Absolutamente nada

264 32 5
                                    

Estaba cansado.

Ya no les quedaba mucho para llegar a Alexandria: unas cuantas horas, no más, pero sentía que sus brazos ya no podían seguir sosteniéndola con seguridad.

Miró a Dog, que llevaba rato casi arrastrando la lengua por el suelo de la sed y suspiró. Luego se fijó en Carol, que seguía dormida como si nada, sin darle más señales de vida que la de su corazón y su respiración yendo y viniendo.

No había abierto los ojos. No se había quejado pese a todo el dolor que debía estar soportando su cuerpo. No había hecho ni el más mínimo gesto.

Seguía dormida sin saber que ya no estaba entre aquellas cuatro paredes, que ya nadie más iba a hacerle daño, que era él quien la cargaba, quien la estaba llevando a casa, quien la estaba protegiendo... quien daría su vida por ella si así lo necesitara.

-Carol...- a veces le costaba tanto decir su nombre...

Suspiró otra vez y detuvo el paso para poder analizarla, para tratar de hallar aunque solo fuera un leve cambio en su rostro, pero nada.

Absolutamente nada.

Tenía que llegar cuanto antes a la comunidad, hacer que alguien mirara sus heridas, sus golpes, darle algo de comer y de beber en condiciones... permitir que descansara cuanto debiera...

Reanudó el paso convencido de hacerlo, pero, apenas tres segundos después pudo darse cuenta de que Dog no iba a seguirle. Se había tumbado en el suelo, agotado y sediento, esperando a que Daryl hiciera lo mismo que él.

-No- le contestó con rotundidad.

Y el perro se quejó sin moverse un ápice.

-No me jodas, Dog- bufó.

Él le miró jadeante, se levantó, avanzó hasta ponerse a su lado y tocó con su hocico el cuerpo de Carol como si supiera que ella también necesitaba aquel descanso o como si tuviera demasiado claro que solo ante aquel pensamiento Daryl pararía.

-Está bien- acabó accediendo.

Paseó su mirada por aquella zona del bosque y localizó un poco de hierba en la que poder tumbar a Carol cómodamente.

-Ahí está...- susurró antes de agacharse para soltarla.

Después se quitó la chaqueta y se la colocó a modo de almohada.

-Paramos un rato y luego seguimos camino a casa, ¿de acuerdo?- necesitó pedirle su aprobación, aunque no consiguiera nada.

Absolutamente nada.

Se levantó cansado, suspiró de nuevo y cerró los ojos para centrarse en escuchar qué podía haber alrededor.

El río estaba cerca, así que haría un fuego para hervir un poco de agua y que todos pudieran beber. La última gota se la había ofrecido a Dog aquella misma tarde y, pese a haberse privado de ella para dársela a él, el animal no le iba a perdonar ni un rato más con la cantimplora vacía.

-Vigílala- le pidió, haciéndole un gesto significativo hacia Carol, y se separó de ellos para llegar a la orilla.

Llenó todos los recipientes que tenía y volvió sin que hubieran pasado más de un par de minutos. Luego puso toda su energía en hacer un pequeño fuego y fue hirviendo en un cazo toda el agua que había recogido.

Entretanto, tuvo que sonreír un par de veces al ver a Dog junto a Carol, durmiendo pegado a ella o lamiendo su brazo o su mejilla como si quisiera despertarla.

-Ummm...- escuchó en una de esas, y su corazón se paró al darse cuenta de que había sido ella quien había hecho aquel ruido.

-Hey- saltó casi como por resorte hacia el suelo. -Carol- la llamó mientras dudaba entre tocarla o no. -Carol...- insistió sin obtener ningún tipo de respuesta.

Dog debía haberla molestado de más, aquello debía haber sido un reflejo involuntario a causa del dolor, una queja, una forma de intentar salir de aquel sueño que, paradójicamente, en realidad la mantenía a salvo...

¿Cómo podían haberle hecho tanto daño?

-Carol...- se atrevió a alzar su mano para colocarla lenta y suavemente sobre su mejilla. -Mi vida- pronunció sin voz, rozando con las yemas de sus dedos su sien.

Era su vida, sí. Su vida entera.

La mujer callada, asustada e insoportablemente indefensa que conoció un día, ahora estaba tan a dentro de su alma que si intentaba arrancársela moriría.

Tal vez se le coló dentro la mañana siguiente a la noche en el que los caminantes atacaron por primera vez el campamento, el día en el que la vio quitarle el pico de sus manos para devolverle a Ed, de alguna forma, todo lo que él le había hecho a ella. O tal vez cuando Sophie se perdió, tal fue su llanto desesperado el que le rompió el corazón para luego arreglarlo con un beso en la frente y unas cuantas palabras que nadie le había dicho hasta el momento.

O quizás no, quizás no hizo falta nada, solo ella con aquellos dos ojos azules y su sonrisa. O quizás sí, quizás fueron necesarias hasta todas y cada una de las batallas que ya les pesaban en las espaldas.

De una forma u otra, la quería.

La quería con todo su ser y, en realidad, ya le daba igual si se había dado cuenta de eso antes o después, porque al verla así lo único que podía pensar era en aquel instante.

En ella allí tumbada, en lo valiente que había sido, en lo mucho que había aguantado, en todas sus heridas y golpes, en que él le había fallado, en que... aquel día se fue pensando que la odiaba y, sin embargo, ahora no quería hacer otra cosa que verla despertarse para sacarla de su error, para decirle lo mucho que la amaba y cuánto había temido, y aún temía, perderla.

-Carol- susurró esta vez.

Y fue incapaz de contenerse, le fue imposible no acortar la distancia que los separaba para dejar un dulce beso impregnado en su sien.

-Te quiero- se atrevió a decirle al oído. -Con toda mi alma, te quiero- y un beso más, ahora en la mejilla. 


_________________________

PD. No soy muy de escribir al final de los capítulos, pero quería disculparme por haber tardado tanto en subirlo (que he tenido un par de semanas ajetreadas y pasarme más de cinco minutos concentrada en algo era tarea imposible 🤦🏻‍♀️). 

También quería agradeceros infinitamente vuestros comentarios, aunque no me dé lugar de responderos. Ni os imagináis lo feliz que me hace saber que os está gustando el relato, y espero que la cosa vaya in crescendo ahora que se han "reencontrado" jajaja. 

En fin, no me enrollo. 

Espero que este trozo también os guste y...  (ahora que sí puedo) ¡sigo pronto!

😘😘


YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora