Capítulo 41

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Touma

Inhalo con lentitud, mi pecho se infla, mi garganta duele y mis costillas se expanden, y exhalo lentamente sintiendo mi cuerpo reclinarse en el asiento.

— Para alguien que vive en una isla, eres pésimo viajando por el mar.

Sonrío un poco ante el comentario de Abel y giro mi rostro observándolo flexionar su brazo como si levantara una pesa invisible.

— Es mi primera vez.

Mala elección de palabras y la sonrisa burlona crece en sus labios.

— ¿Entonces no fui un mal...?

— Me complace informarles que hemos llegado a nuestro destino.

Un hombre que entra le impide terminar su broma de doble sentido y acomodo mis gafas inclinado mi cabeza.

— Muchas gracias.

Me acerco a la ventana al otro lado de la cabina y entrecierro los ojos un poco cuando la luz exterior sigue siendo demasiado fuerte.

Habíamos llegado a la famosa isla, esa isla donde la mujer más buscada por la interpol se encontraba. Y el que fuera Adrien el que llamara pidiendo mi ayuda, y no ella, solo me hacía pensar una y otra vez en el peor caso posible.

La última vez que había contactado con la rubia, fue cuando nos hizo saber que el plan se había arruinado y Romero había revelado uno de los videos.

La verdad es que luego de haber recibido ese mensaje, todos esperábamos la guerra, Interpol contra Elite, y las mafias haciendo lo suyo para volver a aterrorizar a la humanidad.

Solo que en lugar de ello hubo silencio, tanto silencio que al no saber cuál sería el siguiente paso del enemigo, todos estaban alerta.

Con Abel sabíamos que había agentes de la Interpol siguiéndonos, por eso antes de dejar Japón, hicimos unas cuantas paradas alrededor del mundo hasta perderlos.

Tres días nos había tomado llegar, y solo puedo rezar esperando que no haya sido muy tarde.

Caminamos por la playa tropical de la costa hasta perdernos en un denso bosque con olor a humedad, caminamos alrededor de diez minutos, y entonces los vimos.

Una gran mansión construida en medio de la naturaleza, con paneles solares en lo alto, y ventanas de cristal a su alrededor. Gritaba Lujo Morgan por todos lados.

Uno de los empleados nos hace quitarnos los zapatos al entrar a la propiedad y la temperatura allí dentro era completamente diferente al calor sofocante que hacia afuera.

Si, se sentía más agradable, pero la tensión en esas silenciosas habitaciones me hacía saber que algo no estaba bien. Y las dudas solo aumentaron al ver una cara conocida.

Las ojeras eran marcadas, su ropa estaba arrugada y el largo de su vello facial era sorprendente para haber sido solo tres días los que han pasado.

Adrien nos recibió con un abrazo, uno que era demasiado afectuoso teniendo en cuenta que nunca le agrade del todo.

— Necesita tu ayuda, Touma.

Sentí mi corazón pararse con cada palabra que Volkov dijo luego de ello.

— El hijo de Alexey Romanov le inyecto algo, un virus...

Su sonrisa juguetona al escuchar algo que puede transformar en una oración sexual.

»— Ha tenido mucha fiebre, convulsiones... Tuvieron que inducirla en un coma porque la primera vez que despertó, gritaba... solo gritaba...

Sus melodiosas carcajadas que extendían calor desde mi pecho a mi barriga haciendo que mis ojos solo pudieran observarla a ella.

Escapando del Paraíso (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora