El Regente que abdicó después de transmigrar.

15. ¿No está contento?

Mientras el centenar de funcionarios se reunía fuera de la plataforma, Xiao Fan miró hacia la multitud cuando bajó del carruaje. Solo cuando se dio cuenta de que faltaba alguien, recordó que ayer había castigado a Shen Mu.

Así que giró la cabeza y preguntó-¿Cuál es la situación en la residencia del Regente?

-Los espías aún no han llegado con noticias-Detrás de él, Jing An sacudió la cabeza y dijo con rostro inexpresivo-¿Quiere Su Majestad que sus subordinados vayan a comprobar?

Xiao Fan detuvo sus pasos, desviando sus oscuros ojos para mirarlo con frialdad.

Jing An comprendió, se dio la vuelta y se fue.

En comparación con la multitud que se encontraba fuera de la plataforma, en la gran sala espiritual solo había unas pocas personas. Éstos eran ministros imperiales o parientes consanguíneos de Nalan Wan, y fueron dejados para vigilar la cremación del difunto.

Xiao Fan contestó con voz grave a las reverencias, y caminó hacia la sala sin levantar la vista.

-Hermano imperial-Detrás de él llegó la suave llamada de Xiao Huan. El joven se había aligerado un poco en los últimos dos días, y sus naturales ojos sonrientes se habían atenuado-He oído que una docena de ministros han escrito cartas durante la noche, solicitando que traten el asunto de la familia Gao con severidad; sin embargo, gran parte de ellos son los funcionarios corruptos que el Regente escribió en su zhengzhi ese día.

Al ver que Xiao Fan no hablaba, continuó -Sospecho que quieren aprovechar esto para tomar represalias, así que, hermano, no debes dejarte engañar.

Las palabras del joven eran sinceras, y en sus ojos había preocupación.

Xiao Fan no sabía cuándo la relación entre Shen Mu y Xiao Huan se había vuelto tan buena como para que Xiao Huan, que rara vez participaba en política, hablara personalmente por él.

-Tomaré mi decisión-Al pensar en la nota que le había dado Gao Ying, los ojos de Xiao Fan se hundieron y su voz se enfrió-El noveno hermano debería ocuparse de sus propios asuntos.

-Su Majestad tiene razón-¿Cómo podría Xiao Huan no entender la advertencia? - Estoy seguro de la inmovilización del Regente fue para protegerlo. Este hermano solo estaba paranoico.

¿Proteger a Shen Mu?

Xiao Fan se burló internamente mientras Xiao Huan caminaba hacia la reina madre.

El caso del incendio estaba lleno de lagunas, y las pistas fragmentadas apuntaban a Shen Mu. Gao Ying y Liu En, junto con docenas de ministros, presentaron cartas de la noche a la mañana; y viendo que Xiao Fan le guardaba rencor al Regente, quisieron utilizar su mano para eliminarlo de un solo golpe.

¿Cómo podrían Xiao Fan ser utilizado por estos dos hombres sin valor?

Entonces, Jing An se apresuró a regresar, con pasos más o menos apresurados. Llegó casi volando, susurrando al oído de Xiao Fan -Su Majestad, los espías que enviamos fueron asesinados, y según los sirvientes de la mansión, el Regente fue llevado a la fuerza por el Viejo General Yang

Con una expresión de asombro, el par de cejas de espada de Xiao Fan se torcieron-¿Yang Che?

Jing An suspiró en voz baja.

El incendio se había iniciado al mediodía. La noticia se había extendido al palacio de inmediato y al día siguiente, Yang Che se apresuró a regresar, trasladándose directamente a la Ciudad Imperial.

Gao Ying, muy bien.

-Convoca a Yang Che al palacio de inmediato-El rostro de Xiao Fan se ensombreció. Ignorando las extrañas miradas de la multitud, se levantó y salió de la sala espiritual- Dile que traiga al hombre que debe traer y que no me obligue a hacerlo yo mismo.