PIDE UN DESEO,POTTERHope salió del castillo diez minutos antes de las tres y cruzó los terrenos que lo rodeaban. Había olvidado completamente que Harry también iba a ir con Hagrid, así que no se molestó en buscarlo.
¿Y como no iba a hacerlo? El chico no le dirigió la palabra en todo el día. Pero Hope tenía tantas cosas en la cabeza que no se percató o preocupó por su actitud.
Hagrid vivía en una pequeña casa de madera en la linde del bosque prohibido.
Una ballesta y un par de botas de goma
estaban junto a la puerta delantera.Cuando Hope llamó a la puerta se oyeron unos frenéticos rasguños y unos ladridos, luego se oyó la voz de Hagrid calmando a su perro.
La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta.
—Hola, Hope, pasa —saludó Hagrid con una sonrisa—. ¡Atrás, Fang!
Hope entró y observó todo a su alrededor.
Hagrid por otro lado, se mantuvo tirando del collar de un enorme perro jabalinero negro.Había una sola estancia, del techo colgaban jamones y faisanes, una cazuela de cobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme con una manta hecha de remiendos.
—Estás en tu casa —dijo Hagrid.
Soltó a Fang y este se lanzó sobre Hope. Comenzó a lamerle la cara. Fang era evidentemente mucho menos feroz de lo que parecía.
—¿Qué tal, Hagrid? —dijo Hope, mientras se levantaba del suelo un poco despeinada.
Hagrid estaba volcando agua hirviendo en una gran tetera y sirviendo pedazos de pastel.
—Muy bien, Hope, gracias por preguntar.
La niña se sentó y Fang puso su cabeza debajo de su mano para que le rascara las orejas.
—¿Harry no vendrá? —preguntó Hagrid.
Hope abrió los ojos como platos y se dio cuenta de lo que había olvidado. Si lo hubiera recordado, tal vez ella y el chico habrían podido ir con Hagrid juntos, pero ya era muy tarde, Hope ya estaba allí y no tenía ni idea de si Harry iría o no.
—No los sé —Hope se pasó una mano por el cabello alborotado—. Lo olvidé... —sonrió inocente.
Hagrid rió.
ESTÁS LEYENDO
BLACK GREEN [Harry Potter Y La Piedra Filosofal]
FanfictionHope Green. Una niña normal en lo que a ella concierne. De excelente gusto músical y terrible carácter (según su amargada tía), nunca se imaginó que con la llegada de una carta un tanto extraña, la vida le cambiaría rotundamente, y que sería el inic...