Nuestros apreciados protagonistas por fin habían llegado a Madrid, lugar en donde se llevaría a cabo la exhibición. Llegaron un día antes como estaba previsto, así pudieron reconocer el lugar, aclimatarse y llegar a su hotel de cinco estrellas; como era de esperarse se trataba de un Hamilton, perteneciente a Layla, quien había heredado todo ese imperio tras la muerte de su padre.
Sora pidió cinco habitaciones, tres dobles y dos de forma individual, es decir, una para ella y otra para Gabrielle mientras que en los tres restantes dividió a sus seleccionados de la siguiente manera: en una se quedaron Katya y Lyosha, en otra Ruslan y Yuri y en la última quedaron Dunya y Tanya. Era claro que Sora había notado la química que éstas últimas estaban teniendo y quiso dejarlas juntas para que siguiera creciendo dicha unión.Cada uno de los jovencitos de inmediato se tumbó en su respectiva cama, era de día, aproximadamente las once de la mañana, pero ellos lo único que deseaban era recostarse en una cama suave y tibia después de lo vivido en Siberia. Durmieron cinco horas, horas que les parecieron eternas y el paraíso mismo. Al despertar ya eran las cuatro de la tarde, todos estaban más relajados, sonrientes y amistosos. Cada uno se dirigió al lobby del hotel para encontrarse con Gabrielle, su entrenadora y parte del staff técnico que toda selección nacional lleva a sus justas deportivas. Ya estando todos ahí (acróbatas, Gabrielle y Sora) esto aconteció.
—Espero hayan dormido y descansado muy bien, se lo merecen—dijo Sora—. En este momento nos dirigiremos al complejo en donde se llevará a cabo el mini torneo de mañana. Quiero que se familiaricen con él y planeemos quienes serán los que participaran, pues al ser un torneo de exhibición y además corto, no pueden participar los seis y mucho menos en parejas; solo dos podrán participar y será de manera individual, lo mismo será en las otras dos exhibiciones en Grecia e Italia así que se irán turnando.
Katya y sus amigos asintieron y entendieron lo dicho por Sora para inmediatamente después abordar una enorme y lujosa camioneta negra que ya los esperaba para llevarlos a su destino.
Los trabajadores del hotel, así como los inquilinos, no dejaban de mirar a Sora, pero jamás se acercaron al estar, tanto ella como sus alumnos, resguardados por un fuerte cuerpo de seguridad que les había proporcionado el Estado Ruso; sin embargo, los ahí presentes quedaron más asombrados al ver a esos seis jóvenes o, mejor dicho, aún niños, bastante golpeados y con esos raspones en sus rostros que intimidaban a cualquiera.—¿Vieron los rostros de todo el personal y clientes del hotel? —preguntó Dunya—. Parecía que estaban viendo a unos muertos o criminales, ¡ja, ja, ja!
—Es verdad —respondió Tanya—. Es como si pensaran que la maestra Sora es alguien que se dedica a otro tipo de negocios y no al de las acrobacias.
—No les des ideas querida princesita —dijo Sora—. Suficiente tuvimos con todos esos años de veto, ¡ja, ja, ja!
—¡Mamá! A Tanya no le gusta que le digan princesa ni nada de eso.
—No te preocupes Katyusha, en el caso de la maestra no hay problema, sé por qué lo hace y si ella lo dice no creo que sea malo.
—Como gustes Tanya —dijo Katya.
—Gracias por recordar lo que les dije ese día, amigos —dijo Tanya.
Sora observaba todo a detalle, evidentemente ella sabía lo que había acontecido y dijo eso para ver como reaccionaban sus pupilos, como siempre todo lo tenía bajo control.
Pasados los minutos ellos observaban a detalle lo que la capital española les ofrecía y disfrutaban del paisaje.Tras media hora de recorrido llegaron al complejo en donde se llevaría a cabo la exhibición. Era un lugar relativamente pequeño, para no más de tres mil personas y un escenario compacto, pocos trapecios y un espacio bastante reducido en lo que a piso respectaba. El margen de maniobra entre el piso y el trapecio era escaso, pero era de esperarse dado que se trataba de un evento de exhibición y un tanto improvisado al no ser España una nación potencia en lo que a acróbatas se refería. Dicho país apenas iba comenzando su camino en ese mundo de las acrobacias olímpicas y quería ir creciendo paulatinamente, por ello comenzó a efectuar esos torneos de exhibición, sin retransmisión televisiva, salvo algunos medios impresos y quienes llevarán sus móviles para tomar fotos o grabar alguno que otro movimiento, pero nada más.
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Kaleido Star: El resplandor de una estrella
FanfictionEsta historia nos contara las vivencias de Ekaterina Maksimova Naegino, dieciséis años después del retiro de sus padres. Ella tiene un carácter especial, el cual le causara un sin fin de sinsabores que deberá afrontar a lo largo de su vida. No se pi...