Capítulo 18

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Adrien

— ¿Cómo que Hanna está meditando? — Miro incrédulo a Maximus y él asiente bastante confiado.

— Es algo nuevo que empezó a hacer luego de lo de Italia, no quiere que nadie la moleste hasta mañana.

Miro a Nicole en busca de la verdad y ella asiente haciéndome reír porque crean que soy tan idiota para creerme esa porquería.

— No es lo que dice Maximus, no está meditando, pero no quiere que entres. — El pecho se me oprime. — Fue bastante clara... en decir que no quería que tú entraras.

Asiento lentamente tragando saliva.

— Bien. Solo avísenme cuando termine de alinear sus putos chacras.

Bajo las escaleras decidido a ir a dormir la noche entera, pero no tengo ni una gota de sueño.

Sus labios sobre los míos.

Sus gemidos.

Su interior apretándose alrededor de mí.

Mi teléfono suena en mi bolsillo y camino hacia la puerta del departamento mientras veo el mensaje.

Hera: ¿Cómo que haremos algo mañana?

Mis labios se estiran y apoyo mi espalda en la pared teclado las palabras.

Yo: Te mentí, el café no era el regalo. Iremos a ver algo exclusivo, una obra de arte que no muchos han tenido el placer de ver.

Si le dijera algo así a Hanna, ella pensaría que hablo de mi polla...

Hera: ¡Entendido! Suena interesante, ya quiero saber de qué se trata, ahora no podre dormir >:(

Me rio sin evitarlo y veo la puerta de reojo.

Yo: Tampoco tengo mucho sueño...

Se demora en responder, pero veo los tres puntos que indican que está escribiendo.

Hera: Oh, sí solo viviéramos en el mismo edificio... te invitaría a que vieras una película.

Yo: ¿Qué clase de película?

Hera: Estaba por empezar El Perfume.

Sonrío.

Yo: Estoy dentro.

La mujer me responde con un montón de emojis sorprendidos y tomo el ascensor hasta su piso. No tardo más de cinco minutos en estar fuera de su puerta y ella abre viéndome divertida con el ceño algo fruncido.

— Y-Yo, no pensé que realmente vinieras. — Suelta un pequeño brote de risa y se hace a un lado sonriéndome. — Entra, por favor.

— Es El Perfume, si hubieras dicho el titánico hubiese bajado las escaleras corriendo.

La castaña cierra la puerta carcajeándose por mis palabras y apaga la luz siendo las velas que tiene encendidas las que me guían a la sala.

— ¿Tu película favorita es el Titánica?

Veo las mantas sobre el sofá, la gran pantalla encendida en los créditos iniciales de la película y un gran bol de palomitas caseras con una taza de café humeante a su lado.

— En realidad Secreto en La Montaña. — Sonrío cuando la hago reír y me quito el saco negro sentándome en el sofá. — Mi película favorita es Diario de una Pasión.

Escapando del Paraíso (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora