Capítulo 55: Liberando a la bestia

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Tras ser revelado que tanto Yevgeny, así como su esposa Svetlana Safoskina estaban de regreso desde hace mucho tiempo y que, además de eso, fueron, junto a Sora, los mentores de los 'Seis Sagrados', continuaron entrenando a lado de Sora, Maksim y Avdunya, quien seguía sin creer que todo eso le estuviese pasando. Su rostro y cuerpo se encontraban realmente castigados, anqué en su rostro se miraba tranquilidad, como si eso fuese cualquier cosa para ella. Con el pasar de los días, Dunya parecía estar aclimatándose a todo eso sin darse cuenta.

El tiempo pasó. Todos y cada uno de los acróbatas, quienes estaban entrenando en diversas partes del mundo, decidieron regresar a Rusia y esperar la siguiente convocatoria y reunirse todos para asistir a los campeonatos europeos de Italia.

Mientras tanto, en los Estados Unidos, Kalos y compañía estaban ya listos para recibir a Sora, Maksim y Dunya, quienes estaban a minutos de aterrizar.
Kalos, Yuri, Layla y Sarah fueron a recibirlos y al verlos esto sucedió:

—Querida Sora, es un placer volver a verlos y, sobre todo, que hayan aceptado tener una breve temporada con nosotros previo al Festival Internacional Circense de París —dijo Kalos mientras estrechaba la mano de Sora.

—Es un placer querido Kalos, lo sabes. No hay mejor lugar para, oficialmente, regresar a los escenarios, que en Kaleido.

Layla, Yuri y Sarah observaron con curiosidad que detrás de Sora y Maksim se encontraba una jovencita, tímida y con la cabeza agachada. Ella portaba su tradicional pants deportivo, una mochila color rojo con blanco, cabello atado con una trenza y rostro pálido, con leves cicatrices y una mirada fija y segura de sí misma a pesar de su timidez.

—Sora, ¿esa chica es la misma Avdunya, la que hace no mucho estuvo en Kaleido unos días? —Preguntó Layla.

—Efectivamente querida Layla —respondió Sora—. Avdunya ha practicado duramente todo este tiempo para poder tener un nivel adecuado a lo que se necesita. De hecho, como bien sabes, ella será mi compañera de escenario en la obra, "Las mil y una noches", que presentaremos en Kaleido. Será algo similar a lo que hicimos tú y yo hace muchos años.

—Estoy ansiosa por verlas actuar.

Todos abordaron sus respectivos vehículos dirigiéndose al escenario Kaleido para ultimar detalles y ponerse de acuerdo con el director Tim. Llegados a dicho lugar esto sucedió:

—Kalos, a pesar de que el tiempo ha pasado y que la modernidad y tecnología nos han rebasado tu logras mantener en tu escenario ese aire clásico para nosotros como viejos acróbatas, bohemios y nostálgicos —dijo Maksim.

—Trato de mantener, en lo posible, ese ambiente clásico para recordarle al público que, a pesar del avance de la tecnología, las habilidades humanas siguen siendo indispensables y muchas de las veces superiores a cualquier ordenador o trabajo virtual.

—Tienes razón Kalos. No debemos estar peleados con las cosas nuevas, ni mucho menos con la tecnología, pero siempre dejar en claro que nosotros somos la parte central para que todo eso se conjunte y funcione —agregó Sora.

Tras ingresar a la pista principal del escenario Kaleido, Dunya observaba asombrada cada detalle que aquella pista ofrecía.

—Avdunya. Tal cual ves esta pista, está idéntica a la última vez que Sora la utilizó cuando, junto a León Oswald, ejecutaron la técnica Angelical —dijo Layla—. Kalos decidió a bien no cambiar gran cosa de ella pues fue su momento de mayor esplendor. Aunque la veas antigua, tiene un valor sentimental enorme y todo eso fue gracias a Sora.

—Lo, lo sé señorita Layla. Tanto Fool, Ivanova y Sophie, antes de llegar a este sitio me lo dijeron. Yo estuve aquí pocos días junto con mi amiga Masha, pero nunca pudimos entrar como tal a esta pista central, siempre utilizamos las pistas anexas o secundarias dado que el público difícilmente asistía a nuestras efímeras presentaciones. No obstante, ahora que estoy aquí en verdad se siente un aire distinto, es místico, sobrenatural, tal cual me lo dijeron los tres espíritus del escenario.

Kaleido Star: El resplandor de una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora