JiMin
Miré los borrones verdosos de nuestro alrededor comenzar a desaparecer, lo que inmediatamente me hizo pensar en que estabamos llegando a nuestro terrible destino. Observé de reojo a TaeHyung ralentizar levemente la marcha, aunque no hizo mucha diferencia a como venía en la carretera, donde podía ver el polvo levantarse como un remolino vivo detrás de nosotros.
Me preocupaba la gasolina, pero una parte de mí quería creer que él ya esta preparado para eso y que por esa misma razon actuaba tan confiado. Con ansiedad me mordí las uñas mientras las casas comenzaban a hacerse presentes y en más cantidad, con un cartel dando la bienvenida al nuevo pueblo. A pesar de estar una letra manchada por marcas de manos de sangre y levemente graffietada, pude leerlo antes de que cruzaramos.
«Pudekool»
Sentí que quisiera decirme algo, por lo que no me dí cuenta de que me quedé inmerso mirandolo a través del espejo retrovisor, hasta que TaeHyung me llamó la atención.
Volteé a mirarlo para que supiera que finalmente lo estaba escuchando, y no distraído como momentos atrás. Él miró por el espejo a JungKook por un segundo, mientras hablaba.
─ Un centro comercial adelante.─ Nos dió aviso, bajando la marcha al punto de ser medianamente lento ahora, a lo que me incliné hacía adelante a pesar de no estar completamente despavilado y, en efecto, allí estaba.
Ironicamente vacío, cuando antes debió de ser visitado todos los días y por una cantidad inhumana de personas que se acumulaban en él para pasear, comer, comprar cosas, proponer casamientos, bailes. Ahora, apenas entre cuatro o cinco autos yacían en el estacionamiento, quemados, reventados, incluso alguno que otro de cabeza. Todo era un desastre.
─ ¿e.. estacionaras allí? ─ Oí la voz débil de JungKook detrás de nosotros, a lo que supusé que él sabía que no tenía más opción con TaeHyung y yo que hablar. Aunque, últimamente NamJoon había mencionado que él parecía algo más.. libre, para hacerlo. Inevitablemente, la cabeza reventada de Peach en el suelo me vinó en el recuerdo.
─ puede ser peligroso.─ TaeHyung mencionó, dando la vuelta en la calle a la derecha del gran centro comercial que ocupaba una manzana entera.─ Pueden estar hasta en el techo, esperando a que alguien llegue con un coche para robarlo.
Miré a través del vidrio a nuestro alrededor, silencioso y pacificico, oscurecido por la lluvia sobre nuestras cabezas que amenazaba con caer en cualquier momento sobre aquella parte de la isla.
─ "¿esas cosas?"
─ Sobrevivientes.
Llegamos a lo que parecía la entrada de un callejón con un contenedor de basura abierto, lleno de desechos al punto de que no podía ser cerrado. TaeHyung detuvó la marcha, y ya no tuvo que señalarme que tomara el arma para bajar. El viento movió el suéter de lana que NamJoon me entregó en los últimos días, excusandose con que hacía mucho frío puesto que ya entramos en el invierno.
Con el arma entre mis manos, miré hacía todos lados buscando alguna señal de vida que me amenazara y a mis compañeros. YoonGi nos había pedido estrictamente que no ayudaramos a nadie, casi planificandolo como una misión donde solo nos tocaba conseguir la medicina para Jin y quizás algo más para sucesos futuros, por precaución, pero solo si estaba a nuestro alcance. Si no era así, debíamos volver inmediatamente.
Miré a TaeHyung en el asiento del piloto aún, quien me señaló el callejon, a lo que capté rápidamente que buscaba que revisara que no había peligro en él. Quizás quería esconder el auto allí.
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DISERTED » BTS
HorrorSiete jovenes. Siete almas desiguales, quebradas, impregnadas por el dolor y que poseen grietas profundas que son dirigidas a cualquier dirección posible. Siete almas que yacen en un mismo polvoriento edificio, al cual creen poder llamar hogar. Su...