CAPITULO 57

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Narra Eva
Las cosas como siempre, no pueden ir todas bien y como queremos. Siempre tiene que haber algún tropiezo o algún problema que nos haga salir de la burbuja de felicidad que nosotros mismos creamos.

Y a mi me ha llegado uno de estos.

Me ha tocado intentar entender por qué yo. Por qué a mi, por qué a nosotros.
Nosotros, que somos la pareja por excelencia. Los que salimos de todos y superamos mil cosas juntos. Pero como digo, siempre hay algo malo para algo bueno. Y nos ha tocado.

El sueño de ambos, era formar una familia a parte de nosotros dos, y ahora mismo no va a poder ser por mi problema.
Sé que Hugo se muere por ser papá, y yo por llevar en mí una vida durante 9 meses y luego poder criarlo y hacerlo lo más feliz que esté en mis manos, pero por desgracia, no va a poder ser.

Camino nerviosa de la mano de Hugo, nos estamos adentrando en el hospital, llegando a la consulta donde me dirán si hay solución o no. Si se va a poder hacer algo para que algún día podamos ser padres. Y sino, sé de sobra que buscaremos mil medios para conseguirlo. Hugo el primero, haría lo que fuese por darnos ese regalo.

—Amor, tranquila, ya verás como todo va a salir mejor de lo que pensamos —Hugo agarra mi mano con firmeza y yo le correspondo mirándole y suspirando.

Ahora si, entramos a la consulta.

—Buenos días pareja, cómo estáis? —nos pregunta el doctor con toda la naturalidad del mundo, parece no estar preocupado, eso hace que mi cuerpo deje de tensarse.
—Hemos tenido días mejores, pero estamos preparados —responde Hugo por los dos y yo solo asiento. Quiero escuchar lo que tiene que decirnos, quiero escucharlo ya.
—Pues bien, tengo buenas noticias con algún pero, pero en si, son buenas
—Diganos doctor —esta vez soy yo la que habla, los nervios me pueden.
—Hemos encontrado la solución más asequible, simplemente es operar para así ampliar tus bichitos por así decirlo y que estos funcionen mejor y tengan más células para que puedas ponerte encinta
—Pero...? —pregunta Hugo
—Pero... no es una operación fácil y tiene un coste muy alto
—Cuanto? —suelto yo esta vez
—30 mil euros —abro los ojos como si fueran a salir de mis órbitas y miro a Hugo que parece un poco igual
—Cuando sería la operación? —miro a Hugo sorprendida con lo que acaba de decir. A ver en si el dinero no nos falta, pero tenemos mil cosas que pagar.
—Hugo, vamos a hablarlo
—Amor, no importa el dinero comparado con tener un hijo o una hija juntos. No tiene que ser ahora obviamente, pero es algo que necesitas, que necesitamos, y lo vamos a hacer —me coge la mano e intenta relajarme. Yo solo asiento y le agarro la mano con firmeza. Es que yo no puedo querer más a este hombre.
—Perfecto chicos, empiezo con el papeleo hoy mismo, en esta semana os llamaré para explicaros cómo va a ser la operación y concretar una fecha —asentimos— sinceramente pienso que es lo mejor que podéis hacer, es algo que vais a tener ahí, para cuando queráis formar una familia, es un coste caro, pero pensad en la vida que traeréis en un futuro al mundo
—Gracias doctor, estamos en contacto —nos despedimos de él y salimos de la consulta. Nada más cruzar la puerta Hugo y yo nos fundimos en un abrazo. Un abrazo tierno y sincero. Un abrazo necesario y que nos da fuerza a los dos.
—Te amo Hugo, con el alma
—Te amo más amor —deja un tierno beso en mis labios y ponemos rumbo al coche.

Ahora respiramos de otra manera. Ahora encontramos esa tranquilidad de saber que hay solución, que se puede y que cuando estemos preparados, tendremos un bebé. Un bebé juntos.
Llamamos a Sam y a Fla para darles la noticia. Se alegran incluso más que nosotros mismos, son geniales. A mis padres y a la madre de Hugo no le habíamos comentado lo del problema que tenía, pero es algo innecesario, y ahora habiendo encontrado esta solución, en algún caso lo diremos cuando todo esté bien y arreglado.

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