SeokJin
Formo un pico aburrido con mis labios, mirando aun el espeso bosque desde la altura. El aroma a cigarro se mezcla con el olor que los pinos imponentes emanan, formando un perfume algo extraño que me marea levemente. A pesar de eso, no quiero abandonar la azotea todavía.
Mis labios aún no se han roto ni entumecido por el frío, y las náuseas provocadas por el aroma silvestre no me han hecho inclinarme sobre el barandal. Así que no veía razón por la cual obligarme a hacerlo.
La luna de transparencia en el cielo ligeramente celeste va tomando su color blanquecino con más fuerza ahora que el sol ha desaparecido completamente dejando poca luz. En una hora más la noche caerá, y nosotros deberíamos estar en nuestros dormitorios. Palabra clave: Deberíamos.
Pero sé que ellos tampoco quieren volver a ser encerrados entre las mugrosas cuatro paredes por el momento.
─ Ugh, todavía no puedo creer que has estado con Hyori. ─ Oigo detrás de mi a TaeHyung quejarse.─ Se ha acostado con casi todo el instituto ¿Y si te pegó gonorrea o algo peor?
─ ¡TaeHyung! ─ JiMin le regaña con tono reprochante, y yo suelto una risa airosa a la que no le dan importancia alguna.─ Son solo rumores, no debes creer todo lo que escuchas por las esquinas de los pasillos.
Veo de soslayo la cabellera negra y mechas color naranja de JiMin posarse a mi lado en la misma posición que yo, pero su vista aún se encuentra en TaeHyung detrás de nosotros.
─ Además, no soy estúpido─ Asegura.─, me cuidé con ella.
TaeHyung se posa a mi lado libre, el izquierdo, y tira de la manga de mi blanco uniforme que estoy seguro ha sido manchado con el óxido del hierro que funciona como separador del borde al vacío, y que probablemente deje su marca en él hasta que los encargados se dignen a repartir uniformes nuevos dentro de un año.
─ Aún así, no deberías volver a verla. Dile, Jin-hyung.
─ JiMin, herpes.─ regaño, y él chasquea la lengua, volviendo la vista al frente.
Está enfadado, pero sabe que no puede quejarse demasiado cuando TaeHyung solo suele preocuparse excesivamente por él y sus cuidados, su limpieza, su delicadeza. Esa rueca en su cabeza que funciona asquerosamente mejor que la de todos en este lugar.
─ Entonces que Jin-hyung no vea a su novio psicópata del ala oeste.
Siento mis mejillas arder ligeramente ante la mención del joven de cabellos amarillentos. Según comentarios externos, es un supuesto psicópata de nivel tres internado por haber asesinado a un familiar.
─ Solo les conté sobre él una vez ¿Y ya estan armando que es mi novio? ─ Me quejo, y JiMin ríe ante mi reacción con un cigarro encendido entre sus dedos.
─ A poco no te gustaría, hyung.
Niego con la cabeza, formando una falsa mueca de disgusto con mi rostro. Tampoco estaba tan interesado, tan solo me ha causado curiosidad verlo en la lejanía de las mesas en el comedor. Algo así como una mancha demasiado resaltante en el fondo del paisaje gris que era el instituto.
Suele usar una campera negra y uniforme gris al ser de un ala distinta de nosotros en el edificio, pero hace unos días su capucha no estaba sobre su cabeza por lo que cada vez que su mano tiraba sus cabellos rubios hacia atrás, a mí me remolinaba el estomago. Su forma de reír y como su sonrisa se ve también es adorable, como un copo de nieve que no sería capaz de lastimar a nadie.
Se sentaba en una mesa en la cercanía de las ventanas aquel día, acompañado de los otros tres chicos con él. Uno castaño, uno pelirosa, y uno mas de cabello gris. Cuando los veo tan unidos me pregunto si se conocían desde antes de entrar en aquel lugar. Si todos dormirán en un mismo dormitorio. Porque son cuatro en realidad, mientras que JiMin, TaeHyung y yo somos tres y ocupamos una perfecta habitación de tantas que son especialmente solo para tres.
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DISERTED » BTS
HorrorSiete jovenes. Siete almas desiguales, quebradas, impregnadas por el dolor y que poseen grietas profundas que son dirigidas a cualquier dirección posible. Siete almas que yacen en un mismo polvoriento edificio, al cual creen poder llamar hogar. Su...