Jackson Mi eterna perdición #1 《COMPLETA 》✔

Capítulo 28

El Segundo Amanecer

El calor proveniente de la ventana abierta me calienta la cara haciendo que me despertara de golpe. Voy abriendo mis ojos de apoco para ir tanteando el terreno. La cabeza me da vuelta provocando que mis manos vayan hasta esta tapandola por completo. Un leve respiro hace que voltee la cara ubicando al chico que duerme plácidamente a mi lado. La sábanas blancas cubren parte de cuerpo, dejando su turno un tanto al descubierto, su caballo azabache se encuentra todo desordenado, y en la parte de su cuello llego a percibir una macha roja, me acerco un poco para comprobar lo que tanto me imaginaba, era un chupón, ¡pero que vergüenza!. Era la segunda vez que despertaba completamente desnuda en una cama ajena y eso porque anteriormente no me pasaba, ya que el sexo con otros chicos no pasaba a más que solo eso, sexo.
Trato de recodar algo mientras que me inclino en busca de mi teléfono, si mi mamá o la nana de Jackson me vieran así, se me caería la cara de la vergüenza.
Una vez que estoy sentada se me vienen algunas imágenes un tanto distorsionada de la noche anterior. Margaritas, bailas con mis amigas, yo moviendome con sensualidad sobre la mesa, Sasha comiéndose a Gonzalo frente a nosotros, Samantha con Samuel muy pegaditos, luego ya no veo a ninguno de los 4, Jackson besandome muy apasionadamente y yo arriba de el gemido como toda una loca desesperada.

Por dios pero en que carajo estaba pensando. Ya me esperaba un sermón de parte de mi madre cuando llegara a casa. Mi estómago era todo un revoltijo, la ganas de vomitar no pasaban desapercibidas y mi cabeza palpita muy fuerte. Solo atiné a parame del conchon e ir directamente al baño a mojarme la cara. Cuando me levante senti un pequeño dolor en mi entrepierna pero no me detuve.

Llegó al baño y lo primero que hago es mirarme en el espejo. Literalmente parecía un mapache en pinta. Mi maquillaje estaba todo corrido y mis ojos un poco enrojecidos. Me heche un poco de agua en la cara para aminorar las ganas de vomitar y el maldito dolor de cabeza. Para que carajo tamaba tanto si se que al otro día iba a terminar hecha un desastre. Me trago mis palabras porque se que voy a volver a beber y la verdad que no tengo respuesta para esa pregunta.

Una vez que terminó me encaminó hacía la habitación, encontrandome con mi novio mirándome de arriba abajo. Me había olvidado que estaba completamente desnuda. Agarró parte de mi traje cubriendo.

—¿No me digas que todavía te da vergüenza que te vea desnuda, sabiendo la noche anterior tuvimos sexo?

No se con que cara mirarlo mientras que le respondo. El tiene mucha razón, no se que me pasa. Nunca fui de esconderme y menos adelante de un muchacho. Al parecer con Jackson era diferente

—Emm... yo, no se que decirte, tienes toda la razón en lo que me dices

—Ven— pronuncia cambiando de tema

Me acomodó en la cama junto a él

—¿Cómo te sientes?

—Con un poco de náuseas y mareos, pero se que es por todo lo que consumí anoche

—Deja que te traiga una pastilla para aminorar los síntomas ¿si?

Le agradezco recostandome de nuevo en la cama.
Antes de dirigirse a la cocina me regala un casto beso en los labios.

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Al parecer me había quedado dormida, porque unos sacudones sobre mis hombres me despiertan.

—Martina. —Sacudida de hombros. ¡Martina cariño!

Abró uno de mis ojos vislumbrado el rostro de mi novio al frente mi.

—¿Qué.. paso?

—Te quedaste dormida mientas que te conseguí la pastilla

—Ahh, ni me di cuenta cuando paso