Me permití lanzarle una mirada triunfante al director y rápidamente entré en la enfermería.
-¡Emilio! –exclamé preocupado cuando lo vi acostado en una camilla con la pierna vendada- ¿Qué ha pasado? ¿Cómo estas?
Emilio abrío los ojos de repente y sus ojos se suavizaron al verme.
- ¿Por qué tardaste tanto? –me dijo sonriendo un poco-
- Nadie me dejaba pasar, allí afuera es una locura, parece que varios jugadores terminaron heridos y la mitad están peleándose. ¿Cómo ha pasado todo eso?
Emilio cerró los puños con fuerza antes de contestarme.
-Todos estamos muy compenetrados en el juego, todos están esperando que ganemos este partido pero los del otro equipo son muy buenos, el referí no esta siendo justo y la mayoría de nosotros odiamos a los del instituto Saint Clare, todo eso más la frustración que sentíamos se convirtió en una gran pelea. Yo mismo mataré a alguien de ese estúpido equipo –espetó con la mirada llena de ira- juro que esta vez lo mataré.
- Tienes que tranquilizarte –le dije tomándolo de la mano- no sirve de nada que te enojes ahora mismo ¿Qué te dijeron de la pierna?
Emilio apretó los dientes al acordarse de la pierna.
- Tengo el tendón de la rodilla lesionado, me dieron unos analgésicos pero me dijeron que se me va a inflamar y que me va a doler jodidamente mañana y tengo que ir al médico para ver como esta.
Trato de mover la pierna pero jadeó e hizo una mueca de dolor.
- Tienes que quedarte quieto, no muevas la pierna.
- No, necesito jugar, tengo que jugar.
- ¿Estas loco? –le pregunté mirándolo boquiabierto- no puedes jugar, ¡mira como estas! No puedes ni mover la pierna ¿Piensas que vas a poder correr como si nada hubiese pasado?
- Tengo que hacerlo –se quejó, su mal humor aumentaba cada vez más-
- Deja de decir tonterías Marcos –le dijo el entrenador con el ceño fruncido- la enfermera dijo que no vas poder jugar por mínimo un mes, eres uno de mis mejores jugadores, no dejaré que te lastimes tanto para tener que amputarte la pierna.
Lo miré disgustado, y él me devolvió la mirada sin entender porque lo miraba así.
- ¿Hace falta que le diga eso? No va a tener que amputarse la pierna, Dios mio.
- Claro que no –dijo el entrenador mirando a Emilio- porque si no no va a poder jugar en toda la temporada y vamos a caer en picada y me van a despedir ¿Quieres eso Marcos?
- No, quiero jugar y no estar en esta estúpida camilla. Acaba de empezar la temporada, no puedo parar de jugar.
- No solo puedes hacerlo si no que lo harás, y antes de que te des cuenta vas a volver a jugar en el equipo. No se de que te quejas si vas a poder pasar más tiempo con tu novio.
Fruncí el ceño hasta que me di cuenta que el entrenador se refería a mi.-
- No soy su novio –aclaré-
- Seguro, y yo me le tiro al director –se burló y se fue-
Volví mi vista a Emilio quien ya me estaba mirando desanimado.
- Hey, no pongas esa cara, estoy seguro que se las arreglaran sin ti.
- Gracias –dijo sarcásticamente- pero estoy furioso por otra cosa.
- ¿Por qué?
- Porque lo único que necesito es moler a golpes al imbécil de.. –negó con la cabeza- ni siquiera puedo decir su nombre –escupió-
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¡ᴇsᴛᴏ ᴇs ɢᴜᴇʀʀᴀ! -εмιℓιαcσ- ✓✓
Fanfiction¡EEG! |Emiliaco. - No querrás que actuemos como pareja ¿cierto?.-preguntó el ojos miel horrorizado. Emilio se río. - ¿Estás loco? - ¿Quién sabe? tal vez y terminas enamorado de mí.