Hope Green. Una niña normal en lo que a ella concierne. De excelente gusto músical y terrible carácter (según su amargada tía), nunca se imaginó que con la llegada de una carta un tanto extraña, la vida le cambiaría rotundamente, y que sería el inic...
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Hope nunca fue de las personas que reprobaban. Cuando años atrás, iba a la escuela y hacía exámenes, siempre se las arreglaba para pasar con al menos un ocho.
Lo malo era que eso había pasado hacía mucho tiempo,y la chica ya no recordaba nada de lo que era hacer un examen en el colegio,con maestros vigilandola y con nulas posibilidades de hacer aunque sea un poquito de trampa.
Además,cada que se sentaba en su pupitre a contestar,una parte de ella la traicionaba y sus nervios se disparaban al imaginar que Voldemort podría entrar por la puerta del aula en cualquier momento.
Sin embargo,los días pasaban,y no había dudas de que Fluffy seguía bien y con vida detrás de la puerta cerrada.Eso hacía que la pobre Hope se sintiera un poco tranquila.
Hacía mucho calor.En especial en el aula grande donde hacían los exámenes escritos. Les habían entregado plumas nuevas especiales,que habían sido hechizadas con un encantamiento anti-copia.También tenían exámenes prácticos,el profesor Flitwick los llamó uno por uno al aula para ver si podían hacer que una piña bailara tap encima del escritorio.La profesora Mcgonagall los observó mientras convertían un ratón en una caja de rapé. Sumaba puntos la belleza de las cajas pero restaba que tuvieran bigotes.Snape los puso nerviosos a todos vigilándolos de cerca mientras trataban de recordar cómo hacer una poción para olvidar.
Hope hizo lo mejor que pudo en todo, tratando de ignorar las punzadas que sentía en la frente.
Un dolor que misteriosamente le molestaba a ella y a Harry desde la noche en el bosque.
Sam pensaba que Hope era un caso grave de nerviosismo,porque no podía dormir por las noches.Pero la verdad,es que se despertaba por culpa de su vieja pesadilla, que se había vuelto peor,porque la figura encapuchada aparecía chorreando sangre. Y ni la niña ni Harry se habían confesado que a los dos les pasaba lo mismo,solo se habían mencionado que tenían malas noches otra vez.
Tal vez porque ellos no habían visto lo que Hope y Harry en el bosque,o porque no tenían cicatrices ardientes,Ron y Hermione no parecían tan preocupados por la piedra como ellos.La idea de Voldemort los aterrorizaba,desde luego,pero no los visitaba en sueños, y estaban tan ocupados repasando que no les quedaba tiempo para inquietarse por lo que Snape o algún otro estuviera tramando.
Estaba claro que Hope había tirado por un barranco su promesa de no meterse en lo que no le importaba,lo que estaba pasando era realmente preocupante,o al menos lo era para ella y para Harry.
Aunque claro,ninguno de los dos sabía que tenían la misma opinión,ni siquiera que estaban en la misma situación,pero eso, estaba por terminar