"Cariño, te arruinaré si me dejas quedarme."
Eleanor Snape ama a Ron Weasley,
es su mayor secreto.
Pero con los ojos de todos en ellos
es inevitable que se cometan errores.
Probablemente ella no le estaba haciendo mucho bien
de todos modos.
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Una vez que pudieron levantarme del piso, Harry abrió el camino a lo que una vez fue la oficina de Dumbledore con las últimas lágrimas de mi padre chapoteando en un diminuto vil. Nadie dijo una palabra ni hizo ningún ruido, simplemente caminamos en un silencio ensordecedor mientras diferentes explosiones y luces brillantes bailaban en la distancia.
Sabía que no entendían por qué me sentía tan misericordioso por el hombre que asesinó a Dumbledore frente a mí y luego por toda la familia de mi mejor amigo, pero algo sobre su muerte lo hizo parecer tan inocente. Realmente no podía explicarlo y estaba agradecida de que por el momento nadie me lo pidiera.
Una vez que llegamos, dejé escapar un gran suspiro y me acurruqué al lado de Ron.
Por comodidad.
—Bueno, ¿qué hacemos?— Pregunté, mirando alrededor de la habitación. Se sentía frío y vacío ahora que Dumbledore se había ido, y la oscuridad de sus paredes envió un escalofrío por mi espalda.
—Ponlos aquí y luego mete la cabeza, nos mostrará los recuerdos que quería que vieras.— respondió Harry.
—No creo que pueda hacer esto.
La ansiedad se estaba acumulando en mí una vez más mientras pensaba en lo que podrían contener estos recuerdos. Ron comenzó a frotar su mano arriba y abajo de mi espalda y sentí que me relajaba un poco.
—Estaremos contigo todo el tiempo, ¿de acuerdo? Tienes esto.— Hermione añadió, colocando su mano en mi hombro.
—Tengo miedo de ver a mi madre o aprender algo realmente horrible que desearía nunca haber sabido.
—Puedo entender eso, pero él quería que hicieras esto por una razón.
—Estoy de acuerdo.— animó Harry. Suspiré y di un paso adelante, vertiendo las lágrimas en la palangana.
—Y Elle.— dijo Harry antes de que pudiera bajar la cabeza.— Si hay algo que no quieras decirnos, también está bien.— Asentí con la cabeza y respiré hondo antes de hundir mi rostro por completo.
A partir de ese momento, vi destellos de conversaciones entre mi padre y Dumbledore, que eran principalmente sobre Harry. Dumbledore usó a mi padre como espía para mantener a Harry a salvo y mi padre accedió por su amor por la madre de Harry, Lily. Luego, hubo un momento durante el año en el que Dumbledore reveló que estaba maldito y que solo tenía un año de tiempo, por lo que Severus dio un paso al frente para matarlo cuando se suponía que era Draco. También discutieron cómo Dumbledore solo se preocupaba por Harry y lo mantuvo con vida tanto tiempo porque era el Horrocrux final y matarlo haría que Voldemort volviera a ser mortal.
Mi corazón se hundió en eso.
Luego se remontaba más a mi padre y a mi madre, Clarissa, en la que ella le decía: "No seas tonto Severus, ese nunca fuiste tú. No eres nada oscuro, solo te perdiste un poco. Pero estas chicas,no pueden cometer los mismos errores. No los dejaré. Tienes que prometerme que harás lo que sea necesario para darles la mejor vida posible." No tenía idea de quién estaba hablando, pero si mi padre quería que yo lo viera entonces debe ser importante.
