Kaleido Star: El resplandor de una estrella

Capítulo 49: Historias verdaderas

Varios años atrás.

Dentro de las oficinas centrales de la Kenneth Corporation ubicadas en Los Ángeles, California, Manami, la amiga de Sora, y Gerente General en ese lugar, estaba revisando minuciosamente las carpetas que contenían los números bursátiles de la corporación. Ella había notado que comenzaba a perderse dinero paulatinamente; no obstante, para el ojo común era imperceptible dado que la fortuna Kenneth, que ahora había pasado a manos de Sora Naegino, era realmente enorme y era difícil notar desvíos de fondos o cosas similares. Sin embargo, Manami no era como la demás gente, todo lo contrario, era una persona bastante observadora, detallista y perfeccionista, pero, principalmente, honesta y fiel como amiga.

Transcurrieron varios días mientras Manami continuaba dándole seguimiento al posible desfalco que una de las empresas de Sora estaba sufriendo; no dijo nada para no levantar sospechas y evitar ser descubierta, incluso sufrir algún daño si los responsables la descubrían. Fue entonces que, tras descifrar que socios del difunto Kenneth eran los responsables de tales actos, optó por cambiar su plan, llamó inmediatamente al padre de Sora, le comunicó todo lo sucedido e inmediatamente después habló con su amiga para darle todos los detalles de la situación. Fue en ese momento que Manami les dijo tanto a Sora como al padre de ésta que ella, Manami, fingiría ser parte del desfalco y se uniría a los defraudadores para saber que otras intenciones tenían para con Sora. La 'Zarina' dudó en aceptar lo que su amiga proponía, al igual que el padre de Sora, ya que era una estrategia muy peligrosa; sin embargo, Manami, fiel a su estilo, la persuadió para que aceptara, cosa que Sora hizo, pero con la condición de ponerle un grupo de guardias ocultos para que la protegieran tras las sombras en todo momento por si la situación se complicaba.

Así sucedió todo. Con el paso de las semanas la amiga de Sora fue ganando la confianza de los delincuentes y uno a uno descubrió todos los planes que tenían. Parecía que no iban a ir más allá de robarle dinero, pero uno de ellos decidió ir más a fondo y planeó el asesinato de Sora, principalmente, y de sus hijos o esposo en segunda instancia. Él o ellos sabían que Sora iría pronto a EE. UU., para visitar a sus amigos de Kaleido y ver una de sus tantas funciones; fue ahí que idearon un plan el cual era el de contratar a un reducido grupo armado que de alguna manera irrumpiera en uno de los eventos de Kaleido, simulara un atentado inventando cualquier historia absurda y aprovechar para matar a Sora y a quien con ella estuviera. Todo el grupo estuvo de acuerdo, incluida Manami, obviamente, para no levantar sospechas y como ella, incluso accedió a tener intimidad con el socio más poderoso dentro de ese grupo, fue así que se ganó su absoluta confianza, de ahí que no hubo sospecha alguna en ningún momento.

Tras todos esos acontecimientos, en un momento en el cual Manami estaba a solas en su departamento, llamó a Sora para informarle todos esos planes funestos que tenían para con ella, gracias a eso Sora ya sabía a lo que se iba a enfrentar, informó a sus amistades rusas más poderosas, muchas de ellas pertenecientes al Kremlin, es decir, a la casa presidencial y estos le proporcionaron a su grupo personal de Spetsnaz para protegerla en todo momento.

Naegino fue a Estados Unidos como lo había planeado; viajo junto a su hijo Junichi, habló con Maksim respecto a lo sucedido, Todos tenían planeado ir juntos, pero Sora le dijo que era más fácil manejar la situación si sólo viajaba con uno de sus hijos, de ese modo sería más sencillo protegerlo a que si iba toda la familia y mientras más personas fueran, menos fácil sería el cuidarlos a todos. Maksim accedió a regañadientes, pero siempre confiando en su esposa.

Cuando Sora llegó a EE. UU., y confrontó a todos los socios, incluso a Manami, estos no supieron cómo actuar. Las autoridades, previamente desde hacía varios meses, ya llevaban el caso en secreto por petición de Naegino y tenían pruebas suficientes para refundirlos en prisión por muchos años.