- Es una larga historia -me dijo Emilio jugando con nuestras manos entrelazadas-
- Bueno, el profesor nos ha echado de su clase así que creo que tenemos al menos 40 minutos libres para que me digas como es que estas aquí con tu enemigo mortal.
Emilio me miró esbozando una sonrisa, esa sonrisa tan suya que hacía que sus ojos se achinaran.
- ¿Qué sucede? -pregunté devolviéndole la sonrisa-
- Nada, es solo que no te das una maldita idea de cuanto te extrañé Gress -me contestó y luego me llevó hasta las escaleras de la entrada del instituto para que nos sentaramos allí. Me colocó en su regazo y me rodeó la cintura con sus brazos, parecía como si tuviera miedo de que me escapara de él en cualquier momento- todo comenzó cuando tu madre me contó que te ibas a ir. Te he dicho que hice todo lo que pude para que te quedaras pero no te conté exactamente todo lo que hice. Una de esas cosas fue ir a ver a Eduardo, sabía que sus padres eran amigos de los tuyos y pensé que tal vez él podría ayudarnos asi que fui a verlo.
Pestañeé sorprendido. Nunca se me hubiese ocurrido que Eduardo tal vez me podría ayudar, tampoco tenía tan presente que sus padres eran amigos de los míos, pero lo que más me sorprendía era saber que Emilio había ido a ver a Eduardo a pesar de todo lo que había pasado entre ellos dos, no me imaginaba lo duro que tuvo que haber sido para él ir a verlo.
- Al principio fue todo muy raro, no sabría decir cuál de los dos era el que estaba más sorprendido. Era irónico como la única persona que tal vez podría ayudarme era él y sabía que estaba siendo un hipócrita por ir a verlo solo porque necesitaba algo y más luego de que las cosas entre nosotros terminaran de la forma que terminaron pero estaba destrozado, necesitaba que alguien me dijera que las cosas se iban a arreglar y Eduardo lo sabía. A pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, él me conoce mejor que nadie. Obviamente en ese momento él no podía hacer nada, tenía que hablar con sus padres y esperar a que ellos pudieran buscar una solución. Yo estaba desesperado y él me dijo que le pegara, lo miré como si se hubiera vuelto loco, él se limitó a decir "Sé que necesitas descargarte con algo, no tienes un palo de lacrosse en este momento así que pégame". Le dije que no lo haría y que en cualquier caso él tendría que ser el que me pegara a mi, después de todo yo siempre era el que empezaba las peleas con él.
- ¿Estaban discutiendo por quién le pegaba a quién? Se nota que ustedes fueron amigos.
- Cuando terminé de decirselo me dio un puñetazo en el ojo, así de simple. Me estaba provocando para que yo le pegara pero de todas maneras no quería hacerlo, él se dio cuenta de eso y decidió darme en mi punto débil, tú.
- ¿Yo?
- "Acuérdate que he besado a tu novio" me dijo.
- Que maldito -dije entrecerrando los ojos- dime que le has dado un buen golpe.
- Luego de que dijera eso no hizo falta nada más, le pegué en la mandibula. Él se enojo y me gritó "¡Tampoco es que me he acostado con el, solo fue un besito ¿Por qué me tenías que golpear tan fuerte? ¿Sabes cuantas cremas tendré que usar ahora?"
- ¿Qué problema tiene con las cremas?
- No lo sé, esta obsesionado.
- Igual tiene muy buena piel.
- ¡Si! -concordó Emilio- ¿Has visto como brilla? Luego pregúntale cual es el nombre de su crema exactamente así la compramos.
Me reí.
- Y ahora qué ¿Vuelven a ser amigos?
Emilio suspiró.
- No lo sé, luego de eso volvimos a hablar un par de veces, él me contaba los progresos que estaban haciendo sus padres. Una vez lo llamé porque te extrañaba demasiado, y extrañaba demasiado a mi hermana. No podía evitar pensar en ella también y como me ayudaría si estuviera aquí, lo fácil que serían las cosas si ella estuviera aquí. Con las únicas personas que puedo hablar de mi hermana y saber que me van a entender son mis padres,Eduardo y Ale. Hablar con mis padres sería lo peor, por más de que ellos no lo demuestren todos los días, perder a su hija fue lo peor que les pudo haber pasado en la vida y se lamentan todos lo días por ello, que yo les hable de ella solo haría las cosas más difíciles, al igual que Ale, ella no tendría que pensar nunca en el accidente, tendría que colorear, dibujar y disfrutar su niñez. En cambio Eduardo... él la amaba, a pesar de todo lo que pasó entre ellos se que la quería de verdad y que todo esto ha sido igual de duro para él como lo fue para mi. Nunca había hablado con él sobre el accidente, por lo menos no de una buena manera y pensé que ya era hora de hacerlo, pensé que Romina querría que hablaramos del accidente y ella se merecia que la recordaramos juntos, por lo menos una vez. Así que deje todo mi rencor y mi enojo de lado y lo llamé. Fue muy difícil, volver a revivir todo de nuevo. Él me contó cosas que no sabía, cosas que tuve que haber sabido desde antes pero nunca le di la posibilidad de que me las contara. La charla no nos volvió mejores amigos de nuevo, pero nos ha hecho muy bien a los dos y a pesar de que dudo que las cosas alguna vez vuelvan a ser como antes, por lo menos soportamos estar juntos sin matarnos y tenemos un entendimiento silencioso. Se que suena raro, pero pasamos por tantas cosas que a esa altura ya no hace falta darnos explicaciones, ya no sirve de nada.
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¡ᴇsᴛᴏ ᴇs ɢᴜᴇʀʀᴀ! -εмιℓιαcσ- ✓✓
Fanfic¡EEG! |Emiliaco. - No querrás que actuemos como pareja ¿cierto?.-preguntó el ojos miel horrorizado. Emilio se río. - ¿Estás loco? - ¿Quién sabe? tal vez y terminas enamorado de mí.