenos días Gress -me saludó con una media sonrisa-

- Hola.

- ¿Sabes? Creo que soñé contigo.

Me aclaré la garganta.

- ¿Qué has soñado?

- Oh no, no te gustaría saberlo -me respondió con una mirada traviesa-

Mantén la calma, Joaquín, inhalar,exhala.

¡ᴇsᴛᴏ ᴇs ɢᴜᴇʀʀᴀ! -εмιℓιαcσ- ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora