Possessed - Bucky Barnes x OC. Traducción

Parte 28

Por primera vez en su vida, James tenía ganas de ir a una gala.

Siempre había asistido a los eventos sin una cita o en ocasiones, arrastrando a alguna chica al azar con la que se había acostado y normalmente la odiaba a ella y a sí mismo al final de la noche. Le hacían comentarios inapropiados o le avergonzaban delante de posibles inversores. Una vez, su cita fue sorprendida tomando una tonelada de coca en el baño y terminó vomitando en medio del comedor.

Pero esta vez era diferente.

Traía a su preciosa muñequita a su mundo. Ella siempre se comportaba muy bien, así que sabía que sería una noche perfecta.

Para endulzar la noche, le tenía preparada una pequeña sorpresa.

Saliendo de su Bugatti, corrió hasta el apartamento de Maggie. Usando la llave que ella le dio, entró directamente. Después de la noche en que ella salió, le dio una de sus llaves de repuesto por si acaso volvía a ocurrir algo, pero como era impaciente, la usaba cada vez que iba. A ella no le importaba. Siempre le hacía sonreír verle entrar por su puerta.

"¿Muñeca?" Llamó, escuchando su respuesta.

Oyó su voz suave desde su estudio. Un momento después, ella salió corriendo, gritando con alegría, corriendo hacia él y saltando a sus brazos. Le dio un centenar de besos en la cara, haciéndole reír mientras la estrechaba contra su pecho. "Alguien está emocionada".

"Por supuesto que lo estoy". Ella sonrió. "¿Por qué estás aquí tan temprano? Creía que no empezaba hasta dentro de tres horas".

"Sí, es así, pero tengo una sorpresa para ti en mi casa".

"Tengo que empezar a prepararme pronto". Ella hizo un mohín.

Él negó con la cabeza. "No, no tienes que hacerlo. Coge todo lo que necesites para esta noche y deja que te lleve, ¿vale?"

Ella estaba aprendiendo rápidamente a no dudar de James. Siempre tenía algo bajo la manga y más que nada, siempre, siempre, sabía que era lo mejor.

Cuando volvieron a su casa, acompañó a Maggie al piso de arriba con un agarre en la nuca, sosteniendo su bolsa de ropa y su pequeño petate en la otra mano. Cuando llegaron al cuarto de baño de la suite principal, ella se sorprendió al ver a dos hombres de pie en el interior, acomodando una enorme colección de productos de belleza y herramientas de peinado.

"Señores", llamó James, haciendo que los dos se dieran la vuelta, "esta es la señorita Margaret Everlee".

"Eh, hola". Ella les dedicó una sonrisa mansa y un saludo.

"Muñeca, estos son unos buenos amigos míos. Armand y Leo".

Ambos eran increíblemente elegantes. Armand era alto, llevaba una camisa ligera de rayas verticales, abotonada a la altura del esternón, con el pecho decorado con collares en capas. Su profundo tono de piel estaba resaltado con oro en los pómulos y un sutil delineado de ojos metálico a juego.

Leo era un poco más bajo que la media. Llevaba el pelo rubio y largo recogido en un moño, lo que dejaba ver su limpia barba. Llevaba una camiseta negra ajustada, combinada con unos pantalones de cachemira de colores. Sus brazos estaban cubiertos de tatuajes con diseños intrincados, que llegaban hasta los nudillos cubiertos de anillos.

"Ya veo por qué la llamas muñeca, James". Armand se burló. "Es adorable". Extendió la mano, agarrando a Maggie de la mano y haciéndola girar, haciéndola reír.

"Lo es, ¿verdad?" James sonrió. "Ahora, cariño, Armand y Leo van a ayudarte a prepararte. Los dos tienen mucho talento, así que confía en su criterio, ¿vale?"