El Regente que abdicó después de transmigrar.

6. Amable y mimoso, como si estuviera persuadiendo a un niño desobediente

Xiao Fan inclinó la cabeza e hizo una mueca. Las comisuras de su boca se tensaron mientras sus ojos oscuros brillaban. Sus palabras fueron dulces, pero su tono fuerte y frío lo hizo sonar mezquino. Mejor no hubiera dicho nada.

A unos pasos de distancia, Shen Mu miró la incomodidad y la vergüenza que intentaba reprimir bajo sus ojos, y sonrió ligeramente.

En los libros, Xiao Fan siempre era descrito como "frío y violento"; pero lo que Shen Mu había visto hasta ahora, había sido un joven cuyas emociones estaban escritas en su rostro.

Toma venganza contra sus enemigos y no es blando con ellos. También era implacable, e incluso cuando se enfrentaba a las "perversas" buenas intenciones de su viejo enemigo, se las devolvía con dureza.

Era bueno que el amor y el odio se distinguieran con claridad. Esta era la primera vez que Shen Mu esperaba sinceramente que Xiao Fan no acabara convirtiéndose en un animal "de sangre fría y sin corazón" como era descrito en el libro

—Bien—Elevó un poco el tono de su voz, con un matiz de indulgencia que no había notado—Entonces le daré las gracias a Su Majestad.

Se oyeron pasos susurrantes en sus oídos, y los dos se giraron solo para ver a un adolescente de dieciséis o diecisiete años caminando hacia su casa. Al ver que los ojos de Xiao Fan parpadeaban, se apresuró a arrodillarse y saludar, diciendo respetuosamente —Su Majestad, este hermano está aquí para visitar a la emperatriz. Pero los criados dijeron que estaba descansado, así que no la despertaron.

El joven de verde era esbelto y guapo, tenía un cuerpo flotante y llevaba atado un cinturón de jade que no le llegaba a apretar la cintura. Incluso sus ojos parecían sonreír. Tenía una mirada a la que la gente no podía evitar querer acercarse cuando lo veía.

Sin embargo, en comparación con Xiao Fan, su aura por sí sola tenía una diferencia de más de una estrella y media.

—Noveno Hermano—Xiao Fan miró al adolescente y le respondió fríamente, con un tono indiferente, sin que se pudiera encontrar ningún rastro de aspecto juvenil.

Xiao Huan tuvo que levantarse, y cuando los ojos de flor de durazno recorrieron el cuerpo de Shen Mu, un destello de sorpresa brilló rápidamente. Al ver el silencio de Xiao Fan, se apegó un poco y dijo con voz cálida—Hace mucho tiempo que no veo a Su Majestad y lo extraño en mi corazón; pero sé que Su Majestad está ocupado con los asuntos de gobierno, así que no lo molestaré

Las palabras educadas que no revelan nada siempre hacen que la gente no pueda encontrar fallos. Shen Mu había estado en vilo toda la mañana y sólo quería volver a su casa para comer y descansar, así que siguió el tono de Xiao Huan y dijo—Ha llegado la hora del almuerzo, no estoy en condiciones de retrasar la comida de Su Majestad, así que por qué no...

—No es ningún retraso.

Shen Mu se quedó helado y se olvidó de disimular la duda en sus ojos. Vio que Xiao Fan fruncía el ceño y tras un momento de reflexión, susurró—¿No quería Ya Fu cenar conmigo ayer? Hoy no estoy ocupado, así que Ya Fu no tiene que sentirse culpable.

Shen Mu—...

Es bastante empático ahora.

Después de decir eso, barrió al silencioso y educado Xiao Huan. Xiao Fan agregó—El noveno hermano también debería venir.

Xiao Huan—......

De este modo, inexplicablemente, los "agradecidos" Shen Mu y Xiao Huan llegaron al Palacio Ming Cheng. Mirando a las docenas de platillos que tenían delante, cada uno sonrió sin poder evitarlo.