011: Como dirían los Poetas

61 17 5
                                    

bueno, por alguna razón quiero subir este capítulo hoy, así que aquí les va 🐨


SeokJin

Sus labios tan suaves vuelven a tocar los mios segundos después de que nos hemos observado a los ojos, intentando procesar ese primer tacto entre nuestros labios que pareció haber sido algo torpe, o nervioso, a diferencia de ahora.

Me arriesgaría a decir que su boca sabe a una extraña mezcla entre menta fuerte y cigarrillos que están al borde de desaparecer. Puedo sentir sus manos dejarse caer a los costados de mis muslos que se aprietan el uno al otro, como si temiera tanto como yo el posar los dedos en la piel del otro. Como si aquello desapareciera el ambiente silencioso que hemos creado en el que apenas y se oye cuando mis labios succionan el suyo, o mis gemidos pequeños cada vez que él entierra sus dientes en mi carne.

Sin aire y como un tonto que quizás debía entender que tiene que respirar por la nariz en un beso, mis dedos empujan su pecho ligeramente como si fuera una caricia, e ignorando el berrinche interno de nuestros deseos, su boca se separa de la mía en un sonido mojado que, estoy seguro, se quedara impregnado en lo profundo de mi cerebro por un tiempo indefinido.

Observo centímetro a centímetro y con lentitud cada detalle de su pálido rostro, adornado con diminutas y tenues pecas sobre su nariz y mejillas que ahora también son envargadas por un tono rosado. Sus labios embriagados en un color carmesí, húmedo y tentador.

Suelto un suspiro sin poder evitarlo, pérdido en la sensación de que su cuerpo está casi pegado al mío, con sus manos al borde de mis muslos que deseo que recorra con sus largos dedos y haga lo que quiera con ellos, que los muerda, los bese humedamente hasta llegar a donde el placer se acumula y envía ola tras ola de espamos por toda mi espina, solo para volver a remolinar en el comienzo.

Muerdo mi propio labio inferior, casi hundiendolo de la misma forma que él lo ha hecho minutos atrás, cuando mi mente divaga y se posa en lo profundo de un escenario posible, donde YoonGi retira las mantas con violencia de mí, enterrando sus manos en los musculos superiores de mis piernas antes de tirar de ellos hacía él. Mirandome a los ojos y sosteniendo la vista, desciende su boca hasta el borde de mis pantalones junto a mi ropa interior, solo para tomarlos entre sus inscisivos y hacerlos hacia abajo, liberando el juguete con el que le daría permiso de entretenerse cuanto quisiera.

Sin embargo, siento como sus manos se arrastran por la manta mientras se hace hacía atrás, desvíando la vista de mí y mis labios seguramente amoratados por su causa. Otra vez, sentía que perdía a YoonGi en la lejanía por la barrera que ponía a su alrededor de un momento a otro, a pesar de cuan cerca estabamos.

No quería que lo hiciera, así que actuando por impulso como pocas veces han sucedido, y sin importar si todo esto terminaba mal a futuro o no, lanzo mi mano a tomar su brazo, antes de tirar de él hacía mí. Como un muñeco de trapo tan fácil de hacer, su cuerpo termina acomodado sobre el mio, de forma en que sus rodillas están a cada lado de mis caderas y yo debo de inclinar la cabeza unos centimetros hacía arriba para no perder su bello rostro en la habitación.

Aunque si así fuera, lo reconocería aquí, donde sea. Me bastaría un simple roce o su olor para identificarlo, y si me quedara ciego, podría reconocerle por el modo en que respiraba o pisaba el suelo. Lo reconocería en el fin del mundo, e incluso en la muerte.

Quizás, es la mitad de mi alma, como dirían los poetas.

Sus labios rozan los mios en un respiro, a lo que sin evitarlo cedo a la invitación de volver a probarlos sin importarme que la adicción termine consumiendo enteramente mi mente y mi ser. Hunde su cadera hacia abajo, de modo que me enseña con un toque que está tan duro bajo los pantalones como yo, friccionando a la par ambos en una acción efímera que me marea de todo el placer que ha explotado en solo segundos. Me hace desearlo más, más de esa fricción solo por las sensaciones que ha transmitido.

DISERTED » BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora