El Regente que abdicó después de transmigrar.

Extra |2|

— A partir de mañana, Xiao Shi irá a la Sala WenHua todos los días a estudiar, desde la mañana hasta la tarde. Si es perezoso, lo castigaré severamente.

Shen Mu se sorprendió un poco al escuchar eso. Sus palabras solo pretendían dar una idea a Xiao Fan, no hacerle decidir un sucesor de inmediato.

Normalmente, solo el príncipe heredero tiene derecho a entrar en la Sala WenHua para estudiar y aprender sobre política.

Tras un momento de reflexión, seguía sintiendo que algo iba mal —Xiao Shi solo tiene seis años, ¿no es demasiado joven?

—Está bien, es solo estudiar —Xiao Fan esbozó una sonrisa baja con un significado profundo. Luego acarició el suave y liso pelo negro de Shen Mu —No podemos dejarle vagar todo el día y venir a molestar porque no tiene nada más que hacer.

Ante estas palabras, se oyó un gruñido de descontento.

—¿Por qué tengo la sensación de que aprovechas para tomar represalias? — Levantando la mano para pellizcar la punta de la nariz del joven, Shen Mu pensó en las verduras del patio trasero que aún no habían sido atendidas —Los plantones aún no han sido desparasitados, ¿vamos a echar un vistazo?

Xiao Fan no era una persona precipitada y su decisión debió de haberse basado en sus propias consideraciones. Xiao Shi todavía es joven y maleable, y su naturaleza no es mala. Si está destinado a heredar el trono en el futuro, no es mala idea que estudie desde ahora.

Tras atravesar el pasillo, los dos llegaron al patio trasero del Palacio Ming Cheng. Contemplando la exuberante vegetación que tenía delante, Shen Mu asintió con gran satisfacción y luego se dirigió directamente al huerto más cercano.

Hace un año se sentía un poco angustiado al ver el jardín en un estado tan desordenado y desolado. Pero ahora, mirando la exuberante vegetación que tenía delante, su corazón estaba satisfecho y orgulloso.

Desde la caída de la familia Chu, ya no existía una amenaza para el trono, por lo que, naturalmente, Shen Mu ya no debía tener cuidado a cada paso. También tiene mucho tiempo libre para cultivar flores, frutas y verduras, y aunque no es tan cómodo como la vida en una granja real, estaba bastante contento con su vida actual.

Al principio pensó que cultivar era bastante sencillo y que solo era cuestión de regar y abonar. Pero cuando se puso manos a la obra, descubrió que no era así. Por no hablar de lo agotador que es el trabajo físico, hasta el más sencillo y básico desbroce y control de plagas tiene mucho que ofrecer.

En cuanto al resto del trabajo manual, Shen Mu pidió a muchas personas mayores del palacio que le ayudaran a entender un poco.

—Después de escardar el lado derecho... Shen Mu se sentó en la plataforma de madera en medio del jardín, sonriendo a Xiao Fan, que estaba agachado y ocupado no muy lejos—Hagamos también el lado izquierdo.

Sin la túnica amarilla que simbolizaba su estatus, Xiao Fan no era más que un joven con un poco más de veinte años. En la percepción de Shen Mu, la vida era un poco aburrida si solo se trataba de asuntos de Estado. Era necesario tener una experiencia de vida adecuada.

Ahora, por ejemplo, Shen Mu estaba encargando a Xiao Fan la tarea de desbrozar y eliminar los insectos con el objetivo de "dejar que experimente la vida al máximo", mientras él mismo se dedicaba a tomar té tranquilamente y a mirar al cielo.

La larga y delgada camisa negra de Xiao Fan le quedaba perfecta, marcando sus hombros anchos y cintura estrecha. Al oír su voz, se enderezó y se giró para mirar a Shen Mu. Los ojos negros del hombre brillaban de risa a la luz y sus ropas blancas eran rozadas por el viento, haciéndolo ver más gentil.