8.¿Qué clase de altercado puede hacer que te deje en ese estado?

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El débil olor a sangre se mezcló con el aroma almizclado, y en medio del irresistible acercamiento de Xiao Fan, a Shen Mu le costó respirar.

La nariz de Xiao Fan pasó sobre su cuello y hombros. Hacía tanto calor que su cuerpo temblaba de forma incontrolable.

Aquella mano seguía sujetando su hombro, lo que hizo que inclinara ligeramente la cabeza y jadeara en un susurro algo urgente. Al notar la posición sumisa en la que estaba, Shen Mu frunció el ceño; inconscientemente comenzó a forcejear y levantó la mano para empujar a Xiao Fan.

El joven estaba tan cerca que Shen Mu ni siquiera podía ver la expresión de su rostro. Justo cuando levantó la mano, Xiao Fan le agarró la muñeca y se la llevó a la espalda sin mediar palabra. Los fuertes y apretados brazos presionaron la cintura y los costados de Shen Mu, provocando una sensación de hormigueo.

No sabía cuándo, pero ya le había quitado la capa con la que había llegado.

La figura de Shen Mu era delgada, y sus ropas le quedaban sueltas, por lo que cuando Xiao Fan tiró de él con brusquedad, sus hombros se enfriaron de inmediato, dejando ver un pequeño trozo de piel blanca.

El pequeño tirano dio un paso atrás, permitiendo que Shen Mu respire de nuevo, pero inconscientemente aún seguía repitiendo con voz delirante— Te estoy hablando...

Shen Mu apretó los dientes.

No, esto era demasiado pasivo para seguir así.

—Xiao Fan

La línea de voz clara y fría sonó en el vestíbulo, y el joven sintió un violento sobresalto. Su cerebro erosionado por el dolor no reaccionó por un rato, su mano se aflojó y un rastro de confusión cruzó sus ojos.

El par de pupilas oscuras de Xiao Fan reflejaban la hermosa pero rara vez expresiva cara de Shen Mu. El hombre tomó la iniciativa de extender sus manos hacía él. Sus brazos blancos como la nieve se engancharon alrededor de su cuello, y la piel ligeramente fría despertó, produciéndole un ligero temblor.

—Tú...

Shen Mu levantó la mirada para encontrarse con los ojos perdidos de Xiao Fan, acercándolo con fuerza.

Luego levantó su mano izquierda, mirando hacia la parte posterior del cuello de Xiao Fan, y lanzó un tajo en su nuca sin dudarlo.

Al poco tiempo...

—... ¡Jing An, entra!

La persona que cerró la puerta fue Xiao Fan, por lo que Jing An permaneció afuera, esperando ansiosamente, sin atreverse a entrar. Recién cuando el grito ansioso de Shen Mu llegó desde el vestíbulo, el joven guardia, dudando por un momento, empujó la puerta.

Cuando entró, vio a un inconsciente Xiao Fan apoyado en Shen Mu, con todo el peso de su cuerpo presionando al delgado hombre. Una mano seguía enganchada a su cuello, mientras su rostro estaba enrojecido y su respiración era constante.

Parecía estar dormido.

Por el contrario, Shen Mu, que se esforzaba por sostenerlo, tenía un aspecto mucho más desdichado: Su cabello estaba desordenado, y la túnica de seda con manchas de sangre en el dobladillo, estaba arrugada.

En ese momento, sostenía a Xiao Fan en una posición más o menos ambigua. Aparentemente, por miedo a que se cayera, lo dejó engancharse alrededor de su esbelto y frágil cuello.

El fino enrojecimiento de aquel rostro altivo y noble subía desde la base del cuello hasta el extremo de sus ojos. Cuando hablaba, el sonido final de su voz tenía un temblor casi imperceptible.

El Regente que abdicó después de transmigrar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora