Ruin you -Ron Weasley ✓

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—Oye mamá, ¿Cuándo llegó Harry?- Escuché a Ginny llamar desde el primer piso de la casa.

Estaba medio dormida en la cama de Ron mientras él dormía en el suelo, algo que su madre se aseguraba de que sucediera cada vez que me quedaba. Me obligué a despertarme un poco más, luego me levanté lentamente para hacer mi camino hacia el pasillo.

—¿Harry quién?- La Sra. Weasley llamó desde algún lugar debajo de nosotros.

—Harry Dimpleton.- respondió Ginny con sarcasmo.

—Harry Potter por supuesto.

—Creo que sabría si Harry Potter estuviera en mi casa, ¿no?

—Su baúl está en la cocina, búho también.

Cuando Ginny señaló esto, Hedwig soltó un pequeño chillido de en algún lugar de la cocina.

—¿Harry? ¿Alguien dijo Harry?- Preguntó Ron, apareciendo de repente detrás de mí con una sonrisa soñolienta en su rostro.

—Sí, ¿está él ahí arriba con ustedes dos?- Preguntó Ginny.

—Por supuesto que no, creo que sabríamos si estuviera aquí en mi habitación con nosotros.- le gritó Ron.

—Bueno, definitivamente puedo escuchar a Hedwig.- agregué.- probablemente esté deambulando por la casa en alguna parte.

—No lo he visto.- respondió Ginny.

—¿De verdad?- Le di una mirada perpleja.

—De verdad.- Harry rió, apoyado contra la puerta de la cocina de los Weasley.

—¡Harry!- Grité, corriendo escaleras abajo y tacleándolo en un gran abrazo. Me devolvió el abrazo y se apartó con una sonrisa.

—Harry, ¿por qué no nos dijiste que vendrías?- Preguntó la Sra. Weasley, uniéndose a nosotros en la cocina junto con Ron y Ginny, quienes estaban turnándose para abrazarlo también.

—No lo sabía.- dijo encogiéndose de hombros mientras se alejaba de Ron.

Todos le dirigimos una mirada confusa.- Dumbledore.- añadió, lo que resultó en un explicación.

—Ese hombre.- comenzó la Sra. Weasley, negando con la cabeza.- Entonces de nuevo, ¿qué haríamos sin él?

Ron se rió de acuerdo y pasó su brazo alrededor de mis hombros, besando un lado de mi cabeza lo que hizo sonreír a Harry.- ¿Cómo es que estás aquí? ¿Escondiéndote de papá?- Preguntó.

—Ron y Hermione querían una fiesta de pijamas y como ella ya estaba Al quedarme aquí, pensé en unirme por un par de noches.- le dije.

—¿Dónde está Hermione?- Harry miró alrededor de la habitación para notar que ella se había ido.

—Fred y George están arriba mostrándole su nueva poción de amor.- respondió Ginny con una risita.

—Bueno, ya que estás aquí, podemos pasar un tiempo juntos antes de regresar a Hogwarts.- me dijo Harry.

—No me dejes fuera ahora.- intervino Ron.- Dormí en mi piso para ti.

—Mi héroe.- dije con sarcasmo, besando su mejilla.

—Buenos días a todos.- Las voces sincronizadas ahora pertenecían a Fred y George, quienes bajaban las escaleras con Hermione.

Vio fugazmente a Harry parado en la puerta.

—¡Harry!- gritó, apresurándose a abrazarlo.

—Es bueno verte, Hermione.- dijo sonriendo.

—¡Vamos arriba entonces, debemos ponernos al día todos!- Agarró la muñeca del pobre chico y casi lo arrastró escaleras arriba. Le di a Harry una gran sonrisa y me di cuenta de lo feliz que estaba de estar allí con todos ellos una vez más.

—Mamá lo perdió esta semana, dijo que Ginny y yo no tenemos derecho a regresar a la escuela.- dijo Ron mientras nos sentamos en un círculo en su piso.

Poniendo a Harry al tanto de nuestras vidas.

—Dice que es demasiado peligroso.

—Oh, vamos.- dijo Harry, poniendo los ojos en blanco.

—Ella no está sola, incluso mis padres saben que algo malo está sucediendo.- agregó Hermione.

Me senté allí en silencio, sabiendo que mi propio padre era parte de esa "cosa mala" que todos sospechaban.

Sabía que no me culpaban, ni siquiera me asociaban con los mortífagos y Voldemort, pero aún así era difícil no sentirme culpable.

Debieron haber notado que me perdía en mis pensamientos porque pronto Hermione se acercó y tomó su mano en la mía.- Va a estar bien Elle, me alegro de que estés aquí con nosotros.- Dijo ella genuinamente.

Sonreí y apreté su mano, feliz de saber que confiaba en mí.

—Si no les importa, me gustaría dar un pequeño paseo con Elle antes de que ella tenga que irse a casa esta noche.- les dijo Ron a los dos.

—Oh, vamos agapornis, ten tu pequeño momento.- Harry nos despidió con la mano, solo fingiendo estar molesto.

Afuera, Ron tomó mi mano y la balanceó hacia adelante y hacia atrás mientras caminé por el patio.- No escribiste mucho este verano.- dije, rompiendo el silencio.- Me sorprende haber llegado a verte estos últimos días.

—Bien, lo siento. Estaba ocupado, y luego Hermione vino para quedarse y no pensé en eso. No estaba tratando de ignorarte.

—Bueno, lamento entrometerme en tu tiempo con Hermione.- murmuré.

Dejó de caminar y se volvió para mirarme de frente, luciendo un poco agitado.

—No es así, y dije que lo sentía. No es como si estuvieras corriendo para enviarme cartas tampoco.

—Debido a que mi papá es quien envía nuestro correo, ¿qué pasa si se pone un poco entrometido y los lee? Estaba tratando de protegernos.- Me defendí rápidamente.

—¿A nosotros o a ti misma?- Ron espetó.

Le di una mirada de asombro, que rápidamente se convirtió en ira.- Vete a la mierda contigo entonces, no necesito quedarme aquí y discutir por mí misma.- dije antes de arrancar mi mano de la suya y darme la vuelta para alejarme.

Ron extendió la mano una vez más y agarró mi antebrazo, girando hacia su abrazo.- No te pedí que vinieras a pelear contigo.- Dijo, su cara solo a centímetros de la mía.

Su expresión se suavizó un poco mientras suspiraba.

—Siento haber dicho que no lo decía en serio. Sabes que te amo y aprecio todo lo que haces por mí. Lo digo en serio.- Se inclinó para besarme y, de repente, toda mi ira desapareció.

Le devolví el beso apasionadamente, agarrando la parte de atrás de su cabello mientras sus manos se movían a mi cintura, manteniéndome en mi lugar.

—Oui, gracias por el espectáculo, pero no compramos entradas.-dijo Fred desde una ventana del piso de arriba. Rápidamente salté hacia atrás de Ron y tosió torpemente.

—Cállate.- respondió Ron.

Me reí y envolví mis brazos alrededor de su torso.

Fred nos sonrió una última vez antes de cerrar la ventana y alejarse.

—Estaremos bien este año Ron, lo creo.- dije, todavía mirando hacia arriba.

—Bueno, si tú lo crees, yo también lo creo.- Respondió, besando la parte superior de mi cabeza.