009: ¿Qué hicimos mal?

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NamJoon


Volteo sobre mi hombro al oir pasos que se acercan a la cocina donde HoSeok, JungKook y yo nos hemos instalado para preparar un desayuno decente en nuestra primera mañana en la casa.

Aunque, por lo que entiendo de las quejas de HoSeok y la risa de JungKook, creo que las tostadas ya se están quemando y la leche caducó hace dos semanas.

TaeHyung entra a la cocina arrastrando los pies cubiertos por medias coloridas y con sus cabellos revueltos hacía todos lados. Toma asiento a mi lado, con el rostro ligeramente hinchado al punto de que quiero masajearlo con calma hasta que pueda despertar del todo.

Sin embargo, no existe la suficiente confianza entre nosotros para ello, ademas de que aun recuerdo lo que pasó entre HoSeok y él. Por eso, simplemente le comparto el paquete de galletas que rescaté de la alacena y un poco de jugo de naranja.

Me agradece en un hilo de voz, seco y tan ronco que me envía un escalofrio por mi espina de pronto. HoSeok voltea hacía nosotros, dejando una taza de té en la mesa.

─ TaeHyungie, buenos días ─ Le sonríe tan brillante que casi parece el verdadero sol y el de allá afuera es un completo impostor.

─ ¿JiMin? ─ Curioseo, notando que ambos durmieron juntos pero él no bajo a desayunar.

Bebiendo el jugo como si de agua se tratara, noto que estaba sediento; aun así, con su mano señala nuestras espaldas.

─ ¿Sigue dormido?

Niega con la cabeza, bajando el vaso y terminando de tragar para hablar sin atorarse u ahogarse.

─ salió al patio, no quiere desayunar ─ informa, volviendo a tomar una nueva galleta.─ aunque era de esperarse.

El silencio gobierna en la cocina, siendo opacado levemente por pasos por el piso sobre nuestras cabezas y la tetera que ya esta volviendo a hervir sobre la estufa. La pesadez recae sobre los hombros de nosotros tres que desconociamos el problema de JiMin y ahora TaeHyung parece haberlo confesado como si nada.

Muerdo el interior de mi mejilla, dudando en la idea que acaba de llegarme a la mente. Quizas él quiere estar solo simplemente, quizás solo fue a tomar una siesta o volvió a meterse en el lago. HoSeok dijo que se metieron en el lago en el amanecer y luego volvieron. Volvieron todos juntos, claro, ahora JiMin estaba solo.

¿Y si algo pasaba?

Es decir, está solo y estamos algo alejados de la civilización pero aun así seguimos entre los árboles y cualquier persona podría aparecer derrepente.

Me paré de mi silla con lentitud a causa de mis musculos algo adormecidos de tanto estar en la misma posición, para luego abandonar la habitación.

─ ¿no desayunarás? ─ HoSeok me pregunta en la distancia.

─ ¡comí galletas y jugo, pero gracias! ─ le digo, antes de dar pasos más rápidos a la parte trasera de la casa.

Una puerta de madera daba al patio trasero donde descansaba un tendero con ropa aún revolando con la brisa; el cerco no dividía el terreno del resto del bosque en la distancia, e incluso en un árbol descansaba un columpio improvisado. Tal vez por esa niña que oímos en la grabación.

Me acerco a JiMin que está tirado sobre el cesped, bajo los rayos del fuerte sol que iluminan sus oscuros cabellos y hacen brillar sus puntas enrojecidas con tintura. Tiene los ojos cerrados y los brazos a los costados de su cuerpo, con su mano tirando de las verdes hierbas y arrancando pedazos de ellas con calma.

Ya me aseguré de que está bien pero, aun así, sin dar palabra alguna ni siquiera para mí mismo, me estiro a su lado sobre el cesped y tomo una misma posición a su lado. Miro las nubes correr por el cielo pintado de un delicado tinte celeste, con algunos que otros pajaros revoloteando de aquí a allá.

DISERTED » BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora