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SAMUEL

La observo salir corriendo de la biblioteca con la mano puesta en mi mejilla.

Los pares de ojos que me miraban no pasaban desaparecido.
Me pare en seco y los observe con mi mejor cara de asco.

-¿Que miran, par de chismoso?- le grite. ¿Acoso nunca vieron a una mujer darle una cacheta a un hombre?

Las pocas personas que estaban distribuidas en las mesas bajaron sus cabezas y siguieron en lo suyo.

Yo agarre mis cosas y salí del lugar. Quien se creía para hacer algo así, apenas y la había tocado.

Mientras salía de la preparatoria mi celular comenzó a sonar, lo saque del bolsillo del pantalón y conteste sin mirar.

-¿Hola?-

-Ey hermano, te estuvimos esperando en la cancha, pero no apareciste-.

-Recién salgo de la escuela-

-Uhh esta bien, vamos a ir a la casa de Santino a festejar ¿te unes?-

<<Por que no, necesitaba despejarme y desahogarme>>

-Por supuesto que si, ¿a que hora van a estar ahí?-

-En media hora mas o menos, vamos a comprar algo para tomar primero-

-Ok, compren una buena botella de vodka-

-Como digas hermano, nos vemos-

Cuelgo y me voy a mi casa a cambiarme de ropa, obviamente que no iba a ir así como estaba.

MARTINA

Lo único que me faltaba, que Samuel se quisiera pasar de vivo con migo y me besara.

Se cree que por ser el "chico popular", el "que se lleva a todas a la cama", va a poder hacer lo que quiera con migo. En eso estaba muy equivocado. Yo no soy igual a las tantas zorras que se tira.

Y yo que creía que podía llegar a cambiar, que la apariencia que mostraba ante todo era una simple actuación, pero al parecer me equivoque.

Tenia que dejar de pensar en Samuel y concentrarme en mí.

Mientras que caminaba por las calles, escuché el ruido de un auto acercándose. No me quise voltear porque capaz que paraba en uno de los cordones e iba a quedar como toda una chismosa si daba vuelta la cabeza. Pero me equivoqué, cuando la voz que salió de adentro del mismo era reconocida.

-Pensé que estarías en tu casa haciendo esos trabajos que tenias que terminar-

-¿Ahora me estas vigilando?-

-No, claro que no- Era simple curiosidad-

-¿Ah sí?, ¿Curiosidad de que?-

-Solo déjalo en curiosidad- ¿Quieres que te lleve?

La verdad que no era mala idea y aparte ya me sentía cansada, tenía que aprovechar ahora que mamá estaba en el trabajo y así ahorrarme las preguntas incomodas.

-Esta bien-

Al subir al auto lo primero que me atrajo fue un intenso aroma a una colonia masculina, la cual me pego de lleno contra mis fosas nasales. No estaba tan mal, realmente era exquisita.
Si cada vez que me lo encontraba a Jackson por los pasillos impregnado en ese perfume, creo que iba a caer mucho mas rápido de lo debido.

Por dios este chico me hacia tener pensamientos muy poco decentes.

-¿Y de donde venias?- Si es que se puede saber.

Jackson Mi eterna perdición #1  《COMPLETA 》✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora