El Regente que abdicó después de transmigrar.

50. Cascabel

—Su Excelencia, nuestro señor le invita a tomar una taza de té en la mesa de al lado.

Sosteniendo una espada larga, el robusto guardia se acercó a Shen Mu, se inclinó levemente, agitó la mano e hizo un gesto de "por favor".

Levantando la mano para quitar las arrugas de su camisa, Shen Mu levantó los ojos y miró hacia el lado opuesto. Permaneciendo inmóvil, siguió a los guardias por el pasillo hasta que finalmente llegó a los elegantes asientos de Su Xin y Qin Jing.

El hombre tenía un aura imperial que no se podía ocultar, y en ese momento se apoyaba perezosamente en la silla de madera que tenía detrás, con las yemas de los dedos rozando suavemente la pared de la copa vidriada.

Cuando vio venir a Shen Mu, Qin Jing se rió sin levantar la vista, con un tono lleno de pereza— Me sorprende ver al Señor Shen aquí.

Cuando se encontró con los ojos ligeramente arrepentidos de Su Xin, Shen Mu le sonrió de forma tranquilizadora antes de volver su mirada hacia Qin Jing con una intención fría.

El camarero sirvió el té caliente, lo colocó frente a Su Xin e hizo un gesto de "por favor" hacia Shen Mu, por lo que éste se sentó frente a él.

— Se dice que un país no puede estar sin amo ni un día—

Sosteniendo la taza de té con un ligero movimiento de las yemas de los dedos, Shen Mu tomó un sorbo, pensando que la bebida era bastante buena. Sin embargo, la burla en sus labios no disminuyó en lo más mínimo — La presencia del Señor Qin en DaQi es problemática, ¿no?

Ante esto, Qin Jing no se molestó y giró ligeramente la cabeza para mirar hacia abajo. El cuentacuentos de abajo había terminado su parte de la historia y recogió la madera que tenía en la mano. La levantó sobre la mesa y dijo en voz alta— Tendremos que esperar a ver qué pasa después...

Hubo un fuerte aplauso desde el escenario, y Qin Jing observó con calma cómo el individuo lo abandonaba.

Después de un largo rato, giró la cabeza y levantó los ojos. Un par de ojos oscuros como la tinta miraban fijamente a Shen Mu con un profundo significado —¿El Señor Shen está muy interesado en mi historia y da de la Reina?

—No me interesa demasiado, solo estoy un poco sorprendido de ver al Señor Su aquí—El té en su taza ya estaba en el fondo. Shen Mu sonrió débilmente y se sirvió otra sin ser visto.—En cuanto al Sr. Qin, no estoy interesado en saber en absoluto.

—Es interesante— Qin Jing enganchó los labios en una sonrisa y giró la cabeza para mirar al sonrojado Su Xin con un tono lleno de burla— Después de todo este tiempo, es sorprendente que alguien siga hablando en tu nombre.

Su Xin no respondió. Los dientes de su labio inferior fueron mordidos con fuerza, sacando un color de sangre carmesí.

Qin Jing levantó la mano y le ahuecó la mandíbula. La mano que estaba apoyada en su cintura dio un violento empujón, tirando de él hacia su lado. Se acercó a la oreja de Su Xin y le dijo con una voz más grave.

Esta vez Shen Mu estaba lo suficientemente cerca como para escuchar su conversación con claridad.

Lo que dijo Qin Jing fue: Si te vuelves a morder, te besaré una vez como prometí.

Su Xin cerró profundamente las cejas y luchó por zafarse de los brazos de Qin Jing.

La mirada de asco en sus ojos era tan fuerte que levantó la mano y golpeó el pecho de Qin Jing con un puño, maldiciendo fríamente—Vete.

El hombre delgado se movió con rapidez y maldad, y Shen Mu vio claramente que el ceño de Qin Jing se fruncía y que un gruñido ahogado salía de su garganta.