Possessed - Bucky Barnes x OC. Traducción

Parte 58

A/N: Truth is de Sabrina Claudio es la canción PERFECTA para Maggie en este capítulo. Por favor, escúchala con esto porque es exquisita *chef's kiss".

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Maggie estaba aterrorizada por los sentimientos que le quedaban por James.

La forma en que rechazó a Tony y luego la perspicacia de Natasha fueron más que suficientes para poner todo en perspectiva. Fue como si por fin se viera obligada a mirarse en un espejo y no pudiera mentirse más a sí misma.

Huir, volver a sus raíces parecía la única opción sensata que le quedaba.

Había pasado una semana entera, pero Maggie seguía sintiéndose igual. Seguía guardando todo. Ella y Rose pasaban la mayoría de los días en la casa, cuidando el jardín y el invernadero. Acomodándose para el reciente cambio de estación.

Pasar tiempo al aire libre era más beneficioso de lo que Maggie creía. Trabajar con sus manos para ayudar a las cosas a crecer al sol era increíblemente terapéutico. Disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Regresar a la Tierra. Literalmente.

Aunque disfrutaba del tiempo que pasaba con su abuela, su exterior endurecido no se movía. Nunca dejó salir nada de lo que sentía. Nunca hablaba de James, sin importar lo mucho que Rose insistiera. Simplemente no estaba preparada. Sabiendo en el fondo que si dejaba escapar alguna emoción, ésta nunca se detendría.

Por la noche, a menudo sentía que las lágrimas la invadían, pero las forzaba. No dejaba escapar ni una sola.

Maggie se sentía agotada por otra noche difícil. Encorvada en el jardín, cortando flores para un ramo fresco para la mesa del comedor. Se aseguró de coger una variedad de tipos y colores, las colocó cuidadosamente en una amplia cesta de mimbre.

El sol se asomaba por el horizonte, iluminando con suaves rayos dorados. Empapando su pelo, besando su piel. Derritiendo el rocío de la hierba. Los pájaros le daban una serenata desde los árboles circundantes con una melodía pacífica. Se levantó con su cesta llena, respirando profundamente, dejando que el aire fresco de la mañana la refrescara desde dentro hacia fuera.

Cuando volvió a entrar en la casa, Rose estaba cortando algunos tomates para su desayuno.

"Mira ese manojo". Ella se entusiasmó. "Hermosas elecciones, Maggie".

Ella dio una sonrisa forzada, moviéndose hacia el fregadero. Dejando la cesta en la encimera.

Abriendo el grifo, dejó que se llenara un jarrón antiguo. Cortó los extremos de los tallos mientras el agua corría, asegurándose de que tuvieran la longitud perfecta. Luego, los colocó en el jarrón, ajustándolos en un arreglo perfecto.

Rose vertió algunos huevos batidos en la sartén, espolvoreando las verduras cortadas por encima. "Ve a poner un edredón, ¿quieres?"

Maggie dejó el jarrón en la mesa del comedor, volviéndose para mirarla. "Um, ¿por qué no comemos en la mesa?" Sugirió torpemente, mordiéndose el labio.

Aunque había estado haciendo picnics de desayuno con su madre y su abuela desde que era joven, se habían convertido en una tradición con ella y James también. Un recordatorio que no quería en este momento, intentando obstinadamente no caer en una espiral. Aferrándose a su estabilidad por los pelos.

Rose la miró confundida, notando que la respuesta no era normal en ella. Supuso que debía haber algo detrás, así que no insistió en el asunto. "Claro, cariño. Pues pon la mesa para nosotras".

Maggie empezó a sacar utensilios y un par de servilletas de tela de la cocina. Los colocó cuidadosamente en los bordes de los manteles individuales. Moviendo el ramo de flores del borde de la mesa al centro.